Subtes: tras las elecciones, un año más de Metrovías y superpoderes a Larreta
CAPITAL FEDERAL 2 Oct(Letra P).-El Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta avanza de a poco con el diseño de un nuevo contrato para operar el subte y tiene previsto que la Legislatura de la Ciudad le autorice el llamado a licitación luego de las elecciones generales de octubre y que, al mismo, tiempo avale una prórroga de un año de duración para Metrovías, actual concesionaria del servicio.
La Legislatura debatirá el tema durante la última semana de octubre, con una reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto, Obras Públicas y Transporte en la que se buscará emitir dictamen. El oficialismo, junto a los aliados de la Coalición Cívica y Confianza Pública, quiere que el expediente baje al recinto porteño en la sesión del jueves 2 de noviembre para cumplir con los tiempos parlamentarios. El 26 de octubre el edificio de Perú 160 estará afectado a la recepción de urnas utilizadas durante la elección general en territorio capitalino, que custodiarán efectivos de Gendarmería Nacional, a pedido de la jueza electoral María Servini de Cubría.
El texto que se aprobaría recién en la primera semana de noviembre establecerá que Metrovías seguirá al frente de la operación de los subterráneos porteños por un año más, aunque en esta oportunidad se dejará en claro que no será prorrogable. Esta diferencia en el articulado abre un mar de especulaciones, pero la más evidente es que el Gobierno porteño va a fondo con su búsqueda de opciones internacionales.
El contrato de Metrovías, prórroga y ley de emergencia del subte mediante, vence en diciembre de 2017. De esta manera, la Legislatura autorizará una nueva extensión hasta diciembre de 2018. En el Ejecutivo calculan que ese período alcanzará para avanzar con el pliego y los tiempos de la licitación, mientras se abre el proceso para recepción de ofertas.
Como publicó Letra P, la administración porteña se encamina a presentar un pliego licitatorio que apunta a despertar interés en operadores internacionales. El proyecto redactado en las oficinas del ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, que conduce Franco Moccia, deja en claro esa intención con la decisión de ofrecer un contrato de 12 años extensible a 15, tal cual reclaman las firmas internacionales expertas en transportes de pasajeros.
A su vez, el Gobierno local decidió retrasar la discusión del contrato del subterráneo para evitar conflicto con los gremios en el medio de las elecciones, como informó este medio. Ante este punto, el tema está congelado desde la reunión informativa en la que opositores y oficialistas se cruzaron por el futuro de la operación y el mantenimiento del Premetro y las seis líneas del Subte, compuestas por 86 estaciones y con una extensión de 54 kilómetros.
El debate por la concesión del subte podría empezar a descongelarse tras el 22 de octubre, fecha en la que Larreta piensa festejar un nuevo triunfo en la Ciudad merced al huracán Elisa Carrió, que busca incrementar una o dos unidades el histórico 50,13% de las PASO.
El titular de Sbase, Eduardo de Montmollin, fue a la Legislatura porteña a explicar detalles de la nueva concesión.
PASO A PASO. En mayo de este año el Ejecutivo giró al Parlamento un permiso para abrir la convocatoria a una nueva licitación para la operación del subterráneo. Este texto tiene como novedad la intención del oficialismo de abrir el juego a compañías extranjeras y ofrecer un contrato de hasta 15 años, al tiempo que deja en claro que se deben garantizar las fuentes laborales que hoy están bajo el ala de Metrovías, la empresa del Grupo Roggio que administra el servicio de transporte subterráneo desde 1994, cuando el ex presidente Carlos Saúl Menem habilitó el contrato de explotación por el período de dos décadas.
En paralelo, el kirchnerismo porteño y el bloque de diputados que responde a Martín Lousteau presentaron sendos proyectos de estatización del servicio. Como respuesta a las consultas de la oposición, el oficialismo envió al presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Eduardo de Montmollin, para que informe sobre el nuevo proceso de licitación. El funcionario planteó los argumentos del Gobierno para buscar oferentes internacionales y también confirmó, como señaló Letra P, que la oposición porteña no tendrá acceso el pliego que la administración local debe diseñar con los requisitos y condiciones para el futuro concesionario del servicio.
Tiempo después, el Gobierno decidió freezar la discusión no sólo porque demoró el interés de las empresas extranjeras por el servicio, sino que los tiempos y la vorágine de la campaña electoral impidieron que se avanzara mínimamente con el debate de la ley que aún duerme entre las comisiones de Presupuesto, Obras Públicas y Transporte.
Mientras el Ejecutivo porteño tendió puentes con empresas extranjeras, los operadores establecieron, de manera informal, tres aspectos claros para sentarse a negociar. Reclaman una concesión mínima de 12 años y extensible a 15 (ya quedó establecida en la ley de autorización que debe aprobar la Legislatura), abrir una discusión sobre un futuro aumento de la tarifa y, quizás lo más polémico, “tranquilidad” sindical.
Las operadoras interesadas (curiosamente, consorcios estatales que administran los metro de París y de Madrid) tienen años de experiencia en el servicio de transporte terrestre y el subterráneo que administran tiene una tarifa mucho más alta que la que se cobra en Buenos Aires. Sin embargo, operan sobre un tendido ferroviario de mayores dimensiones y, consecuentemente, con una cantidad superior de pasajeros.
El Gobierno busca la licitación “más amplia y transparente” posible. Por esa razón, quiere pluralidad de ofertantes y envió una licitación a la Legislatura que abre la posibilidad a empresas extranjeras. Ante este marco, Metrovías sigue en carrera y tiene pensado volver a presentarse cuando se abra el proceso.
La misma empresa del Grupo Roggio se autodefine como la única de la Argentina con capacidad para hacerse cargo del subte. Ante la decisión de Larreta de abrir el contrato y escuchar ofertas del extranjero, reaccionó con velocidad: buscará un socio externo para presentar un consorcio y competir para continuar al frente del servicio. Ese esquema ya lo ensayó en Brasil, con trabajos en la operación de los metros de San Pablo y Río de Janeiro.
DISCUSIÓN LEGISLATIVA. La prórroga, a pesar de que aún no fue notificada a Metrovías, es ineludible a esta altura del año porque de acá a diciembre no hay otra opción y Sbase no puede operar el servicio. Esta situación es indiscutible para el oficialismo y la oposición.
No obstante, los bloques opositores a Vamos Juntos plantean que la autorización de un nuevo contrato se debe aprobar con 40 votos, mientras que el oficialismo sostiene que la Constitución porteña indica que alcanza con mayoría simple. “Lo que se concesiona es el servicio. El subte es un servicio público, no es un espacio público de la Ciudad el que se concesiona”, justifican en la gobernación porteña. El oficialismo cuenta con 32 votos propios aunque espera apoyos de la oposición para la sanción del expediente y las miradas apuntan al peronismo.
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