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domingo, 12 de mayo de 2019

La historia del ferrocarril

La historia del ferrocarril es la historia del país


Mensaje proponiendo la reconstrucción ferroviaria para recuperar la Argentina, de la mano de Juan Carlos Cena y Leopoldo Markus.

“El Ferrocarril como instrumento para recuperar el país”. Así es el título de la charla que dejaron en Junín Leopoldo Markus y Juan Carlos Cena, quien además es autor de numerosos libros.

Tras una visita por Chacabuco, una disertación en la UNNOBA y en Lugares Comunes Centro Cultural, los expositores hablaron con LA VERDAD: un breve repaso por la historia ferroviaria que envuelve el crecimiento de Junín y el país, y una mirada hacia el futuro.

“La historia del ferrocarril es la historia del país. Lo que nosotros hacemos es divulgar lo que está en la mente de gran parte de los argentinos, que quieren reconstruir un país que está destruido y asolado desde el ‘76”, señaló Markus.

Cuarenta y cuatro años de la vida de Cena transcurrieron dentro de un lugar ferroviario como empleado, pero además, fue hijo de un trabajador que fue varias veces trasladado, así que cuando le preguntan por su lugar en el mundo, está obligado a responder que “tengo varios”. Ingresó a la gran empresa nacional como un mandato paterno, pero cuando llegó a ver el horno de fundición, las locomotoras, las fábricas… “son una maravilla que todavía tengo guardada en la cabeza”.

Siempre relacionado con el movimiento obrero, a Juan Carlos Cena lo echaron tres veces del Ferrocarril. “Cuando ingresé en 1950, tenía 220 mil trabajadores y el número de transporte de carga y pasajeros llegó a un récord insuperable”, recordó.

Después del célebre “ramal que para, ramal que cierra”, que fue definitivo para el sistema ferroviario y nunca se revirtió, también hay que hablar de las consecuencias: “tenemos 37 talleres que bajaron las persianas, no hay policlínicos ferroviarios, las escuelas cerraron y quedaron 1200 pueblos fantasmas. Se destruyó todo”.

“Lo peor es que todos los gobiernos que siguieron desde Menem hasta la actualidad fueron iguales: ninguno tocó nada. Y hoy me fijo en los programas de partidos políticos y ninguno habla del ferrocarril”, agregó.

Estado gendarme

Por su parte, Leopoldo Markus resaltó que “el ’76 es una fecha trágica para el país y tuvo por motivo fundamental cerrar el ciclo del peronismo. Ahora dicen que hay que terminar con 70 años de populismo, que traducido quiere decir lo mismo: quieren terminar con el Estado-Nación”.

“Ahora, lo que estamos viviendo, es una reedición corregida y aumentada del Estado gendarme, liberal y clásico del Siglo XIX, que protegía la acumulación capitalista”, indicó.

Además, explicó que “para tener una idea de la magnitud de la destrucción, cuando el general Perón nacionalizó los ferrocarriles en 1947, la longitud aproximada de todas las redes estaba en alrededor de 48.000 kilómetros. El menemismo cerró y privatizó 32.000 kilómetros, hoy se usan 14.000 kilómetors, de los cuales 6000 son de la zona metropolitana. Esto explica por qué la mayor parte de las cargas se hace con camiones”.

“Pero además se despidieron 90.000 trabajadores, se cerraron estaciones y se perdió en el corto plazo toda la experiencia acumulada de 150 años, que llevaba el ferrocarril”, detalló.

Mensaje esperanzador

En el último libro, llamado “Los andenes de la desolación”, Juan Carlos Cena muestra a través de fotos la destrucción ferroviaria. “Pero debemos recuperarlos, y que esta obligación es de todos. Aunque no hay plazos”, apuntó.

“Hay que tener en cuenta que todos los talleres fueron saqueados, se llevaron hasta los techos, y que no pase el tren significó que no haya más agua, no haya luz y hayan desaparecidos 1200 pueblos”, destacó.

Finalmente, Leopoldo Markus subrayó que “en el lugar donde funcionaba el laboratorio de ensayo de materiales, hoy hay viviendas de lujo, en Puerto Madero, así que de la actividad científico-tecnológica pasamos al negocio inmobiliario”.

DESTACADOS TEXTO

– En la Argentina, a través de los años, se despidieron a 90.000 ferroviarios

– La red ferroviaria se redujo de 48.000 kilómetros a los 14.000 actuales

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