Secuestran un tren
BUENOS AIRES 18 Nov(PrensaTEA).-Sin límites en sus medidas salvajes e ilegales, maquinistas de La Fraternidad tomaron un tren y dejaron sin servicio ferroviario por tiempo indeterminado a la Mesopotamia. El domingo último fue un día atípico para los trabajadores de Trenes Especiales Argentinos (TEA). Mientras esperaban comenzar su viaje, tal como lo viene realizando hace ocho años, desde Misiones a Buenos Aires (Federico Lacroze), cuatro personas; dos de ellas autoridades del gremio La Fraternidad, modificaron el recorrido del convoy que estaba preparado para trasladar más de 1000 pasajeros en el trayecto más extenso que recorre un tren argentino en la actualidad. Los individuos, luego de trasladar la formación por lugares inhóspitos, se detuvieron en el paraje Casa Pava, en la Provincia de Corrientes. Ante la sorpresa de los empleados de la empresa que se vieron privados de su libertad durante horas; los mencionados personajes, se subieron a una 4 x 4 y abandonaron a toda prisa el lugar, asegurándose previamente de inutilizar la máquina y dejarla peligrosamente cruzada sobre una vía en la que transitan trenes cargueros, quedando la formación abandonada y sin posibilidad de desplazamiento alguno. La denuncia del ilícito quedó inmediatamente radicada por ante la Comisaría de la localidad de Gobernador Virasoro y se tramita por ante el Juzgado de Instrucción en lo Criminal de la Localidad de Santo Tomé, provincia de Corrientes, donde se investigan la comisión de los delitos de privación ilegítima de la libertad, asociación ilícita, robo, daños y entorpecimiento de un servicio público. Más tarde, La Fraternidad emitió un comunicado en donde dando confusas razones, intentó justificar y dar normalidad a la gravedad de los hechos penales antes mencionados. Tan inusual es esto para la realidad nacional, como lo es para el Mundo, donde buscando antecedentes, se registra el secuestro por parte de narcotraficantes de un tren en Veracruz (México) con más de 250 inmigrantes ilegales el 27 de junio de 2011, y el intento de un sangriento grupo guerrillero en Tailandia el 27 de agosto de 2011; aunque claro está, en ninguno de esos precedentes eran sindicalistas quienes acudieran a tan ilegítimo medio. La Fraternidad desde ese momento generó una medida salvaje e ilegal, negándose no sólo a suministrar conductores afiliados a su gremio sino presionando a otros trabajadores para que no presten tareas, circunstancia que ha sido paliada hasta el momento, mediante la derivación del pasaje a colectivos contratados especialmente a fin de no perjudicar a los usuarios, únicos rehenes de las medidas adoptados por el Gremio. Es de destacar que El Gran Capitán brinda sus servicios a precios populares, sin recibir desde el inicio de sus actividades ningún tipo de subsidio (los mismos que hoy el Gobierno analiza cómo reducir para otros medios de transporte que se prestan en sectores sociales más pudientes). Curiosa paradoja la que genera La Fraternidad con su intento de cierre de El Gran Capitán, el que fue precisamente desafectado por Carlos Menem y reinaugurado por el entonces presidente Néstor Kirchner, constituyéndose en un emblema, ya que fue el primer servicio ferroviario recuperado durante su gestión.
BUENOS AIRES 18 Nov(PrensaTEA).-Sin límites en sus medidas salvajes e ilegales, maquinistas de La Fraternidad tomaron un tren y dejaron sin servicio ferroviario por tiempo indeterminado a la Mesopotamia. El domingo último fue un día atípico para los trabajadores de Trenes Especiales Argentinos (TEA). Mientras esperaban comenzar su viaje, tal como lo viene realizando hace ocho años, desde Misiones a Buenos Aires (Federico Lacroze), cuatro personas; dos de ellas autoridades del gremio La Fraternidad, modificaron el recorrido del convoy que estaba preparado para trasladar más de 1000 pasajeros en el trayecto más extenso que recorre un tren argentino en la actualidad. Los individuos, luego de trasladar la formación por lugares inhóspitos, se detuvieron en el paraje Casa Pava, en la Provincia de Corrientes. Ante la sorpresa de los empleados de la empresa que se vieron privados de su libertad durante horas; los mencionados personajes, se subieron a una 4 x 4 y abandonaron a toda prisa el lugar, asegurándose previamente de inutilizar la máquina y dejarla peligrosamente cruzada sobre una vía en la que transitan trenes cargueros, quedando la formación abandonada y sin posibilidad de desplazamiento alguno. La denuncia del ilícito quedó inmediatamente radicada por ante la Comisaría de la localidad de Gobernador Virasoro y se tramita por ante el Juzgado de Instrucción en lo Criminal de la Localidad de Santo Tomé, provincia de Corrientes, donde se investigan la comisión de los delitos de privación ilegítima de la libertad, asociación ilícita, robo, daños y entorpecimiento de un servicio público. Más tarde, La Fraternidad emitió un comunicado en donde dando confusas razones, intentó justificar y dar normalidad a la gravedad de los hechos penales antes mencionados. Tan inusual es esto para la realidad nacional, como lo es para el Mundo, donde buscando antecedentes, se registra el secuestro por parte de narcotraficantes de un tren en Veracruz (México) con más de 250 inmigrantes ilegales el 27 de junio de 2011, y el intento de un sangriento grupo guerrillero en Tailandia el 27 de agosto de 2011; aunque claro está, en ninguno de esos precedentes eran sindicalistas quienes acudieran a tan ilegítimo medio. La Fraternidad desde ese momento generó una medida salvaje e ilegal, negándose no sólo a suministrar conductores afiliados a su gremio sino presionando a otros trabajadores para que no presten tareas, circunstancia que ha sido paliada hasta el momento, mediante la derivación del pasaje a colectivos contratados especialmente a fin de no perjudicar a los usuarios, únicos rehenes de las medidas adoptados por el Gremio. Es de destacar que El Gran Capitán brinda sus servicios a precios populares, sin recibir desde el inicio de sus actividades ningún tipo de subsidio (los mismos que hoy el Gobierno analiza cómo reducir para otros medios de transporte que se prestan en sectores sociales más pudientes). Curiosa paradoja la que genera La Fraternidad con su intento de cierre de El Gran Capitán, el que fue precisamente desafectado por Carlos Menem y reinaugurado por el entonces presidente Néstor Kirchner, constituyéndose en un emblema, ya que fue el primer servicio ferroviario recuperado durante su gestión.
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