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jueves, 25 de octubre de 2018

En el subte

En el subte, salgamos a las calles contra el Presupuesto 2019


CAPITAL FEDERAL 24 Oct(La Izquierda Diario).-Contra la tibia llamada de la dirección de AGTSyP a la jornada, desde la Agrupación Bordó planteamos la necesidad de ser parte de manera activa.

Esta miércoles 24, se va a tratar en el Congreso de la Nación el Presupuesto 2019, armado a medida de las condiciones económicas impuestas por el FMI. Contra la tibia llamada de la dirección de AGTSyP a la jornada, desde la agrupación Bordó planteamos la necesidad de ser parte de manera activa.

El saqueo orquestado por los capitales financieros y especuladores, pretende dar un salto con la aprobación del Presupuesto 2019. Menos plata para salud y educación, pero un aumento del 49% para pagar los intereses de deuda a los especuladores. La calidad de vida de los que menos tienen se sigue desmoronando, y la inflación pega más fuerte en los bolsillos más pobres.

Pero el gobierno de Cambiemos sigue con sus planes gracias a aliados que se dicen opositores, como el PJ. Aquellos que se dicen representantes de la clase trabajadora y el pueblo. Diputados y senadores, gobernadores, y el gran tapón para que la bronca de los trabajadores no se desarrolle: las centrales sindicales y sindicatos que se han dedicado a darle tregua al gobierno o a hacer medidas aisladas sin continuidad.
A llorar a la iglesia

Cómo decíamos más arriba, el rol de los sindicatos y centrales sindicales viene funcionando no solo de obstáculo a la predisposición de lucha del movimiento obrero, sino que a su vez pasiviza, con la intención de convencer a sus representados de que la salida a la crisis es "votar bien" en el 2019. Su intención es llevar toda la bronca del pueblo, que ya tiene que elegir entre pagar sus impuestos o comer, detrás de un proyecto de unidad peronista que no tiene pensado enfrentar el ajuste, y que en todos los medios, a través de sus figuras, dice que va a sostener el pacto con el FMI. El sindicato del subte AGTSYP es un exponente de esta política.

Pero este sábado fueron un poco mas allá, y desde la CGT, las CTAs y la Corriente Federal, realizaron una jornada en Luján, dónde presenciaron y hasta fueron oradores, de una misa y una oración ecuménica por "Paz, Pan y Trabajo". Allí estaba el secretario adjunto de AGTSYP, Néstor Segovia, junto a dirigentes peronistas y burocratas sindicales como Ricardo Pignanelli del Smata. Junto a mujeres sindicalistas como Vanesa Siley, referente del gremio judicial y diputada de Unidad Ciudadana, que se "olvidó" del pañuelo verde y ofició de oradora en la misa.
Todos supuestos representantes de los intereses de los trabajadores y trabajadoras y el pueblo. Pero a pesar de que los analistas económicos dicen que la pérdida del salario frente a la inflación será del 20% (en los sectores más desprotegidos probablemente aún más), no hubo ningún anuncio de medida de fuerza, ni convocatoria a copar la plaza contra el presupuesto de hambre que quiere implementar el gobierno de Cambiemos con la complicidad del peronismo. Y lo que se vió fue a la iglesia como actor político aglutinador con la mira puesta en las elecciones de 2019. Esa institución retrógrada, que ha sido cómplice de las épocas más nefastas, y que ha destinado recursos en una enorme campaña para que no se apruebe el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, entre otras de sus gestas contra los derechos de las mujeres, las minorías y el pueblo.
El camino para derrotar el ajuste es la organización

Desde la Bordó del subte, y desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC), venimos planteando la exigencia a la AGTSyP, pero también al resto de los sindicatos y a las centrales sindicales, de que convoquen a un gran paro y movilización para que el 24 seamos millones en el Congreso. Y que este sea el inicio de un plan de lucha votado en asambleas por los trabajadores y trabajadoras, por los y las estudiantes.

La situación de Brasil nos debe alertar. El rol del PT (partido que dirige la CUT, la más importante central sindical de ese país), que generó confianza en las instituciones y en el proceso electoral y no movilizó a los millones de trabajadores brasileños, llevó a que el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro saque casi 50 millones de votos y tenga prácticamente garantizado el éxito en la segunda vuelta. Frente a esta realidad, quedó demostrado que esta táctica no alcanza para dar una pelea que este a la altura del ataque que los máximos representantes de este sistema capitalista buscan hacer caer sobre nuestras espaldas.

La movilización en las calles, la organización de trabajadores, estudiantes, y el pueblo en general, es el camino que debemos encarar para dar una pelea seria contra el avance en nuestra región de las políticas imperialistas del FMI y los organismos económicos que influyen directamente en nuestras condiciones de vida.

En Argentina, el kirchnerismo que dirige decenas de sindicatos, cumple un rol similar al del PT, salvando las distancias de las realidades de uno y otro país. En Capital por ejemplo, la dirección del sindicato del subte AGTSYP, el sindicato de docentes, estatales, aeronáuticos y tantos otros que son estratégicos y con mucho peso. Sindicatos que si realmente se propusieran organizar la bronca que existe en las bases y coordinaran acciones harían temblar los intereses de aquellos que viven de nuestro trabajo y que son los responsables de esta crisis que se sigue profundizando. Sindicatos que podrían proponerse dar la pelea para no pagar la deuda externa, ilegítima y fraudulenta, o para frenar el presupuesto. Pero prefieren ir a rezar a Luján.

Nosotros proponemos que los trabajadores y trabajadoras del subte debatamos en asambleas como organizarnos para enfrentar el ajuste, para exigirles a las centrales sindicales un plan de lucha para vencer. Que seamos parte de esta jornada y decidamos como continuar, participando y con medidas para demostrar que los trabajadores organizados somos los únicos que podemos parar este presupuesto de miseria, que seguirá condenando a miles a la desocupación y el hambre. Porque no podemos esperar al 2019, la lucha es ahora.

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