Sergio Sasia y la «enorme preocupación» de mantener el distanciamiento social en los trenes.
BUENOS AIRES 12 May(Estado de Alerta) Todos los especialistas coinciden en que el transporte público puede ser el mayor ámbito de contagio del COVID19 si no se extreman las medidas de seguridad e higiene, motivo por el que, se encienden alarmas en cuanto al funcionamiento del servicio en la pandemia, donde además, la apertura gradual de la cuarentena, expone cada vez más a trabajadores y pasajeros.
En ese sentido, Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria manifestó su preocupación al respecto: en primer lugar por “tener diezmada la dotación en un 25% con compañeras y compañeros mayores de 65 años, con distintas patologías de riesgo que los inhabilitan para sus tareas», y por otro lado, «el cumplimiento de los protocolos de distanciamiento social -principalmente- y de prevención”, pues de lo contrario se convertiría en un inminente foco de contagio que pondría en riesgo a toda la población.
A modo de clarificar la cuestión, Sasia lo puso en números y explicó que “el sistema ferroviario -en el AMBA-, en situación normal, transporta dos millones de pasajeros diarios” y con la nueva modalidad de ir sentados lo pueden hacen en promedio unos 600 mil”. Lo que significa que de normalizarse la actividad “pasarían nuevamente a viajar 1.400.000 usuarios parados, acentuado en horas pico», cuestionó.
Y respecto a lo que puede parecer una solución como duplicar la cantidad de frecuencia de trenes aseguró que «no soluciona el problema pues aun cuando esto fuera posible existirían paso a niveles en donde nunca más se podrían levantar las barreras, lo que colapsaría el transporte automotor en esos lugares”.
“Eso es lo que nos lleva a la necesidad de repensar el sistema de transporte y la infraestructura que se necesita si uno apunta a que solamente viajen sentados los usuarios del ferrocarril”, sostuvo Sasia y lo comparó con distintos lugares del mundo donde “se utilizan muchos viaductos, bajo niveles” para lo que insistió en la necesidad de “trabajar fuerte en la infraestructura, también en un estudio y un diagrama con otros modos de transporte, y repensar los horarios de las distintas actividades, el comercio, la salud, los bancos, los trabajadores de la construcción, de la obra pública, la privada, de la seguridad… cuestión que permita evitar aglutinamiento de pasajeros”, remarcó.
Sería lo que el principal referente de Sindicatos en Marcha para la Unidad Nacional (SEMUN) llamó “un nuevo paradigma de estudio y de trabajo en el cual los distintos actores deberían apostar a un reordenamiento, con inversiones, para un nuevo sistema de transporte en el AMBA”.
Según contó a este medio, «es algo en lo que se viene trabajando con el Ministerio de Trabajo» pero la solución definitiva no está «sólo atender la coyuntura de que se pueda cumplir con el distanciamiento, con los protocolos sino también pensarlo a futuro” y lo analizó como “la materia pendiente dentro de las tantas problemáticas que hay lógicamente en una Argentina que no estaba bien cuando recibió el gobierno Alberto Fernández y que lógicamente se agravó por el coronavirus».
Por último, puso el acento en “la predisposición de los miles de trabajadoras y trabajadores ferroviarios que, pese a todo, están en esa primera línea de batalla asegurando los trenes de pasajeros y los trenes de carga”, considerados “esenciales” en tiempos de pandemia.
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