Hacen un cerco para cerrar las vías de un peligroso ramal del tren Roca
BUENOS AIRES 29 Sept(Clarin).-Es el que va de Haedo a Temperley, en el GBA. Circula con horario reducido por la inseguridad. Y ahora buscan evitar que la gente cruce por lugares prohibidos y que se instalen en los terrenos pegados a la traza.
Los obreros trabajan al costado de las vías en el ramal Haedo Temperley del Ferrocarril Roca.
Obra pública
Sin estaciones que toquen la Ciudad de Buenos Aires, el ramal Haedo–Temperley del ferrocarril Roca corta longitudinalmente La Matanza y es uno de los más peligrosos del Gran Buenos Aires, ya que no cuenta con protección en sus terraplenes y por eso alienta los pasos clandestinos para cruzar las vías.
Tras las quejas de los conductores de las máquinas y después de algunos accidentes fatales, ahora empezaron a levantar un cerco en 36 kilómetros de la línea, con una construcción similar a la instalada a lo largo del ferrocarril Sarmiento hace más de cinco años.
El muro tendrá una base de hormigón sobre la que pondrán un alambrado.
Esta línea ferroviaria, que pertenece al Roca, sale de Haedo, en el Partido de Morón y atraviesa La Matanza para llegar hasta Temperley, en el Sur del GBA. En total tiene 11 estaciones. En su recorrido, bordea los terrenos de la universidad de La Matanza y tiene una parada a apenas cinco cuadras de la Municipalidad de ese Partido, en el corazón de San Justo.
Por la inseguridad, cada formación lleva dos policías a bordo. Y desde principios de año, el ramal funciona en horario reducido, entre las 7 y las 19.
“Hace varias semanas, en La Tablada tuvimos un arrollamiento. Por un paso clandestino un hombre ingresó con su auto, en el que estaban su esposa e hija. Pasó el tren, los chocó y murieron la mujer y el chico”, se lamenta Gustavo Chiarelli, maquinista del ramal y desde hace tres años delegado del gremio La Fraternidad.
Según comenta, le pidieron a la empresa que coloque la protección para evitar los pasos clandestinos y otros problemas, como la usurpación de los terrenos pegados a las vías. “Desde la estación Juan XXIII (en Lomas de Zamora) hasta la estación De Elía (en Aldo Bonzi, La Matanza), hay terrenos tomados a la vera de la vía, nos han ‘comido’ los terraplenes”, remarca Gustavo. “Además, hay tres o cuatro vagones antiguos que están usurpados y se usan como viviendas”, cierra.
Los trabajos empezaron en los alrededores de la estación La Tablada, donde colocan una base de hormigón y arriba una malla metálica. Los lleva adelante la empresa estatal Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).
A la altura de Haedo ponen sólo un alambrado, sin base de hormigón.
A la altura de Haedo, también avanzan con la obra pero instalan otro tipo de cerco. Paralelo a los 850 metros de la calle Remedios de Escalada de San Martín no hay base de hormigón sino que directamente son dos planchas de alambrado que alcanzan los dos metros de altura. La empresa informó que la obra estará terminada a principios del año que viene, con una inversión total de $195 millones.
Según ADIF, el objetivo de las obras de cerramiento es garantizar la seguridad, tanto para el servicio como para la gente que vive en las zonas cercanas a las vías. Detallan que están levantado 10 kilómetros de los 36 previstos, y trabajan en tres tramos al mismo tiempo. “Estamos comprometidos con el desarrollo de obras que fueron postergadas por años. La seguridad en la operación ferroviaria y de quienes viven en las zonas aledañas al tren son nuestra prioridad”, aseguró Guillermo Fiad, presidente de Trenes Argentinos Infraestructura.
El ramal Temperley-Haedo circula con horario reducido, entre las 9 y 19, por la inseguridad.
Según estadísticas de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), en 2008 el ramal Haedo-Temperley vendió 125.289 boletos y en 2013, después de la Tragedia de Once, cayó a 26.000. En los últimos dos años volvió a subir: 41.635 (en 2015) y 47.028 (el año pasado), aunque hay que tener en cuenta que sólo venden pasajes en Haedo, San Justo y Temperley. Además, el servicio sólo funciona entre las 7 y las 19 por cuestiones de seguridad.
Instalación del cerco perimetral en el ramal Haedo Temperley del ferrocarril Roca. A la altura de Haedo es sólo alambrado sin base de hormigón.
Una línea limitada y poco segura
“Hace unos seis meses, un compañero circulaba a la madrugada de Temperley hacia Haedo, y a la altura de la barrera Olimpo tuvo un accidente fatal. Un hombre presuntamente drogado estaba durmiendo en la vía. Los familiares de la víctima empezaron a increpar al maquinista, rompieron los vidrios de la locomotora, lo amenazaron, le robaron las pertenencias al ayudante y partieron una botella con la que querían atacar al que manejaba”, relata Chiarelli, delegado de los maquinistas.
Después del incidente en esa barrera, los conductores resolvieron circular sólo de 7 a 19, mientras que antes arrancaba a las 4 de la mañana y el último volvía a Temperley a las 23. Cada formación sale con dos efectivos de la Policía Federal, condición para que circule. Muchas veces eso explica las demoras en los distintos servicios de un ramal olvidado.
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