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domingo, 10 de abril de 2022

Antiguo Taller

Un antiguo taller ferroviario busca su destino junto al parque Scalabrini Ortiz

ROSARIO Santa Fe 10 Abr(La Capital).-El galpón de Junín al 600 que pertenece a la provincia está ocioso y con el exterior en parte vandalizado. Allí hubo iniciativas educativas y culturales que no prosperaron

Es tal el vandalismo que debieron tapar los ventanales con chapas.Foto: Virginia Benedetto / La Capital

Es tal el vandalismo que debieron tapar los ventanales con chapas.

Quien circule por Junín a la altura del 600, donde la arteria se corta con la calle Santa María del Oro, podrá apreciar un antiguo e imponente galpón ferroviario de ladrillos vistos con una sucesión de ventanales en forma de U invertida cuyos vidrios en su mayoría están rotos. Lo que ocurre en el interior es un misterio para peatones y automovilistas: altísimos chapones colocados desde adentro cubren las aberturas dañadas. ¿Qué hay allí, qué usos se proyectaron para ese edificio vecino de dos escuelas técnicas? El delegado regional del Ministerio de Educación, Osvaldo Biaggiotti, confirma que el predio perteneciente a la provincia “está ocioso, aunque no abandonado, ya que nunca se habilitó”, a pesar de que estuvieron en danza a lo largo de los años iniciativas de perfil cultural y educativo que al final no prosperaron.

Área en reconversión

En esa zona del ex barrio Refinería funcionaron desde el siglo XIX talleres del Ferrocarril Central Argentino erigidos por capitales ingleses (de hecho el barrio también fue conocido en una época como “Talleres”). Tras la reconversión del área, a partir de la década del noventa, se incorporaron a la trama urbana entre otra infraestructura el centro comercial Alto Rosario, torres de viviendas y el parque Scalabrini Ortiz, además de abrirse y ensancharse calles. A una de las naves de aquellas construcciones ferroviarias se mudó en 2017 la Escuela Técnica 471 Rodolfo Rivarola (ex Enet Nº 10). Previamente, el establecimiento había sido inaugurado por varias administraciones, aunque cortó cintas en forma definitiva el entonces gobernador Miguel Lifschitz.

Hoy conviven con la institución de nivel secundario amplios espacios para que los estudiantes de la Escuela Técnica 467 de Corrientes al 600 (ex Enet Nº 5) hagan sus prácticas. “Como en la 467 se obtiene el título de maestro mayor de obras, los alumnos desde hace añares vienen a desarrollar aquí los talleres ya que tienen espacio para construir”, describe Biaggiotti literalmente desde las inmediaciones: en Echeverría 150 bis funciona la Regional Sexta de la cartera de Educación. Preguntado por el ala que se extiende hacia el oeste, en dirección a la calle Canning, el funcionario confirma que se encuentra “disponible” y refiere “que ha dado lugar a distintas especulaciones”.

Foto: Virginia Benedetto / La Capital

“Hay diversas pretensiones que se entrecruzan, pero nada concreto que esté tomando un camino de factibilidad en este momento -continúa Biaggiotti-. Habrá que ver cuál de esos proyectos se privilegia sobre otro, incluso estuvo la idea años atrás de traer la escuela de Artes Visuales que depende del Ministerio de Cultura y últimamente vinieron a ver el lugar desde el Ministerio de Salud para instalar un vacunatorio”. Finalmente el mes pasado el gobierno de Omar Perotti trasladó el centro de inoculación contra Covid 19 desde la ex Rural al shopping Portal Rosario de Nansen 255, en zona norte.

Biaggiotti describió al galpón que busca su destino como “un espacio ocioso de 50 o 60 metros que nunca estuvo habilitado”, por lo que recalcó que “no son instalaciones abandonadas”. A su juicio, “se podría aprovechar aunque no necesariamente para usos del Ministerio de Educación, ya que pertenece al gobierno de la provincia”.

En un punto estratégico

Una reja de hierro de barrotes negros rodea la construcción de valor patrimonial, techo de chapa y un importante espacio verde y arbolado circundante, ademas de veredas rotas y falta de mantenimiento general. Tiene ingreso peatonal y vehicular por un portón de Canning al 100, donde se respiran aires de la vieja ciudad. De hecho en dirección sur, hacia la avenida Alberdi, se extiende un lote baldío de grandes dimensiones con yuyos crecidos y en cuyo centro de manzana se avistan aún más edificaciones en desuso con el mismo lenguaje arquitectónico.

Los vidrios rotos o estallados visibles en el muro que da sobre calle Junín evidencian actos vandálicos: se deduce que desde la vereda les han tirado piedras a las ventanas a los efectos de destruirlas. Adolescentes que a media tarde salen de la Técnica 471 afirman con tono tranquilizador que es imposible entrar a ese “espacio gigante” y agregan que de todos modos no lo usan más que para dejar eventualmente materiales pues la institución donde cursan sus estudios está ubicada al otro lado, en el extremo este.

Una docente suma que ese sector es utilizado como depósito, que en una época se habló de instalar allí un Salón de Usos Múltiples (SUM), amén de otros proyectos “siempre cambiantes” expresados por las autoridades. La vandalización de la parte más expuesta de la nave forma parte de una serie de hechos de inseguridad registrados en la última década en el complejo edilicio que ocupa varias hectáreas. Entre ellos se mencionan robos del equipamiento de los talleres y hasta la aparición del cadáver de un hombre indigente antes de la mudanza definitiva de la Rodolfo Rivarola.

Por ahora el antiguo taller ferroviario, que quedó como enclave en un punto estratégico de la ciudad, permanece sin destino asignado.

La gestión anterior proyectó en el predio una escuela de Artes Visuales

La ex ministra de Educación de la provincia, y actual diputada por el Partido Socialista Claudia Balagué, cuenta que ya durante el segundo gobierno de Jorge Obeid se propuso utilizar uno de los predios ferroviarios del ex barrio Refinería (hoy Las Malvinas) para una escuela técnica, pero no se había iniciado la obra edilicia. Fue un tema sobre el que el ex gobernador batalló mucho. “Nosotros (la gestión del Frente Progresista) le dimos continuidad porque nos parecía importante: primero se mudaron los talleres de la 471, en 2015, y dos años después la escuela completa, una vez garantizados los espacios de dirección, docentes, administrativos y las aulas. Luego comenzó el proceso de trabajo en el ala oeste del galpón: el Ministerio de Innovación y Cultura desarrolló un proyecto para la Escuela Provincial de Artes Visuales (EPAV) que estaba muy avanzado”, recordó la legisladora, lamentando que la actual administración no avanzara en ese sentido.

“Dejamos todo preparado y no se le dio continuidad. Entiendo que vino la pandemia, pero me duele porque implica la interrupción de una política pública en educación, una mala señal hacia la sociedad, además de que era un hermoso proyecto combinar las escuelas técnicas con la artística”, evaluó Balagué, y explicó que la Epav Nº 3031, General Manuel Belgrano, dependía pedagógicamente de la cartera que presidía Chiqui González por la especificidad de la disciplina.

“Se convocó a la comunidad, se trabajó con anteproyectos de ideas porque la escuela hace años está pidiendo un espacio propio y adecuado. Ese galpón reciclado era ideal porque garantizaba amplitud para las prácticas y la diversidad de expresiones. Esperemos que algún día se concrete, porque también será motivador para los estudiantes”, finalizó quien fue ministra entre 2012 y 2019.

La Epav Manuel Belgrano, creada en 1941, funciona en el primer piso de Alem 3084, donde se pueden cursar carreras relacionadas con el diseño, las artes visuales y la comunicación visual. En 2018 se entregaron en la sede de la gobernación los premios del concurso nacional de anteproyectos para el nuevo edificio, organizado por el Colegio de Arquitectos de la provincia y el que nuclea a los profesionales del distrito 2 (Rosario), con la promoción del gobierno santafesino y de la propia escuela. El anteproyecto ganador había sido realizado por el estudio Bares-Bares-Bares-Schnack, dirigido por los arquitectos Enrique Bares, Federico Bares, Nicolás Bares y Florencia Schnack, en conjunto con el asesoramiento técnico de los ingenieros Fernando Saludas, Julio Blasco Diez, y el arquitecto Alejandro Blasco, según citan sitios especializados en arquitectura.

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