Hidrovía y trenes
BUENOS AIRES 5 Jul(Ambito).-La navegación
comercial define buena parte de las exportaciones del complejo agrícola.
Tal como ocurre con el transporte de carga por ferrocarril, impacta de
forma sustancial en los costos de transporte de las mercaderías. La
perspectiva empresarial no puede determinar las necesidades de la
economía. Es preciso regular el tránsito fluvial.
Por Carlos Heller
Desde
los tiempos remotos de nuestra historia nacional venimos discutiendo
sobre la navegación de los ríos. También sobre la cuestión de los
ferrocarriles y su rol central para comunicar las ciudades.
La
navegación comercial, la de gran porte, es la que define buena parte de
las exportaciones del complejo agrícola. Tal como ocurre con el
transporte de carga por ferrocarril, impacta de forma sustancial en los
costos de transporte de las mercaderías. Pero la perspectiva empresarial
no puede determinar las necesidades de la economía y los sectores
productivos de menor envergadura. Es preciso regular el tránsito fluvial
con prácticas adecuadas, teniendo en cuenta otros aspectos que
atraviesan la operatoria, como los fiscales o los cambiarios.
Hidrovia, en manos del estado y un debate sobre modelo de desarrollo
Se
calcula que por el río Paraná circula aproximadamente el 80% de las
exportaciones agrícolas de la Argentina. Y que, entre otras cuestiones,
la vía fluvial determina que una parte considerable de esas
exportaciones se pierda a través del contrabando y por medio de
distintas formas de evasión fiscal.
Durante las últimas décadas,
el cobro del peaje fluvial quedaba entre privados. Ahora, durante un
año, el Gobierno se hará cargo de dicho peaje. Luego, con más tiempo, se
dará una política para el sector en una licitación larga. Allí se
acudirá al análisis amplio de las provincias, las universidades y demás
organismos científico-técnicos.
Al administrar la hidrovía por un
año se podrá saber qué es lo que se paga, cuánto se paga y qué pasa por
allí. Sólo pueden estar en contra de un objetivo de este tipo quienes
se oponen a un Estado presente o quienes pretenden lucrar “en las
sombras”. Al definir los peajes y dónde hacer los dragados se podrá
contemplar incluso la situación de los pequeños productores.
Desde
el seno de la Sociedad Rural Argentina se mostraron preocupados porque,
sostienen, “una mala decisión del Gobierno pueda afectar la
competitividad de toda la agroindustria exportadora. La hidrovía es la
puerta de salida de nuestra producción al mundo. Desde la SRA creemos
que contar con un sistema eficiente de hidrovía es fundamental para el
desarrollo del país. El sector agropecuario quiere ser parte del nuevo
armado de la hidrovía”. ¿Por qué razón el Estado podría llevar a una
situación de ineficiencia? ¿Por qué excluiría al sector agropecuario del
análisis? El propio jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, anticipó que
“se va a llamar a licitación pública internacional con nuevos
parámetros, con la participación de todas las provincias que intervienen
en la hidrovía, con la participación también de todo el Consejo
Consultivo, con la participación ciudadana de las organizaciones y sobre
todo de las autoridades”.
Lo mismo ocurre con los trenes de
carga. Ahora, a través de la empresa estatal Trenes Argentinos Cargas se
van a gestionar las líneas Sarmiento, Mitre y Roca, tras 30 años de
manejo privado. Al igual que con la hidrovía, es una política de
transición durante la emergencia. Hay que pensar en modelos de uso
abierto, con participación público-privada, como ocurre en Europa, donde
los privados usan sus propios trenes y pagan un canon para usar las
vías que mantiene el Estado. Y también deberían participar los
trabajadores en la gestión de estos servicios. En ambos sectores se
requiere planificación territorial estratégica. Proyectos de esta
envergadura se favorecen con espacios de debate con la representación
adecuada.
Son temas complejos, que requieren la opinión de
especialistas, aunque no se necesita un conocimiento profundo para
desestimar acusaciones sesgadas. No es cierto, como se repite desde
varios espacios, que el Estado busca “quedarse” con la hidrovía y los
trenes. En rigor, ya eran del conjunto de la sociedad, y lo que se hizo
en años pasados fue entregarlos en concesión. Últimamente se vencieron
contratos de larga duración, por lo que la situación estaba programada:
es un hecho contractual que no debería causar ningún resquemor.
Decisiones que indican claramente que el actual Gobierno regula en favor
del desarrollo, priorizando los intereses de la Nación y las
condiciones de vida de sus habitantes.
Diputado Nacional Frente de Todos
Presidente Partido Solidario.
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