A cinco años, aún no circulan todos los trenes usados españoles
CAPITAL FEDERAL 22 Agos(EnElSubte).-Se cumplieron cinco años de la compra de los trenes usados al Metro de Madrid para la línea B. De 14 formaciones, funcionan sólo diez y se está por sumar la número 11. El ritmo de incorporación es de apenas un tren por año. Las obras eléctricas finalizarán en el primer semestre del año que viene. La crisis de material rodante, más profunda, afecta también al resto de las flotas de la B.
Días atrás se cumplieron cinco años de que fue anunciada formalmente la compra de los trenes CAF 6000 usados al Metro de Madrid para la línea B.
A media década de aquella polémica operación, aún no han sido puestas en servicio la totalidad de las formaciones compradas, en lo que constituye la incorporación de material rodante más traumática de la historia del Subte.
De los 14 trenes adquiridos, actualmente funcionan sólo diez. La undécima formación, que recibirá la denominación “M1” está en alistamiento para ser incorporada en los próximos meses. Las tres formaciones restantes se encuentran almacenadas en el Taller Magaldi, un depósito que la Ciudad le alquila al Grupo Clarín.
El ritmo de puesta en marcha es bajísimo: sólo se incorpora un tren por año. En agosto del año pasado, por caso, sólo corrían nueve formaciones y estaba en preparación la décima.
La inusual demora en la incorporación de estas formaciones, próximas a cumplir 20 años de fabricadas, se debe a que aún no han terminado las obras de adaptación eléctrica (tercera etapa) que se encuentran a cargo de la empresa Alstom. La fecha estimada de finalización, según Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), es en abril del año próximo.
Estas adaptaciones de potencia, que no se habían previsto en un primer momento, se revelaron necesarias a poco de comenzar las pruebas de circulación debido al alto consumo de energía de las formaciones.
Al margen de esto, los CAF 6000 suman otros inconvenientes: a las frecuentes quejas de los pasajeros por su interior incómodo, la distribución de asientos y hasta las manijas manuales para abrir las puertas, se suman otros aspectos más de fondo, como la falta de algunos repuestos clave.
Cabe recordar que la operación de los CAF 6000 fue objeto de serios cuestionamientos por parte de un informe de la Auditoría Porteña, especialmente debido a los altos costos finales por unidad pagados.
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