Hacia la inclusión de los ferrocarriles
MENDOZA 29 Mar (Por Anabel Fernández Sagasti para MDZ ON LINE). La diputada nacional por Mendoza reflexiona sobre el tema siempre vigente.El primero de Marzo de 2015, en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció el envío de un proyecto de ley para recuperar por parte del Estado Nacional la administración de los ferrocarriles argentinos.Como bien explicó la Presidenta en esa ocasión, esta decisión no fue movilizada en virtud de ningún afán estatizador, sino que esta decisión estratégica se funda en la convicción de que el Estado puede ser eficiente cuando hay decisión política, compromiso y voluntad transformadora. De ello en el Estado Nacional sobran los ejemplos: Aerolíneas Argentinas, YPF, la administración de la línea Sarmiento en Buenos Aires.La semana pasada fue enviado por el Poder Ejecutivo Nacional a la Cámara de Diputados de la Nación dicho proyecto, el cual tiene por objeto declarar de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina la política de reactivación y el mejoramiento de la infraestructura ferroviaria y la incorporación de tecnologías de servicios que coadyuden a la modernización y a la eficiencia del sistema de transporte público ferroviario y a rever los vectores del sistema de explotación del transporte ferroviario de cargas argentino. Para ello, se constituye la Sociedad Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado, la cual será la madre del resto de las empresas que hoy llevan adelante el funcionamiento de los ferrocarriles como son la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (AIF), la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) y Belgrano Cargas y Logística.La nacionalización del sistema ferroviario, es una medida con visón de futuro, va más allá de la coyuntura, es una mirada de la Argentina con una perspectiva estratégica. Es una medida que se enmarca dentro de la decisión política de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de que “allí donde hubo un tren, vuelva a haber un tren”. En total sintonía y con la misma visión de futuro, entre la principales propuestas de gobierno del pre candidato a gobernador de Mendoza, Guillermo Carmona, se encuentran la re funcionalización de todos los ramales ferroviarios de la provincia; con el objetivo de mejorar la comunicación entre las comunidades regionales, brindando servicios de transporte de pasajeros, y dar salida a las producciones regionales, mineras, agropecuarias e industriales, lo que será determinante para iniciar la reactivación regional creando fuentes de trabajo genuino, tanto por la misma recuperación ferroviaria como por el factor de inducción y sinergia que este generará, bajando los costos de transporte y facilitando la accesibilidad turística, como un valor agregado. Así nos permitimos soñar con un tren que vaya desde el Departamento de La Paz a la Ciudad trasladando estudiantes y trabajadores y otro proveniente del sur mendocino cargando el producto de nuestra tierra y trabajo.Dicha re funcionalización incluye también el Tren Trasandino y al Ferrocarril General San Martin como obras fundamentales para que Mendoza se encuentre integrada a la región y al mundo. No podemos proyectar Mendoza sin un ferrocarril activo que nos permita salir a los mercados en forma rápida y con costos acordes a nuestras posibilidades de competencia; es necesario un el sistema ferroviario que permita una reducción de costos para la industria y que permita mejorar el esquema de nuestra matriz productiva y la de todas las regiones del País. El costo de trasporte tiene una incidencia del 17% sobre el precio FOB de cada botella de vino exportado desde Mendoza; la incidencia del flete en la estructura de costos es importante y termina teniendo peso específico en las exportaciones Actualmente, el Estado Nacional está realizando grandes esfuerzo para impulsar el sistema ferroviario, este año se terminó de reacondicionar el tramo Retiro – Rufino del Ferrocarril General San Martin, dentro de poco se abrirá la licitación para la renovación de vías entre Rufino y Justo Daract (San Luis), que se sumará al mejoramiento integral que ya se está realizando entre Daract y Mendoza, una obra de gran importancia para la provincia y un requerimiento desde hace años por parte de los sectores productivos mendocinos. Cabe aclarar que este tipo de obras se vienen ejecutando en más de once provincias argentinas.Tengo la certeza de que el tren no es un mero medio de transporte, sino que al igual que nuestra recuperada YPF, forma parte de la cultura nacional, porque alrededor de ellos se forjaron pueblos, sueños y trabajo. Recuperando para el Estado el ferrocarril estamos recuperando parte de la historia que le robaron a muchos argentinos. Recuperando el tren seguimos forjando la Patria del crecimiento económico, con generación de empleo e inclusión social.
La reprivatización ferroviaria del kirchnerismo
CAPITAL FEDERAL 29 Mar (por Nestor Pitrola para Infobae).-Aunque el relato anuncia la “reestatización” del FFCC, el Proyecto de Ley enviado por el ministro Randazzo al Congreso sólo habla de una “política de reactivación” ferroviaria. Pasa la esponja a 20 años de vaciamiento y miente sobre el futuro. La sorprendente prueba de esto la ofreció el diputado Federico Sturzenegger, quien adelantó en el plenario de comisiones de Diputados el apoyo del macrismo.El artículo 2° consagra “la participación pública y privada en la prestación y operación de los servicios ferroviarios”. Plantea “renegociar los contratos de concesión” en el transporte de cargas: Nuevo Central Argentino (Aceitera Deheza), Ferroexpreso Pampeano (Techint) y Ferrosur Roca (Cementera Camargo Correa). Son sectores rentables. La ley sólo relativiza el control de los actuales concesionarios al plantear que estos ramales deben ser abiertos a todos los “usuarios” que se anoten en un Registro especial, algo reclamado por otros grupos exportadores de granos y minerales.También plantea la “renegociación” de los contratos de concesión en sectores del transporte de pasajeros como el FFCC Urquiza (grupo Roggio) y Belgrano Norte (Emepa). En su artículo sexto consagra la mantención de la Sociedad Belgrano Cargas y Logística SA. En el Belgrano Cargas, que abarca 13 provincias y todo el corredor de la soja, está la crema del negocio. Hoy de la reconstrucción por parte de los chinos, y mañana de la administración. Su modernización, encarada en los acuerdos leoninos con China, es una exigencia del Banco Mundial y de las grandes compañías exportadoras para abaratar el costo de la logística argentina. Se trata de una inversión del Estado de 6.000 millones de dólares “para entregar a las economías regionales” según el presidente Marcelo Bosch, hombre de confianza del capital financiero y agroexportador. El proyecto permite (art. 15) “la gestión de los sistemas de control de circulación de trenes y el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria (por) terceros o asociada a terceros”. Mantiene en pie la tercerización-superexplotación de los trabajadores. El capital chino al hacerse cargo del mantenimiento será una gran tercerizada. La lucha contra esto costó la vida de Mariano Ferreyra (y centenares de despidos y persecuciones) por la patota de Pedraza. El proyecto del Gobierno incorpora al directorio a dos burócratas sindicales, es decir, continúa el pacto de la trilogía que condujo al crimen de Mariano.Tampoco plantea ningún tipo de auditoria, ni inventario de los bienes que el Estado pasa a “administrar” en forma directa. Es un operativo de encubrimiento: habría que rendir cuentas de 100 mil millones de pesos en subsidios otorgados en la “década” a concesionarias. Estas han desviado los subsidios a su patrimonio y nuevos negocios, en lugar de invertirlos en mantenimiento.Las movilizaciones contra el crimen de Mariano y por la masacre de Once obligaron a medidas que llegaron mal y tarde. El Gobierno primero cerró contratos con los chinos para importar vagones y repuestos y luego envió el proyecto que crea ferrocarriles argentinos. Un superendeudamiento que golpea cualquier industrialización nacional. Ya no es el vaciamiento indiscriminado. Hay una reconstrucción selectiva, parcial, otra vez privatista, desindustrializadora y basada en endeudamiento, sobre las ruinas del viejo ferrocarril.
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