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lunes, 9 de septiembre de 2019

Transporte público

Apuran las obras en las estaciones del Belgrano Norte: este mes abrirán la de Carapachay

BUENOS AIRES 9 Sept(Clarin).-Los trabajos para elevar los andenes en las 22 plataformas de la línea se demoraron por la crisis económica. En octubre habilitarán las paradas de Boulogne y Aristóbulo del Valle.
Cambio. En Boulogne trabajan en el andén donde se detienen los trenes que van a Retiro.

Aunque a paso un poco más lento del que se esperaba, avanza la renovación de las estaciones del Belgrano Norte. “La de Carapachay estaría terminada este mes, y las de Boulogne y Aristóbulo del Valle, en octubre”, anuncian desde la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF).

Si bien el proyecto original contemplaba que todas estuvieran finalizadas a mediados de este año, debido a diversos inconvenientes los trabajos se demoraron algunos meses y los trenes aún siguen deteniéndose en los andenes provisorios. Mientras tanto, durante todo este tiempo, las tareas no sólo afectaron a los pasajeros sino, también, a los comercios ubicados alrededor de las siete estaciones que hay en San Isidro y Vicente López.

Cuando en mayo de 2018 arrancaron los arreglos en las 22 paradas de esta línea que atraviesa el Oeste de los distritos, la idea era mejorarlas a todas de manera simultánea. Sin embargo, al poco tiempo de adjudicadas las obras, la situación económica impactó sobre los convenios y el estado financiero de las empresas involucradas. “Esto dificultó el normal desarrollo de la ejecución –explican en ADIF-. Ya concluimos la revisión de los contratos, lo que nos permitió reorganizar los trabajos en base a un orden de prioridades”.


Carapachay. Es la primera estación que comenzará a funcionar.

En este marco -y tras evaluar la cantidad de usuarios de cada estación, si es un centro de transbordo y si los andenes provisorios están muy alejados-, definieron un plan de trabajo para todas. Por eso, en este momento están renovando más fuertemente ambas cabeceras (Retiro y Villa Rosa, en Pilar), Ciudad Universitaria, Aristóbulo del Valle, Carapachay, Boulogne y Don Torcuato.

Con la intención de que los 108.500 pasajeros que a diario transporta “el rojito” -como lo llaman los vecinos- viajen con más seguridad, entre otros cambios, la puesta en valor incluye la elevación de los andenes a 1,20 metro con respecto a las vías. El objetivo es igualarlos con la altura de las formaciones y evitar que la gente tenga que utilizar escalones para acceder a las formaciones.

En Carapachay, las cuadrillas trabajan en ambos andenes al mismo tiempo. Hasta ahora, completaron las estructuras y están haciendo las boleterías, los baños, sanitarios para discapacitados, la zona de espera y las oficinas. “Una vez que esté habilitada, los vecinos de Villa Adelina seguirán utilizando la plataforma alternativa que actualmente comparten con esta parada, que está ubicada a unas cuatro cuadras hacia el Sur, junto al paso a nivel de Obligado”, indican.

Las tareas en Boulogne, por donde cada mes circulan 173.000 pasajeros al mes, se están ejecutando en el andén descendente (hacia Retiro, del lado de la Galería), en el que hay construidos 60 metros lineales realizados de Sur a Norte; y trabajan en la estructura del andén central.
Durante las obras, no interrumpen el servicio.

En Aristóbulo del Valle, por su parte, avanzan en ambos andenes y en tres semanas calculan terminar el hormigonado; luego continuarán con la instalación eléctrica, la colocación de los ascensores y la puesta en funcionamiento definitiva.

Luego de finalizar los trabajos en estas estaciones “prioritarias”, desde ADIF aseguran que: “Continuaremos con las demás, que forman parte de seis contratos con distintas compañías. Durante las obras no interrumpiremos el servicio en ninguna”.

    "Esperamos que la obra termine y que esto se reactive, porque es insostenible"
    Marisol, comerciante de Carapachay

La noticia de esta próxima habilitación seguramente traerá algo de alivio a los negocios de los alrededores de estas estaciones que, en un contexto de “parate” general, desde que se instalaron los andenes provisorios sienten aún más los efectos negativos.

“Cada vez que paraba el tren pasaban 15 personas por la puerta y alguna siempre compraba. Ahora no pasa nadie, la actividad bajó mucho”, dice Pablo Camarella en un almacén de Independencia al 2.800, en Carapachay. En la misma cuadra, Marisol, la dueña de la regalería y blanquería “Azul Marino”, suma: “La actividad en la zona bajó, como mínimo, un 60%. Al correr la estación quedamos perjudicados. Esperamos que la obra termine y que esto se reactive porque es insostenible”.

Para los usuarios, la situación no es muy diferente. “A mí me perjudicó bastante. Voy a Capital en colectivo porque el andén provisorio me queda lejos. Tardo más tiempo y gasto más plata”, afirma Juan Manuel Russo, vecino de Carapachay.

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