Servicio a General Pico - Una vez por semana
CAPITAL FEDERAL 28 Jul (MDV).- A un año del Primer tren a General Pico, uno debería festejar y vanagloriarse por el regreso del Transporte Ferroviario y la posibilidad de viajar de mucha gente que precisa de éste medio para poder trasaldarse, sea por trabajo o recreación.En el primer viaje, se demoró 19 hs para realizar los 650 km que separan nuestra Capital de la ciudad mencionada. Lógicamente se solicitó paciencia porque había que trabajar y pulir muchos detalles, de modo de poder brindar un buen servicio. Lamentablemente, al festejo del primer aniversario al cual asistí, pude comprobar la desidia hacia el pasajero por parte de la empresa. Por empezar, sacar pasaje a General Pico presenta un incordio desde que se precisan cerca de dos o tres horas para lograr hacerlo. Los pasajes se venden una semana antes y se genera una gran congestión, para el único tren semanal. Para el ramal vía Realicó es aún peor ya que sólo se venden los pasajes cinco horas antes de la partida del tren. A la poca cantidad de pasajes en éste último ramal, se suma la incertidumbre de no saber hasta cinco horas antes de la partida, si se va a poder viajar o no debido al cupo limitado de la formación que hace la combinación (y para peor, si llueve se suspende en pleno 2015). Resulta caótico también el regreso ya que los pasajes en muchos casos se venden arriba del tren llenándolos a mano, dependiendo de las comodidades disponibles. La estacion de Gral.Pico tiene Boleteria, pero no esta habilitada como tal. Es decir, el pasajero espera el tren sin saber si va a viajar pero obligado a preparar sus bolsos y llevarlos por las dudas. No sólo no parece serio, sino que refleja un desprecio hacia quien se debe brindar un servicio cuya principal función es "social".En varias paradas del viaje pude observar como los posibles viajeros pugnaban por ingresar a la formación por las pocas puertas disponibles mientras se intentaba organizarlos para poder cobrarles el pasaje correspondiente. Se maneja mucha plata arriba del tren, quizas mucho mas que antes, porque el guarda solo cobraba en las estacioines clausuradas. En varias paradas, se abrió sólo una puerta.Si la demanda es excesiva, en lugar de agregar coches que no permiten subir en los andenes por ser extremadamente cortos dejando varios coches con las puertas sin plataforma, no sería más lógico poner más servicios o algún adicional? Digo, como forma de respeto a quien precisa viajar.No voy a profundizar sobre las comodidades, ya que el nuevo tren que presenta lo último en Confort y Tecnología no sólo no permite girar los asientos para acompañar el sentido de viaje, sino que tampoco permite dormir en los asientos que apenas se reclinan de manera testimonial. Si no es en camarote, se duerme incómodo debido a la involución. La formación durante el viaje, invierte la marcha de modo que pedir asiento con cierta orientación también resulta inútil.El otro extremo lo demuestra el personal con mucha voluntad y excelente predisposición intentando paliar cualquier circunstancia surgida durante el viaje logrando que sea más ameno.
Alejandro C. Bermejo
DNI: 24.270.549
CAPITAL FEDERAL 28 Jul (MDV).- A un año del Primer tren a General Pico, uno debería festejar y vanagloriarse por el regreso del Transporte Ferroviario y la posibilidad de viajar de mucha gente que precisa de éste medio para poder trasaldarse, sea por trabajo o recreación.En el primer viaje, se demoró 19 hs para realizar los 650 km que separan nuestra Capital de la ciudad mencionada. Lógicamente se solicitó paciencia porque había que trabajar y pulir muchos detalles, de modo de poder brindar un buen servicio. Lamentablemente, al festejo del primer aniversario al cual asistí, pude comprobar la desidia hacia el pasajero por parte de la empresa. Por empezar, sacar pasaje a General Pico presenta un incordio desde que se precisan cerca de dos o tres horas para lograr hacerlo. Los pasajes se venden una semana antes y se genera una gran congestión, para el único tren semanal. Para el ramal vía Realicó es aún peor ya que sólo se venden los pasajes cinco horas antes de la partida del tren. A la poca cantidad de pasajes en éste último ramal, se suma la incertidumbre de no saber hasta cinco horas antes de la partida, si se va a poder viajar o no debido al cupo limitado de la formación que hace la combinación (y para peor, si llueve se suspende en pleno 2015). Resulta caótico también el regreso ya que los pasajes en muchos casos se venden arriba del tren llenándolos a mano, dependiendo de las comodidades disponibles. La estacion de Gral.Pico tiene Boleteria, pero no esta habilitada como tal. Es decir, el pasajero espera el tren sin saber si va a viajar pero obligado a preparar sus bolsos y llevarlos por las dudas. No sólo no parece serio, sino que refleja un desprecio hacia quien se debe brindar un servicio cuya principal función es "social".En varias paradas del viaje pude observar como los posibles viajeros pugnaban por ingresar a la formación por las pocas puertas disponibles mientras se intentaba organizarlos para poder cobrarles el pasaje correspondiente. Se maneja mucha plata arriba del tren, quizas mucho mas que antes, porque el guarda solo cobraba en las estacioines clausuradas. En varias paradas, se abrió sólo una puerta.Si la demanda es excesiva, en lugar de agregar coches que no permiten subir en los andenes por ser extremadamente cortos dejando varios coches con las puertas sin plataforma, no sería más lógico poner más servicios o algún adicional? Digo, como forma de respeto a quien precisa viajar.No voy a profundizar sobre las comodidades, ya que el nuevo tren que presenta lo último en Confort y Tecnología no sólo no permite girar los asientos para acompañar el sentido de viaje, sino que tampoco permite dormir en los asientos que apenas se reclinan de manera testimonial. Si no es en camarote, se duerme incómodo debido a la involución. La formación durante el viaje, invierte la marcha de modo que pedir asiento con cierta orientación también resulta inútil.El otro extremo lo demuestra el personal con mucha voluntad y excelente predisposición intentando paliar cualquier circunstancia surgida durante el viaje logrando que sea más ameno.
Alejandro C. Bermejo
DNI: 24.270.549
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