Vaca Muerta, mito y realidad de “la segunda Pampa Húmeda”
CORDOBA 5 Agos(La Voz del Interior).-YPF y varias más. Tecpetrol, del Grupo Techint, es uno de los principales inversores: U$S 2.300 millones hasta 2019. En febrero pasado, se registraban 830 pozos perforados en las 16 áreas de concesiones extendidas a 35 años.
Es cada vez más fuerte el impacto de la producción de gas y de petróleo no convencionales en la estructura energética.
El presidente Macri está obsesionado con el tema, quizás por la abrupta caída de la economía.
“Vaca Muerta es como la fiebre del oro”, aseguró el lunes, a su paso por Córdoba, el presidente Mauricio Macri. “Es la segunda Pampa Húmeda”, había dicho una semana antes el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, al recibir al nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel.
Ávido de alguna buena noticia, en un contexto económico donde julio sólo dio para lágrimas y preocupación, el Gobierno se abraza a algunos nuevos íconos para disparar la expectativa.
El gas y el petróleo no convencionales encabezan esa lista. Les siguen las reservas de litio de Salta y de Jujuy, y se complementa con otros sectores ya conocidos.
Es el caso de las exportaciones automotrices, renovadas por la inversión (como la de Nissan), que alcanza los 5.100 millones de dólares para toda la industria, o la recuperación del campo, que promete una campaña de unos nueve mil millones de dólares para el año próximo.
De esa lista, Vaca Muerta parece una obsesión. Macri llegó a decir en la Fundación Mediterránea que generará 500 mil puestos de trabajo en dos años. Si bien hay datos duros para sostener el optimismo oficial, de modo alguno ese parece un número realizable. La realidad está muy lejos, y veremos por qué.
El empleo crece, pero muy lejos del “boom” que pronostica Macri
Gas y petróleo no convencional
Los combustibles no convencionales -que se reparten en 30 mil kilómetros cuadrados en una mancha que une Neuquén, Mendoza, Río Negro y La Pampa- están en pleno vuelo. El viernes, el ministerio de Iguacel informó que en el primer semestre de este año ya representan más del 33 por ciento de la producción de gas natural y el 12 por ciento de la de petróleo.
No termina ahí, también hasta junio inclusive, la producción de shale y tight gas (los dos tipos no convencionales) creció 34 por ciento y la del oro negro de ese origen, el 36. La privada Tecpetrol, rama petrolera del Grupo Techint, fue la que más aportó en ese aumento de mitad del año.
Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, agrega otro dato espeso. Gracias a estos no convencionales, “para generar electricidad se ahorró un 23 por ciento de gasoil y 65 por ciento de fueloil” en este 2018.
Es decir, el Gobierno no tuvo la necesidad de importar tanto en pleno pico de demanda. Es un buen dato, porque lo que falta son dólares para pagar esas compras.
Los dos principales actores de esta performance son, por un lado, la estatal YPF y, por el otro, la mencionada Tecpetrol. La primera concentra su producción en el área de El Orejano, pero también opera o tiene concesiones en otras siete áreas.
Tecpetrol, en tanto, puso “toda la carne en el asador” en Fortín de Piedra, a un ritmo infernal de inversiones (lleva 1.100 millones de dólares), estructuras y tuberías que son su principal ventaja comparativa.
Si no le cambian una variable clave, promete llegar a enterrar 2.300 millones de dólares hasta 2019. Como plus, ya construyó un ducto propio de 63 kilómetros para llegar al caño de Transportadora de Gas del Norte (TGN).
Pero junto con YPF y Tecpetrol existen otras siete petroleras con presencia en la zona para atender 16 áreas con concesiones extendidas a 35 años de plazo. Hasta febrero, último dato oficial, se llevaban 830 pozos perforados.
Esta confluencia de compañías en un mismo sector es, para los expertos, otro elemento que puede acelerar los procesos que comenzaron hace más de una década, en el caso de Repsol-YPF.
“Nuestra industria ya tiene el know how, realizó avances necesarios y llegó a un punto de inflexión en el que se encuentra lista para incrementar en forma significativa los proyectos y desarrollarlos hacia la masificación”, dijo Guisela Masarik, editora de Petrotecnia, la publicación especializada del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG).
Volver a la exportación
Esa aceleración en el proceso también tiene una explicación, advierte Vasconcelos. “El rendimiento del pozo es muy fuerte en los primeros dos años. Por eso son tan explosivos los datos de crecimiento de la producción. Tras la inversión inicial, el proceso funciona solo, por ello hay tanto optimismo”, dijo.
Esta explosión productiva de Vaca Muerta permite volver a la exportación de gas natural, como sostiene Macri.
A partir de octubre, luego de 11 años de parate, la Argentina reabrirá el envío de gas natural a Chile, en el marco de un acuerdo con el gobierno de Sebastián Piñera que incluye el suministro de energía eléctrica donde el país trasandino tiene excedentes para ofrecer.
Y, de nuevo, Vasconcelos se entusiasma con lo que viene. Con Vaca Muerta entregando sus hidrocarburos, a más tardar en 2021 hará falta agregar un ducto completo entre Neuquén y Buenos Aires. Reforzará, de paso, el envío de gas a Córdoba, que está cerca de terminar sus redes troncales.
También será necesaria la reactivación de 700 kilómetros de vías del tren Norpatagónico, entre Bahía Blanca y Cipolletti, con extensiones de ramales hasta Añelo y Rincón de los Sauces (Neuquén).
Ese ramal demanda 570 millones de dólares y se licitaría con el sistema de participación público- privada (PPP). Ese recorrido es necesario para llevar un insumo vital para el proceso de fracking de la roca madre: arena que se compra en la Mesopotamia.
Otro efecto que el economista del Ieral destaca es la ola de inversiones intensivas en energía (gasdependientes), en particular petroquímicas y siderúrgicas, que puede generar la mayor disponibilidad de ese hidrocarburo.
La “variable clave”
Pero este cuadro podría tener enfrente un condicionante. Es la “variable clave” que podría frenar la llegada de más y nuevos inversores.
Se trata del subsidio que perciben las petroleras a través de la resolución 46 (firmada por Juan José Aranguren), que creó un sendero descendente de 7,50 dólares por millón de BTU -la unidad de medida del gas- por encima del valor internacional del mercado, que es de 4,50 dólares.
La diferencia que existe entre los 4,50 dólares y, en este año, siete dólares, la ponía el Estado. “Los contratos que están se van a respetar, lo que estaba ingresando se evaluará y, de acá para adelante, no vemos la necesidad de seguir con esa política”, dijo Iguacel a su paso por Neuquén.
“De ese tema sólo habla el gobernador”, dijo una fuente del Ministerio de Energía de la Provincia cuando La Voz consultó cómo sigue el tema. La respuesta expone la delicadeza del asunto.
En cifras: Aumento de actividad
Producción de combustibles no convencionales.
33% de todo el gas que se obtiene en la Argentina ya es no convencional.
23% del gasoil necesario para hacer funcionar las centrales eléctricas del país se ahorró con el gas y con el petróleo de Vaca Muerta. También se redujo 65% el consumo de gasoil.
830 pozos perforados había en la cuenca hasta febrero pasado.
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