Al costado de las vías hay de todo menos seguridad
Si Plottier quiere recibir al Tren del Valle, deberá ponerse las pilas.
Al costado de las vías hay de todo menos seguridad
NEUQUEN 8 SEPT (LMN).-Después de dos décadas sin tren de pasajeros, los vecinos del oeste de la ciudad se acostumbraron a convivir con las vías como si fueran el patio trasero de sus casas. Por eso, a medida que los rieles se alejan del centro, es cada vez más frecuente ver pequeños jardines, estacionamientos y hasta juegos infantiles sobre el terreno que pertenece al ferrocarril. Todo eso deberá quitarse si se cumple la promesa de extender el servicio hasta Plottier.
El único tramo preparado hoy para una ampliación del recorrido es el Parque Central. Dentro de ese pulmón verde, casi todos los pasos a nivel tienen barreras automáticas y laberintos peatonales. La excepción es el pasaje Juan Manuel de Rosas, junto a la pista de patín, que no cuenta con ningún tipo de señalización. Además, en ese sector, los autos estacionados se acumulan arriba de los rieles, sin que nadie controle.
De Láinez hacia el oeste ya no hay barreras, ni vehiculares ni peatonales. La única advertencia para el paso del tren son las cruces de San Andrés, que en muchos casos están despintadas, tumbadas y hasta cubiertas de afiches electorales.
Aquí y allá, los vecinos construyeron senderos con escaleritas de madera para cruzar las vías. Además, en todo el trayecto hasta Plottier, la gente pasea con sus perros sobre los rieles, aun cuando tienen una flamante bicisenda a pocos metros de distancia. También hay tramos que se transformaron en jardines, con árboles, plantas de estación y hasta banquitos.
A la altura de Rodhe, varias empresas de servicios industriales coparon las vías como estacionamiento. Todos los días dejan una veintena de vehículos y volquetes sobre el terreno del ferrocarril, algunos a pocos centímetros de los durmientes.
También en Plottier, en el barrio Unión, muchos vecinos estacionan el coche junto a las vías. Desde el viejo Citröen hasta un camión Scania, hay de todo. Y como si eso fuera poco, la municipalidad construyó una plaza con juegos infantiles a un par de metros de los rieles, sin alambrado que los separe del paso del tren.
18 cruces sin barrera hay entre la avenida Olascoaga y el centro de Plottier.
Este reciclaje de los terrenos ferroviarios tiene su correlato en la ex estación de Plottier. En una parte del edificio funciona el juzgado de paz y al lado se instaló la dirección municipal de Tránsito y Transporte. De la ex boletería solo queda el cartel.
Con la ampliación del servicio de pasajeros a Plottier, sucede lo mismo que en 2015 con el recorrido a Cipolletti.
La infraestructura lleva dos décadas sin mantenimiento, olvidada por los despachos públicos, y a eso se suma la despreocupación de los vecinos por los peligros del ferrocarril. Por eso, la extensión del Tren del Valle hacia el oeste requerirá de un sinfín de pequeñas obras y una paciente tarea de reeducación vial para peatones y automovilistas.
Hay 24 calles que atraviesan las vías en los 15 kilómetros entre una estación de ferrocarril y otra. Solo siete pasos a nivel tienen barreras automáticas.
Parrilla al lado de los durmientes
Es tal la falta de costumbre con el paso del tren que, en el barrio Unión de Plottier, un vecino construyó una parrilla de ladrillos a un par de metros de las vías para hacerse un asadito sin que nadie lo moleste. Plantó varios árboles junto a la estructura para tener reparo del sol o el viento, y detrás, casi pegadas a las vías, hay sillas viejas que sirven de sostén de unos macetones con plantas. Un poco más abajo, en un rincón, el terreno quedó acondicionado para montar la pelopincho cuando llega el verano.
Vecinos quieren una parada en la playa de maniobras
Por ahora, el plan de Nación es extender el Tren del Valle desde el centro de Neuquén hasta la estación de Plottier, sin paradas intermedias.
Sin embargo, los vecinos del oeste no están dispuestos a ver pasar el ferrocarril frente a sus casas sin poder tomarlo. Propusieron aprovechar la actual playa de maniobras, junto a la calle Río Colorado, para levantar y dejar pasajeros de los barrios ubicados en el límite de las dos ciudades.
Mónica Vázquez, presidenta del barrio Unión de Plottier, contó que llevan 20 años esperando la vuelta del tren de pasajeros. “Cada vez que vemos el de cargas, salimos todos a mirar, porque es algo que se extraña”, comentó.
Indicó que los nuevos barrios ubicados al oeste de Neuquén y al este de Plottier tienen muchos problemas de conectividad y, poreso, “vendría muy bien el tren para los chicos que viajan a estudiar en el secundario o para todos los vecinos que dependen del colectivo”.
“No es tan difícil poner una parada intermedia, pueden aprovechar la playa de maniobras pasando el aeropuerto, porque tienen un edificio ahí que está disponible”, observó.
Lorena del Águila, presidenta de la vecinal de La Herradura, coincidió en que se necesita un servicio como el tren en el sector. “Sería una pena que no hagan la parada porque tenemos muchos chicos que estudian en la universidad y dejaron por el costo del transporte, porque necesitan como mínimo dos colectivos”, comentó.
Recalcó que antes estaban en una zona de chacras “y ahora somos muchos barrios nuevos los que estamos hacia el lado de la Balsa, tanto por la Futaleufú como por la Río Colorado”.
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