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lunes, 1 de octubre de 2018

Provocó un choque de trenes

Provocó un choque de trenes y pagó 6000 pesos a Cáritas para no llegar a juicio

MAR DEL PLATA 30 Sept(La Capital de MDP).-El maquinasta Roberto Omar Monteros había estado involucrado en un accidente de 2011 que dejó como saldo a 70 heridos. Al cumplir con lo acordado, se suspendió el juicio a prueba en el que estaba imputado por "estrago culposo agravado".

Un maquinista de un tren que había provocado un choque entre unidades ferroviarias en abril de 2011 en el que 70 personas resultaron heridos, por disposición de la Justicia pagó 6000 pesos a Cáritas para se le suspendiera el juicio a prueba en el que estaba imputado por “estrago culposo agravado”.

La medida afecta a Roberto Omar Monteros y fue adoptada por el juez federal de Ejecución Penal Mario Alberto Portela, quien dispuso que el imputado estuviera sometido un año a controles de personal de Patronato de Liberados y que, para resarcir el daño que causó le pagará a Cáritas de la Parroquia San Pablo de la obra Don Bosco -Rivadavia 4818- la suma de 6000 pesos en 10 cuotas.

Durante el año que estuvo sometido a los controles, Monteros no cometió ningún tipo de delito y cumplió con los pagos acordados a Cáritas, por lo que el juez Portela resolvió declarar extinta la acción penal pública en su contra por “estrago culposo agravado” y sobreseer al maquinista.

La suspensión de un juicio a prueba se puede realizar en hechos en cuya pena de reclusión o prisión no exceda los tres años. Al realizarse esta acción, el imputado deberá hacerse cargo de la reparación del daño en la medida de lo posible, en este caso, el dinero que Monteros le pagó a Cáritas.

Un accidente en la madrugada

Según consta en la causa, los acontecimientos que desembocaron en un accidente en el que 70 personas resultaron heridas ocurrieron en la madrugada del 4 de abril de 2011, cuando la locomotora 9068 que había salido de Mar del Plata hacia Capital Federal (Constitución), que desplazaba un vagón comedor y seis de pasajaros sufrió un principio de incendio en el motor.

El incendió se dio a los pocos momentos en que el tren había abandonado la estación Monasterio. El fuego no pudo ser extinguido por el personal del tren, por lo que la formación quedó detenida en el camino.

El maquinista Monteros comunicó vía radial a Lezama lo que sucedía, desde donde se envió a bomberos voluntarios.

En esa comunicación, Monteros, habría informado que el tren se encontraba detenido en el kilómetro 144, que correspondía al de la Autovía 2 y no al del ferrocarril, que era el 137 palo 9. Para los investigadores, esta diferencia de indicaciones habría sido fundamental para que ocurriera el choque entre trenes.

Para prestar asistencia, desde Control Trenes de Mar del Plata resolvieron que una locomotora partiera desde la estación de Maipú.

La locomotora que fue a asistir a la que se encontraba detenida, según las pericas mecánicas realizadas en la investigación, realizó el recorrido a una velocidad aproximada de 75 km/h., algo excesiva para las recomendaciones en este tipo de emergencias nocturnas.

Entre la poca visiblidad que la noche ofrecía, la confusión del lugar exacta del tren detenido y la alta velocidad que llevaba la locomotora de asistencia generó una suma de condiciones adversas que hicieron innevitable el choque.

Al escuchar la locomotora en movimiento, Monteros detenó petardos de alarma para indicar que el tren estaba detenido. El conductor de la otra formaicón activó los frenos de emergencia, pero no fueron suficientes y colisionó de frente, provocando la herida en unas 70 personas y generando el descarrilamiento de algunos vagones.

El accidente se registró exactamente a la 1.55 de la madrugada. Entre los heridos habían mujeres embarazadas y niños que, afortunadamente, nadie sufrió lesiones de gravedad.

Para la Justicia, Monteros, al indicar errónamente el lugar exacto en el que estaba el tren detenido actuó con “imprudencia, negligencia y/o inobservancia de los reglamentos que rigen su profesión”. Además, para los investigadores “demoró en la colocación de señales de advertencia”.

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