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sábado, 8 de abril de 2017

Vivencias en la red del Belgrano Cargas

Ramal que abre, familia que busca casa: el futuro de los que viven en las estaciones de trenes del Belgrano Cargas

BUENOS AIRES 8 Abr(TN y la ciudad).-La mayoría son exempleados ferroviarios. Todos tendrán que dejar sus hogares cuando avance el tramo 3 de renovación de vías del Plan Belgrano. TN.com.ar recorrió las 32 paradas que hay entre Tucumán, Salta y Jujuy. Las historias de los que viven allí y el proyecto de reubicarlos.Pedro Velázquez vive hace 25 años en la estación ferroviaria Los Ralos. Cuando las privatizaciones desmantelaron la red nacional de trenes en los 90´, esa parada en Tucumán, de la que fue jefe durante años, se transformó en su casa. Acondicionó los espacios, crió a sus hijos y la cuidó. Ahora, con la recuperación del ferrocarril Belgrano Cargas que prometió el Plan Belgrano, va a tener que abandonar su hogar. No sabe dónde ni cuál será su nuevo techo.La historia de este exempleado ferroviario se repite a lo largo de los 558 kilómetros de vías del tren Belgrano Cargas que hay entre Tucumán, Salta y Jujuy. Un relevamiento de TN.com.ar comprobó que casi todas las estaciones de ese tramo están habitadas. En total son 32: 18 son "casas" de familia, 9 están en ruinas, 1 fue demolida y sólo 4 siguen en funcionamiento. De concretarse el proyecto augurado por Mauricio Macri en su campaña presidencial, cientos de personas deberán ser reubicadas en los próximos meses. Se trata de una problemática que, tras décadas de abandono, exigirá un hoslítico planeamiento social.En 1989, la desaparición de más de 40 estaciones en el país fue anticipada por una recordada frase de Carlos Menem. "Ramal que para, ramal que cierra", dijo el entonces presidente ante los reclamos de los trabajadores, que cuestionaban la parálisis de red ferroviaria tras la incorporación de capitales extranjeros y la delegación de diferentes ramales a los municipios. La cadena se tornó imparable. No se redujo el déficit fiscal ni se modernizó el servicio. Se perdió el convoy sanitario y aguatero. Así desaparecieron pueblos y se desarticuló la industria. El retraimiento afectó a las provincias. El arraigo de los exempleados en las estaciones era mucho más que una demanda habitacional: escondía el anhelo de aquella época cumbre y marcaba los altos índices de desempleo.Veintisiete años después, la tercera etapa de la renovación de vías del Plan Belgrano se presentó hace días en el marco de la Expo Apronor. Por esa zona adonde no llegaba nadie, el Ministerio de Transporte envió personal del Ejército Argentino para confeccionar un estudio de suelo preliminar a las licitaciones de esas obras. Todavía no hay precisiones gubernamentales sobre la reubicación de las familias, pero ya empieza a registrarse movimiento.En el trayecto que recorrió esta web además se constató que hay asentamientos y casas precarias a escasos pasos de los rieles o incluso arriba de los mismos. El panorama se repite en sectores por los que aún circulan locomotoras y en los trechos por los que no hay registro de actividad ferroviaria hace tiempo. Esas familias también deberán irse durante los desmalezamientos y acopios de durmientes. Las normas de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte indican incluso que en cada lado de las vías debe haber al menos 15 metros despejados.Las casas ferroviarias que rodean a las estaciones igualmente están ocupadas. Vecinos de las localidades cercanas y hasta nietos de exferroviarios están instalados con un permiso que, aseguran, recibieron desde Buenos Aires décadas atrás. Todos tienen su historia. Todos son testigos de la decadencia de esas paradas que supieron ser modelos majestuosos de construcciones francesas e inglesas.Como Pedro, la mayoría de las familias ferroviarias que decidieron quedarse en los parajes añoran regresar a sus antiguos trabajos. Ninguno de los entrevistados dejó de emocionarse con los flashbacks que vivieron durante las charlas con este sitio. Y, por sobre todo, esperan saber pronto qué pasará con ellos. Mientras tanto, siguen utilizando los andenes como los garajes de sus autos, las boleterías como cocinas y los galpones como habitaciones.
En la era de apogeo ferroviario en la Argentina, esas paradas supieron recibir más de tres trenes por día. Hoy, con suerte, una formación por semana completa el recorrido. El objetivo del Gobierno es revertir ese escenario con el desafío de "saldar la deuda histórica con las provincias del Norte". El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, que será el encargado de la recuperación de 1600 km de vías y de la incorporación de 1000 nuevos vagones, ya trabaja en la primera etapa que arrancó en Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero.Desde esa oficina, junto al área de comunicación del Belgrano Cargas, le confirmaron a este sitio que "en algunas zonas de la traza hay intrusiones en lugares que el ferrocarril necesita para operar de manera segura". "En todos estos lugares está contemplado y se está trabajando en conjunto con los gobiernos locales y provinciales para encontrar la mejor solución posible", señalaron. "Vamos a encarar esta situación para solucionar la problemática en torno a las vías y permitir el avance de las obras de infraestructura necesarias para reactivar el ferrocarril y las economías regionales, lo que permitirá generar empleo local y desarrollo productivo", concluyeron.
A continuación, TN.com.ar te acerca los relatos en primera persona de los que deberán ser trasladados. Son sólo algunas caras de una cuantiosa lista de espera. Sus historias.

"Aquí se trabajaba día y noche" - estación Los Ralos (Tucumán)

Cada vez que pasa un tren, Pedro Velázquez sale a verlo: "Para saber si no va un vagón descarrilado o con un freno apretado. Me hago la idea de que por ahí puede ser que yo sea el que los esté atendiendo". Un recorrida por la parada que se transformó en su casa y el emotivo testimonio de este exjefe ferroviario devenido en "cuidador".
LOS CAMBIOS. El living que muestra su mujer y el aire acondicionado en el living; el telégrafo que jamás tiró.

El misterio del cofre - estación Colombres (Tucumán)

Oscar Leguizamón dice que la vida en la estación es cómoda, que está feliz, que de vez en cuando pasa un tren carguero. "Estoy aquí desde el año 94", cuenta, mientras camina por el andén. También muestra una caja fuerte del ferrocarril que quedó en una de las habitaciones. No sabe qué hay adentro, heredó esa duda: "Capaz que hay papeles o dólares". Por qué jamás la abrió.
POR DENTRO. Una de las habitaciones de la casa y la cocina.

Las vías como el patio de casa - estación Almirante Brown (Salta)
"No sé hasta cuando estaré, es triste". Néstor Pereira vive hace 25 años en el paraje que supo ser su lugar de trabajo. Sus nietos juegan en las vías, dejan sus bicis tiradas. Se divierten. En los alrededores, hay familias instaladas en las casas ferroviarias. El pedido de Juan Carlos Echeverría, el vecino que habló en representación de al menos 100 personas.
LAS CASAS FERROVIARIAS. Estas son algunas de las que rodean a la estación central de la ciudad.

Una familia sobre las vías - estación Copo Quile (Salta)


Allí funcionó, hasta no hace mucho, la biblioteca popular "Ministro José Iriarte”. A 30 metros, hay una cancha de fútbol y un campo municipal de deportes ubicados también a pocos pasos de las vías. Ahora en ese paraje vive Pedro Mercado, que armó su kitchenette en un mínimo espacio vació que encontró dentro de la parada. La resignación de su vecino Luis, que tiene la casa sobre los rieles.
DE EXBIBLIOTECA A LA CASA. Pedro dice que armó la cocina y que puede demostrar que cuidó la vivienda.

Las tres generaciones - estación Metán (Salta)
Elsa Córdoba es de familia ferroviaria. Vive "en calidad de préstamo" en una casa del ferrocarril cercana a la estación. Su tío era jefe de esa parada y consiguió una autorización para que ella se instale ahí hace 11 años. "Me gustaría que me den la posibilidad de comprarla", dice con su hijo en brazos. La historia de los que vivían en esa casa antes que ella.
LOS VECINOS DE LA ESTACIÓN. Jardines cuidados, mascotas y las vías del tren como la vereda a casa.

"Yo siento que esto es mío" - estación Pampa Blanca (Jujuy)

Muchos le aseguran que no lo van a poder sacar de allí. Él no sabe muy bien si es verdad, aunque sospecha que la mudanza es inminente. Sin embargo, más le importa contar el arduo esfuerzo que hizo para llegar a ser empleado ferroviario. Mario y su larguísima llegada al puesto.
INSTALADOS. El carrito de las compras, las macetas y las motos sobre el andén de la estación.

"Hemos nacido acá" - estación Maquinista Verón (Jujuy)

Beatriz y sus hermanos se quedaron en la estación tras la muerte de su papá hace dos años. Ese paraje ferroviario fue su primera y única casa. "Somos bastantes familias acá", cuentan. El caso de un empleado del Belgrano Cargas que quisieron correr del paraje.
CONSTRUCCIONES. La edificación de la izquierda es un anexo a una casa ferroviaria cercana a la estación.

Entrevistas y recorrido: Héctor Alí y José Inesta. Videos: Gastón Álvarez.

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