Tren a las Nubes: uniendo Salta con el cielo
El Tren a las Nubes es reconocido por turistas de todo el mundo y de todo el país. Es el tercer ferrocarril más alto del planeta.
El Tren a las Nubes es reconocido por turistas de todo el mundo y de todo el país. Es el tercer ferrocarril más alto del planeta.
SALTA 27 Mar (Ser Argentino).- El Tren a las Nubes es una de las atracciones más importantes del norte argentino y está en La Linda. El recorrido arranca no arranca en tren, arranca en un bus que nos lleva por distintos puntos turísticos hasta llegar a San Antonio de Cobres. Este trayecto empieza muy temprano en la mañana, en la Estación de Tren de Salta. En el camino se pasa por Campo Quijano, Viaducto El Toro y la Formación Geológica Yacoraite como paradas fotográficas. Luego de tres horas de viaje, el bus para en El Alfarcito Fundación Padre Chifri, donde los viajantes disfrutan de un desayuno campestre.
Luego del desayuno, el bus sigue su camino hasta la Estación San Antonio de Cobres: allí empieza realmente la aventura en el Tren a las Nubes. El destino del tren es el Viaducto La Polvorilla, ese lugar donde un puente y el cielo agigantan la imagen del Tren a las Nubes. Allí los pasajeros pueden bajar del tren y conocer el lugar.
El Tren a las Nubes es un modelo ferroturístico que convoca a miles de visitantes de todo el mundo. En 2022, el cumplirá sus primeros 50 años. Viajar en tren es toda una experiencia, más si el recorrido nos muestra las obras más grandes de la ingeniería del siglo pasado en Salta. Las regiones de La Linda siempre regalan paisajes únicos, inolvidables, donde la estructura natural parece maquillarse para cada foto. Desde el tren podemos maravillarnos con la combinación pintoresca y rústica que ofrece el recorrido.
El selecto grupo de trenes al cielo
El recorrido del tren es a 4220 metros sobre el nivel del mar, el tercer tren más alto del mundo. Es superado por el ferrocarril Lima-Huancayo, que alcanza unos 4781 metros sobre el nivel del mar en Perú y por el ferrocarril Quinghai-Tibet de China, que sube a unos 5072 metros sobre el nivel del mar.
El nombre y la leyenda
El ferrocarril fue bautizado como Tren a las Nubes por un documental fílmico hecho por fotógrafos tucumanos. Los artistas pidieron al conductor que liberara el vapor de la locomotora, lo que generó un efecto único. El documental terminado fue entregado al ferrocarril y luego al periodista Emilio Petcoff. Este último, al ver la escena, la llamó “Tren a las Nubes”, nombre que tomaría luego Ferrocarriles Argentinos para el tren turístico.
La cultura del norte argentino tiene un vínculo fuerte, y lo vemos hoy con una leyenda. Los habitantes de la región consideran al Tren a las Nubes como el intermediario directo entre la tierra y los sueños. Esta interpretación cultural permite que la puna salteña pueda fusionarse con el cielo.
El servicio ferroviario turístico cumple con rigurosos estándares de calidad y seguridad internacionales. Tiene las adaptaciones necesarias para que nadie se quede afuera de esta experiencia única del Tren a las Nubes. Una obra de ingeniería que pone la maquinaria salteña, sin alas ni turbinas, al borde del cielo.
Luego del desayuno, el bus sigue su camino hasta la Estación San Antonio de Cobres: allí empieza realmente la aventura en el Tren a las Nubes. El destino del tren es el Viaducto La Polvorilla, ese lugar donde un puente y el cielo agigantan la imagen del Tren a las Nubes. Allí los pasajeros pueden bajar del tren y conocer el lugar.
El Tren a las Nubes es un modelo ferroturístico que convoca a miles de visitantes de todo el mundo. En 2022, el cumplirá sus primeros 50 años. Viajar en tren es toda una experiencia, más si el recorrido nos muestra las obras más grandes de la ingeniería del siglo pasado en Salta. Las regiones de La Linda siempre regalan paisajes únicos, inolvidables, donde la estructura natural parece maquillarse para cada foto. Desde el tren podemos maravillarnos con la combinación pintoresca y rústica que ofrece el recorrido.
El selecto grupo de trenes al cielo
El recorrido del tren es a 4220 metros sobre el nivel del mar, el tercer tren más alto del mundo. Es superado por el ferrocarril Lima-Huancayo, que alcanza unos 4781 metros sobre el nivel del mar en Perú y por el ferrocarril Quinghai-Tibet de China, que sube a unos 5072 metros sobre el nivel del mar.
El nombre y la leyenda
El ferrocarril fue bautizado como Tren a las Nubes por un documental fílmico hecho por fotógrafos tucumanos. Los artistas pidieron al conductor que liberara el vapor de la locomotora, lo que generó un efecto único. El documental terminado fue entregado al ferrocarril y luego al periodista Emilio Petcoff. Este último, al ver la escena, la llamó “Tren a las Nubes”, nombre que tomaría luego Ferrocarriles Argentinos para el tren turístico.
La cultura del norte argentino tiene un vínculo fuerte, y lo vemos hoy con una leyenda. Los habitantes de la región consideran al Tren a las Nubes como el intermediario directo entre la tierra y los sueños. Esta interpretación cultural permite que la puna salteña pueda fusionarse con el cielo.
El servicio ferroviario turístico cumple con rigurosos estándares de calidad y seguridad internacionales. Tiene las adaptaciones necesarias para que nadie se quede afuera de esta experiencia única del Tren a las Nubes. Una obra de ingeniería que pone la maquinaria salteña, sin alas ni turbinas, al borde del cielo.
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