Vibraciones en la línea H: tras meses de reclamo, Sbase inició diálogo con los vecinos
CAPITAL FEDERAL 27 Sept(Nueva Ciudad).-En las viviendas que quedan sobre la calle Patagones, los vidrios vibran, las paredes tienen rajaduras y se desprenden azulejos. Piden respuestas a la empresa.
El reclamo de los vecinos de Parque Patricios afectados por las vibraciones de la línea H parece haber comenzado a despejarse. Luego de meses de reclamo, autoridades de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) se reunieron con las familias afectadas y acordaron conformar "una mesa de diálogo" con participación de la Agencia de Protección Ambiental (APrA), sgún detalló el sitio En El Subte.
La denuncia de los vecinos comenzó a principio de año. En las viviendas que quedan sobre la calle Patagones los vidrios vibran, las paredes tienen rajaduras y se desprenden azulejos. Debajo de esa calle pasan las estaciones Caseros y Parque Patricios del subte H, en ese tramo el recorrido de las formaciones dejan de pasar por debajo de la avenida Jujuy para, tras tomar una curva luego de Caseros, continuar bajo Patagones hasta el parque Patricios.
"Así estamos desde hace más de dos años. No es un problema de sonido, sino de calidad de vida", cuenta Raquel Zanelli a La Nación. La mujer está preocupada porque escubrió que su vivienda comenzó a tener rajaduras y algunos azulejos se desprendieron. Dice que estos problemas surgieron entre fines de 2016 y comienzos de 2017, cuando la línea H mejoró en frecuencia y renovó algunas formaciones.
"Pedimos respuestas, pero sólo vinieron algunas veces a tomar mediciones y, oh casualidad, justo en esos momentos las vibraciones no se sentían tanto. Estuvieron por debajo de lo que sería la norma", cuenta Fernando Roldán y especifica que se acercaron técnicos de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), de la concesionaria Metrovías y de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase)."De alguna manera, hay momentos en los que se logra reducir la vibración, como ocurrió en enero que no teníamos problema. Creemos que tiene que haber alguna solución para reducir el impacto", agrega el vecino a La Nación.
Los vecinos de la calle Patagones se juntaron para realizar un relevamiento. El 17 de abril, un grupo de personas bajó a la estación Caseros y otro lo hizo en Parque Patricios, el tramo en conflicto. Mientras ellos tomaban nota del horario y el número de formación que circulaba en cada momento en cada punto, con el objetivo de calcular la velocidad, en un par de viviendas unos teléfonos celulares "medían" la vibración.
"Bajamos una aplicación, un vibrómetro, que en realidad está hecho con una escala para terremotos, pero servía como demostración que hay movimiento", explica Roldán. En 30 minutos, por ejemplo, registraron tres eventos que se acercaron al grado 3 en la escala Mercalli, esta medida es utilizada para evaluar la intensidad de los sismos a través de los efectos causados en las estructuras. De acuerdo a la escala, el temblor débil es perceptible por algunas personas dentro de los edificios, especialmente en pisos altos.
Gonzalo Sarasola dice: "Es molesto para nuestra calidad de vida. No podemos dormir tranquilos más de cinco horas". Tanto él como su esposa enviaron correos electrónicos de reclamos a Sbase, hicieron llamados a la línea 147 y remitieron una carta a la Defensoría del Pueblo. "No me explican nada. Nadie nos ayuda. Vinieron tres o cuatro veces a medir con un aparatito pero no coincide con lo que sentimos", indica el vecino.
Desde Sbase dijeron a La Nación que cuando surgen este tipo de reclamos es Metrovías quien realiza las correspondientes mediciones a lo largo de la calle y en distintas condiciones: con y sin paso de formaciones; con y sin tránsito en superficie. "El operador informó que los niveles de vibración medidos en el punto de estudio son muy inferiores a los establecidos en las Normas IRAM 4077, DIN 4150 y BS 7385, que son las que regulan el nivel de vibraciones en las ciudades". Dentro de los domicilios particulares, es la APRA quien realizó los relevamientos. "De acuerdo al procedimiento, si eventualmente se superara el límite permitido se deberá enviar a Sbase los resultados. Hasta ahora no sucedió", agregaron.
El reclamo de los vecinos de Parque Patricios afectados por las vibraciones de la línea H parece haber comenzado a despejarse. Luego de meses de reclamo, autoridades de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) se reunieron con las familias afectadas y acordaron conformar "una mesa de diálogo" con participación de la Agencia de Protección Ambiental (APrA), sgún detalló el sitio En El Subte.
La denuncia de los vecinos comenzó a principio de año. En las viviendas que quedan sobre la calle Patagones los vidrios vibran, las paredes tienen rajaduras y se desprenden azulejos. Debajo de esa calle pasan las estaciones Caseros y Parque Patricios del subte H, en ese tramo el recorrido de las formaciones dejan de pasar por debajo de la avenida Jujuy para, tras tomar una curva luego de Caseros, continuar bajo Patagones hasta el parque Patricios.
"Así estamos desde hace más de dos años. No es un problema de sonido, sino de calidad de vida", cuenta Raquel Zanelli a La Nación. La mujer está preocupada porque escubrió que su vivienda comenzó a tener rajaduras y algunos azulejos se desprendieron. Dice que estos problemas surgieron entre fines de 2016 y comienzos de 2017, cuando la línea H mejoró en frecuencia y renovó algunas formaciones.
"Pedimos respuestas, pero sólo vinieron algunas veces a tomar mediciones y, oh casualidad, justo en esos momentos las vibraciones no se sentían tanto. Estuvieron por debajo de lo que sería la norma", cuenta Fernando Roldán y especifica que se acercaron técnicos de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), de la concesionaria Metrovías y de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase)."De alguna manera, hay momentos en los que se logra reducir la vibración, como ocurrió en enero que no teníamos problema. Creemos que tiene que haber alguna solución para reducir el impacto", agrega el vecino a La Nación.
Los vecinos de la calle Patagones se juntaron para realizar un relevamiento. El 17 de abril, un grupo de personas bajó a la estación Caseros y otro lo hizo en Parque Patricios, el tramo en conflicto. Mientras ellos tomaban nota del horario y el número de formación que circulaba en cada momento en cada punto, con el objetivo de calcular la velocidad, en un par de viviendas unos teléfonos celulares "medían" la vibración.
"Bajamos una aplicación, un vibrómetro, que en realidad está hecho con una escala para terremotos, pero servía como demostración que hay movimiento", explica Roldán. En 30 minutos, por ejemplo, registraron tres eventos que se acercaron al grado 3 en la escala Mercalli, esta medida es utilizada para evaluar la intensidad de los sismos a través de los efectos causados en las estructuras. De acuerdo a la escala, el temblor débil es perceptible por algunas personas dentro de los edificios, especialmente en pisos altos.
Gonzalo Sarasola dice: "Es molesto para nuestra calidad de vida. No podemos dormir tranquilos más de cinco horas". Tanto él como su esposa enviaron correos electrónicos de reclamos a Sbase, hicieron llamados a la línea 147 y remitieron una carta a la Defensoría del Pueblo. "No me explican nada. Nadie nos ayuda. Vinieron tres o cuatro veces a medir con un aparatito pero no coincide con lo que sentimos", indica el vecino.
Desde Sbase dijeron a La Nación que cuando surgen este tipo de reclamos es Metrovías quien realiza las correspondientes mediciones a lo largo de la calle y en distintas condiciones: con y sin paso de formaciones; con y sin tránsito en superficie. "El operador informó que los niveles de vibración medidos en el punto de estudio son muy inferiores a los establecidos en las Normas IRAM 4077, DIN 4150 y BS 7385, que son las que regulan el nivel de vibraciones en las ciudades". Dentro de los domicilios particulares, es la APRA quien realizó los relevamientos. "De acuerdo al procedimiento, si eventualmente se superara el límite permitido se deberá enviar a Sbase los resultados. Hasta ahora no sucedió", agregaron.
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