Metrovías miente

Metrovías miente: la Línea E brinda servicio limitado por falta de formaciones e inversión

CAPITAL FEDERAL 25 Oct(La izquierda Diario).-Desde este miércoles y por tiempo indeterminado, la línea E funciona con servicio limitado desde estación San José hasta Plaza de los Virreyes. Una muestra más de la desinversión de Metrovías y el Estado que pagan usuarios y trabajadores.

La jornada de este miércoles en la Línea E comenzó con sólo 4 formaciones para abastecer todo el recorrido desde la zona sur de la capital hasta el microcentro. Desde las 5:30 de la madrugada entre interrupciones y servicios cortos se hacía sentir el descontento entre los usuarios, que si con la dotación normal de formaciones viaja como ganado, ¡imaginate con sólo cuatro!.

Cerca de las 11 de la mañana se quedó uno de los trenes y dejaron de llegar a Bolívar, cabecera que se encuentra bajo el Cabildo y estación por la cual día tras día pasan miles y miles de personas. Mientras la empresa Metrovías, en un principio, por altoparlante informaba que los problemas en el servicio se debían a una formación rota, en plena hora pico cambió su discurso con mentiras como que la interrupción se debía a un “arreglo de vías”. La empresa dirigida por los Roggio miente para ocultar su responsabilidad en la desinversión del subte, y deja expuestos a trabajadores y trabajadoras del subterráneo ante el justificado malestar de los usuarios mientras el personal jerárquico se resguarda en sus oficinas.

Desde hace muchísimo tiempo el subte sufre de la desinversión del grupo Roggio y se siente mucho más en la línea E donde los trenes son obsoletos y además no dan abasto con la demanda que el servicio tiene cotidianamente. Estaciones que se inundan cuando caen dos gotas y líneas que tienen que cerrar si llueve un poco más de lo permitido. Mientras Metrovías, que recibe subsidios millonarios durante el año, se llena los bolsillos. Somos los trabajadores, las trabajadoras y usuarios quienes pagamos las consecuencias: un pésimo, y costoso, servicio, que en muchas ocasiones pone en riesgo la vida de quienes día a día lo utilizan como la de quienes lo hacen funcionar.