Trenes: por ahora no se proyectan inversiones
BAHIA BLANCA 24 Ene(LNP).-Las máquinas chinas siguen tardando 12 horas a Constitución. Los de Provincia 14. El costo de los pasajes, sensiblemente más barato que otros medios de transporte, mantiene cierto nivel de competitividad.Sin obras en marcha desde hace ya varios meses ni definición oficial alguna, el servicio ferroviario local a Buenos Aires, así como los proyectados a Neuquén y San Carlos de Bariloche, siguen envueltos en un cono de sombras.Ayer llegó a la ciudad, como lo viene haciendo desde fines de septiembre pasado, una formación china que cubre el trayecto entre Plaza Constitución y la Estación Sud durante los fines de semana.Pese sus modernos elementos de confort toda una novedad frente al desastroso servicio que presta Ferrobaires el resto de los días, estos trenes siguen tardando 12 horas para unir nuestra ciudad con la de Buenos Aires, algo que constituye todo un despropósito y que atentan contra uno de los requisitos indispensables para asegurar la eficiencia y supervivencia de un servicio esencial.Para graficar que el derrumbe ferroviario llegó hasta límites tan vergonzosos como insospechados, quizás sólo alcanza con decir que hace 113 años los trenes a Capital tardaban 10 minutos menos que los chinos y dos horas menos que los de la Provincia, pese a las abismales diferencias de tecnología que separan a una locomotora a vapor, de 1913 con las CNR, modelo CKD, adquiridas a la Dalian Locomotive and Rolling Stock Co. Ltd.La anunciada renovación de vías, uno de los pilares fundamentales para aumentar la velocidad de los convoyes, sigue en veremos y en los ámbitos ferroviarios consultados no existe novedad alguna.Al contrario, las obras de renovación de vías de Buenos Aires a Mar del Plata y Rosario se encuentran mayormente frenadas desde la asunción del nuevo gobierno y, según informaron algunos medios de prensa, la UTE Panedile-Techint, que tiene a su cargo la renovación a Mar del Plata, paralizó los trabajos y suspendió personal ante la falta de pago de los certificados de obra por parte de las nuevas autoridades de Ferrocarriles Argentinos.Incluso todo parece indicar que el consorcio responsable de la renovación a Rosario podría tomar la misma medida.Hay quienes aseguran que Guillermo Fiad, el nuevo responsable de la división de Infraestructura de Ferrocarriles Argentinos, habría comunicado a las empresas constructoras que “por ahora” no cuenta con fondos para el pago de las obras y que hasta febrero no podrá determinar el cronograma de trabajos previsto para este año.
BAHIA BLANCA 24 Ene(LNP).-Las máquinas chinas siguen tardando 12 horas a Constitución. Los de Provincia 14. El costo de los pasajes, sensiblemente más barato que otros medios de transporte, mantiene cierto nivel de competitividad.Sin obras en marcha desde hace ya varios meses ni definición oficial alguna, el servicio ferroviario local a Buenos Aires, así como los proyectados a Neuquén y San Carlos de Bariloche, siguen envueltos en un cono de sombras.Ayer llegó a la ciudad, como lo viene haciendo desde fines de septiembre pasado, una formación china que cubre el trayecto entre Plaza Constitución y la Estación Sud durante los fines de semana.Pese sus modernos elementos de confort toda una novedad frente al desastroso servicio que presta Ferrobaires el resto de los días, estos trenes siguen tardando 12 horas para unir nuestra ciudad con la de Buenos Aires, algo que constituye todo un despropósito y que atentan contra uno de los requisitos indispensables para asegurar la eficiencia y supervivencia de un servicio esencial.Para graficar que el derrumbe ferroviario llegó hasta límites tan vergonzosos como insospechados, quizás sólo alcanza con decir que hace 113 años los trenes a Capital tardaban 10 minutos menos que los chinos y dos horas menos que los de la Provincia, pese a las abismales diferencias de tecnología que separan a una locomotora a vapor, de 1913 con las CNR, modelo CKD, adquiridas a la Dalian Locomotive and Rolling Stock Co. Ltd.La anunciada renovación de vías, uno de los pilares fundamentales para aumentar la velocidad de los convoyes, sigue en veremos y en los ámbitos ferroviarios consultados no existe novedad alguna.Al contrario, las obras de renovación de vías de Buenos Aires a Mar del Plata y Rosario se encuentran mayormente frenadas desde la asunción del nuevo gobierno y, según informaron algunos medios de prensa, la UTE Panedile-Techint, que tiene a su cargo la renovación a Mar del Plata, paralizó los trabajos y suspendió personal ante la falta de pago de los certificados de obra por parte de las nuevas autoridades de Ferrocarriles Argentinos.Incluso todo parece indicar que el consorcio responsable de la renovación a Rosario podría tomar la misma medida.Hay quienes aseguran que Guillermo Fiad, el nuevo responsable de la división de Infraestructura de Ferrocarriles Argentinos, habría comunicado a las empresas constructoras que “por ahora” no cuenta con fondos para el pago de las obras y que hasta febrero no podrá determinar el cronograma de trabajos previsto para este año.
Costo de los pasajes
Hasta ahora con los trenes chinos se puede viajar desde Capital Federal a Bahía Blanca los viernes a la noche (llega los sábados a las 8.20) y volver a Constitución los domingos a las 19.20 a un costo de 405 pesos en pullman, 1.150 en camarote y 355 en primera, aunque según pudo saberse, ya no hay pasajes para hoy ni el próximo domingo.El costo, sensiblemente menor al del ómnibus, sigue haciendo del tren una opción valedera para numerosas familias.
Cómo se combate el grafiti en el subte porteño
CAPITAL FEDERAL 24 Ene(Clarin).-Afirman que pusieron 500 cámaras y se sumó la Metropolitana. En 2015, tuvieron que limpiar 48 formaciones.Combatir el grafiti es uno de los grandes desafíos en los subtes de todo el mundo. En el porteño, en 2013 el 90% de los vagones estaban vandalizados. Desde entonces se implementó un plan para desgrafitarlos y para mejorar la seguridad de la red.“La mayoría de los coches estaban pintados. Eso daba imagen de abandono y les transmitía a los grafiteros que podían venir a pintar los subtes, porque no había control. Por eso, el primer paso fue desgrafitarlos”, dice Juan Pablo Piccardo, titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). “Desalentamos este vandalismo que se disfraza de arte. La gente que sube a un subte pintado ve abandono, no arte”, agrega.En junio de 2014, la Policía Metropolitana se hizo cargo de la vigilancia en el subte. “Primero recorrimos los talleres y los accesos y determinamos los puntos vulnerables, como la estación Primera Junta, de la línea A; Juramento, de la D o el taller Rancagua en la B”, explica el inspector Martín Balmaceda, de la División Subtes de esa Fuerza.En función de ese informe, en Sbase tomaron varias medidas. “Cerramos mejor los puntos de acceso más débiles. Pusimos más de 500 cámaras, que son seguidas las 24 horas desde un centro de monitoreo. E incrementamos la vigilancia con 500 policías de la Metropolitana. A los grafiteros se les hizo más difícil entrar. Si lo logran, las cámaras los detectan y se envía a la Policía”, detalla Piccardo.
Hasta ahora con los trenes chinos se puede viajar desde Capital Federal a Bahía Blanca los viernes a la noche (llega los sábados a las 8.20) y volver a Constitución los domingos a las 19.20 a un costo de 405 pesos en pullman, 1.150 en camarote y 355 en primera, aunque según pudo saberse, ya no hay pasajes para hoy ni el próximo domingo.El costo, sensiblemente menor al del ómnibus, sigue haciendo del tren una opción valedera para numerosas familias.
Cómo se combate el grafiti en el subte porteño
CAPITAL FEDERAL 24 Ene(Clarin).-Afirman que pusieron 500 cámaras y se sumó la Metropolitana. En 2015, tuvieron que limpiar 48 formaciones.Combatir el grafiti es uno de los grandes desafíos en los subtes de todo el mundo. En el porteño, en 2013 el 90% de los vagones estaban vandalizados. Desde entonces se implementó un plan para desgrafitarlos y para mejorar la seguridad de la red.“La mayoría de los coches estaban pintados. Eso daba imagen de abandono y les transmitía a los grafiteros que podían venir a pintar los subtes, porque no había control. Por eso, el primer paso fue desgrafitarlos”, dice Juan Pablo Piccardo, titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). “Desalentamos este vandalismo que se disfraza de arte. La gente que sube a un subte pintado ve abandono, no arte”, agrega.En junio de 2014, la Policía Metropolitana se hizo cargo de la vigilancia en el subte. “Primero recorrimos los talleres y los accesos y determinamos los puntos vulnerables, como la estación Primera Junta, de la línea A; Juramento, de la D o el taller Rancagua en la B”, explica el inspector Martín Balmaceda, de la División Subtes de esa Fuerza.En función de ese informe, en Sbase tomaron varias medidas. “Cerramos mejor los puntos de acceso más débiles. Pusimos más de 500 cámaras, que son seguidas las 24 horas desde un centro de monitoreo. E incrementamos la vigilancia con 500 policías de la Metropolitana. A los grafiteros se les hizo más difícil entrar. Si lo logran, las cámaras los detectan y se envía a la Policía”, detalla Piccardo.
Centro de monitoreo, Los subtes, bajo vigilancia.
Según la Metropolitana, en el 80% de los casos se producen detenciones. “Dar un buen servicio de subtes incluye el buen estado de los vagones dice el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo. Por eso, quien los dañe o los pinte será objeto de la ley. No podemos permitir que vandalicen las formaciones”.Los grafiteros atrapados son derivados a la Fiscalía de la Ciudad, donde los imputan por daño agravado, un delito que se sanciona con de 3 meses a 4 años de prisión. En 2015, se investigaron 48 casos. Aunque el fiscal suele proponerles una probation. Varias veces, por ejemplo, los grafiteros tuvieron que limpiar lo que habían pintado.De acuerdo a Sbase, en 2014, se invirtieron $ 6 millones para desgrafitar 97 vagones y un año después ese gasto bajó a $ 2.900.000 para limpiar 48. Ahora, según Piccardo, la política del grafiti cero continúa: “Los objetivos de los grafiteros son exhibir su obra en un tren funcionando y mostrar que burlaron un sistema de control. Por eso, cuando grafitan un coche lo sacamos enseguida de circulación para limpiarlo”.Las líneas más vandalizadas son la C, la D y la E. “La C y la D no tienen una cochera única y las formaciones quedan repartidas en distintos puntos dice Piccardo. La E también es vulnerable, pero tiene coches viejos que pronto serán sacados de circulación. En cambio, las líneas A y B tienen sus cocheras, que están bien controladas. En el caso de la H, no pintan las formaciones porque son usadas, aunque probablemente cuando lleguen las nuevas en un par de meses van a ser blanco del grafiti”.
Según la Metropolitana, en el 80% de los casos se producen detenciones. “Dar un buen servicio de subtes incluye el buen estado de los vagones dice el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo. Por eso, quien los dañe o los pinte será objeto de la ley. No podemos permitir que vandalicen las formaciones”.Los grafiteros atrapados son derivados a la Fiscalía de la Ciudad, donde los imputan por daño agravado, un delito que se sanciona con de 3 meses a 4 años de prisión. En 2015, se investigaron 48 casos. Aunque el fiscal suele proponerles una probation. Varias veces, por ejemplo, los grafiteros tuvieron que limpiar lo que habían pintado.De acuerdo a Sbase, en 2014, se invirtieron $ 6 millones para desgrafitar 97 vagones y un año después ese gasto bajó a $ 2.900.000 para limpiar 48. Ahora, según Piccardo, la política del grafiti cero continúa: “Los objetivos de los grafiteros son exhibir su obra en un tren funcionando y mostrar que burlaron un sistema de control. Por eso, cuando grafitan un coche lo sacamos enseguida de circulación para limpiarlo”.Las líneas más vandalizadas son la C, la D y la E. “La C y la D no tienen una cochera única y las formaciones quedan repartidas en distintos puntos dice Piccardo. La E también es vulnerable, pero tiene coches viejos que pronto serán sacados de circulación. En cambio, las líneas A y B tienen sus cocheras, que están bien controladas. En el caso de la H, no pintan las formaciones porque son usadas, aunque probablemente cuando lleguen las nuevas en un par de meses van a ser blanco del grafiti”.
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