Con una inversión de €170 millones, TMH busca consolidarse en el negocio ferroviario argentino
BRAGADO 13 Agos(Tradenews).-Cuando sólo tenían una oficina en el país, los representantes del grupo ruso Transmasholding (TMH) insistían en que su interés era participar del proceso de modernización del ferrocarril argentino “de modo activo”.
Los principales referentes se esforzaban por distinguirse de compañías de “otros países” –aunque no siempre las nombraran la referencia era una clara alusión a sus competidores chinos– ya que mientras el modelo de negocios de aquéllos se basa “en la venta de material rodante de baja calidad, corta durabilidad y sin servicio de mantenimiento postventa, a cambio de financiamiento”, el de ellos era diferente.
“Somos productores industriales, invertimos y producimos en los países donde vamos. Buscamos integrarnos con los proveedores locales, que desarrollamos. Nuestro interés es de largo plazo. Vinimos para quedarnos, nuestra inversión en los talleres Mechita es sólo el primer paso para ampliar nuestra presencia en la Argentina”, repetían en TMH.
A tres meses de la inauguración del Taller Mechita (los históricos talleres ferroviarios ubicados en Bragado, provincia de Buenos Aires), Franco Comparato, CEO de TMH Argentina, reafirma la decisión de TMH de invertir en el país.
Comparato confirmó que la empresa rusa acaba de contratar el diseño e ingeniería de la nueva planta de producción industrial que instalará en Mechita, cuya construcción comenzará en noviembre próximo.
Se trata de una fábrica para la producción de formaciones de pasajeros y de carga de última generación, con la mejor tecnología, seguridad y confort para proveer al sistema ferroviario nacional, según describieron desde la filial local de TMH. “Argentina tendrá su fábrica ferroviaria de avanzada, un sueño de décadas que será realidad”, dice Comparato.
Franco Comparato, CEO de TMH Argentina, dice que el país “tendrá su fábrica ferroviaria de avanzada, un sueño de décadas que será realidad”.
El CEO de la filial local explica que la puesta en valor del viejo taller (que se logró mediante un convenio suscripto el 20 de diciembre por el que el Ministerio de Transporte de la Nación le concedió a TMH Argentina el uso precario y por tres años de la sede, para que la modernizara y reabriera, cosa que ocurrió el 11 de mayo, tras una inversión de 3 millones de dólares) es sólo el primer paso.
“Comenzaremos con un plan de integrar 20% de producción local, para luego avanzar hacia porcentajes cada vez mayores. Inicialmente, el destino de nuestros productos y servicios será la Argentina, para luego extendernos al resto de la región. Nuestro objetivo es crear un polo industrial con instalaciones de reparación, modernización integral y fabricación de material rodante de última generación, y de fabricación de repuestos”, explica Comparato.
En el sitio web de TMH Argentina puede leerse que “el objetivo de la empresa es crear un polo industrial en la Argentina, con una fuerte inversión en talleres de mantenimiento, reparación y actualización integral, y en la construcción de plantas de fabricación de material rodante de última generación. El plan de inversión aprobado, en plena ejecución, suma 170 millones de euros, y prevé generar cientos de puestos de trabajo directos”.
El más grande del mundo
Aunque el slogan podría parecer que se habla de algo referido a Brasil, en este caso se aplica a Rusia: TMH es el mayor fabricante de trenes del mundo. Y en la filial argentina exhiben con orgullo la expertise y tecnología de avanzada que los respalda.
En Rusia, el transporte ferroviario juega un papel preponderante en el transporte de pasajeros y de carga desde hace 180 años. La comunicación de pasajeros suburbana e interprovincial -los trenes eléctricos circulan entre centros provinciales y además conectan a las ciudades más chicas- está súper desarrollada.
El país más grande del mundo ofrece una gran diversidad de climas y geografía en sus más de 17 millones de kilómetros cuadrados y el tren se impone como medio de transporte privilegiado en la ecuación económica y medioambiental.
El reciente Mundial de fútbol fue una vidriera de lujo para los trenes rusos.
Con 39.000 empleados en las 18 entidades que forman el holding, TMH produce locomotoras múltiples eléctricas y diésel, vagones de pasajeros de uno y dos pisos, de carga de grandes tonelajes, componentes y piezas de repuesto, coches para subte, y tranvías y autobuses eléctricos, entre otras cosas, que pueden operar en zonas con una amplitud térmica de -50°C a 50°C. Fundada en 2002 (antes era propiedad del Estado), desde 2007, la francesa Alstom es socia de TMH (tiene el 33%).
Tras un período de fortalecimiento en el país y en el barrio (hoy ocupa el 1° lugar por volumen de ventas en la Comunidad de Estados Independientes, integrada por las 15 repúblicas de la ex Unión Soviética), ahora la firma quiere explorar el resto del mundo.
Internacionalizar una marca rusa
La VI Edición de la Expo 1520 (su nombre hace referencia al ancho de vía que se usa en Rusia), realizada el año pasado, fue una suerte de trampolín público para la estrategia de internacionalización de la industria ferroviaria rusa.
El material rodante de TMH se basa en soluciones técnicas ultra modernas. La compañía se encuentra en el top 4 de los mayores fabricantes de material rodante para metros y representa el 6 % del mercado mundial de producción de coches de metro, según el SCI Verkehr Metro Market Study de 2016.
En la actualidad, 7.000 coches fabricados por TMH para ese segmento se utilizan en 19 ciudades de 11 países y transportan a más de 15 millones de pasajeros por día.
Durante una recorrida por las plantas de Moscú y San Petesburgo, Trade News fue testigo del proceso de fabricación de las diferentes unidades y modelos, así como de los trabajos que se realizan en los talleres de mantenimiento del metro moscovita.
Interior de uno de los trenes eléctricos de TMH, que se exhibió en la Expo 1520
El tren eléctrico de corriente continua EP2D y de la corriente alterna EP3D producidos en DMZ (que forma parte de TMH), por ejemplo, combinan diseño moderno, funcionalidad, comodidad y rendimiento económico en base a los resultados de múltiples encuestas de pasajeros y grupos focales. También tomaron parte del sondeo maquinistas y personal de las divisiones de operaciones.
Los trenes no sólo cumplen con los requerimientos más estrictos de seguridad de transporte de pasajeros, sino que tienen elevados estándares de confort (desde sistemas inteligentes de climatización con la función de desinfección del aire –permiten ajustar la temperatura no solo en base al tiempo en el exterior sino también en función de la ocupación del vagón-, cargadores para celulares o pantallas interactivas para conocer las mejores conexiones y conexión wifi, hasta herramientas para fijar y transportar bicicletas, cambiadores infantiles plegables con espacios, baños para pasajeros con movilidad reducida y ascensores que permiten subir sillas de ruedas desde la plataforma baja y ajustarlas en el coche.).
Además de cumplir con los estándares de seguridad, los trenes eléctricos se destacan por sus ventajas medioambientales. En la feria Expo 1520, realizada el año pasado en Moscú, TMH exihibió una de sus unidades más modernas.
Desde el punto de vista medioambiental, el tren eléctrico utiliza equipos de bajo consumo que permiten ahorrar hasta 20% de energía, además de que las unidades tienen instalados una serie de sistemas de diagnóstico que permite informar a tiempo sobre las posibles fallas en el funcionamiento y encontrar rápidamente sus causas. Todos los equipos de iluminación en trenes son LED que también ayudan a economizar.
En poco tiempo, y con pasos concretos, la filial argentina de la rusa TMH está dando señales claras de a qué se refería cuando hablaban de participar del proceso de modernización del ferrocarril argentino “de modo activo”.
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