Junto a la vía: todo sea por un lugar para estacionar
Son cada vez más los autos que dejan en el predio del ferrocarril. Agustín Martínez
NEUQUEN 12 Abr(LMN).-En medio de una mañana caótica, un automovilista no encuentra lugar para estacionar y el miedo de llegar tarde al trabajo lo invade. En la desesperación, ingresa en el Parque Central y deja su vehículo a la vera de las vías del tren, una maniobra imprudente que no está permitida por las autoridades.El panorama se repite a diario. Alcanza con pasar al mediodía por la estación de tren de Neuquén para observar a los vehículos detenidos a un costado de la formación férrea.En materia de tránsito, el Municipio ya intentó ordenar el flujo al cambiarles el sentido a varias calles, pero aún no ha podido resolver el déficit de espacios donde puedan detenerse los automovilistas. Es que la problemática de la ciudad es evidente. Existe una gran cantidad de autos que circulan por las estrechas calles neuquinas y los estacionamientos privados céntricos no alcanzan a cubrir la demanda.Este contexto ha motivado que muchos conductores opten por dejar sus vehículos en las afueras y caminen directo a sus trabajos, aunque otros eligen el camino de la ilegalidad. Según supo LM Neuquén, Ferrosur exige que se establezca una franja de seguridad para evitar accidentes, por lo que el paso por esos sectores no está habilitado.En tal sentido, el lugar tiene una ventaja con respecto a estacionar en la calle, ya que principalmente está fuera de los espacios donde rige el sistema de estacionamiento medido y pueden pasar desapercibidos.Al respecto, el director de Tránsito, Facundo Churrarín, explicó que los inspectores pueden accionar y labrar la contravención por estacionar en sectores no habilitados. Además, si está muy pegado a las vías, se lo retira con la grúa. "Ya lo hemos hecho, pero vuelven", aseguró.Para acceder a este espacio "privilegiado", los conductores ingresan por el pasaje de la calle Chubut, que no cuenta con ningún tipo de impedimento para subir a las vías y se exponen a ser chocados por el tren. De esta manera, recorren unos 200 metros antes de dejar su vehículo resguardado.En tanto, lo mismo ocurre en el sector oeste del Parque Central, donde los automovilistas ingresan por la calle Misiones y se ubican detrás del gimnasio. Sobre la Avenida Olascoaga, en cambio, el acceso está restringido por unos pequeños pilares de concreto."La gente tiene que entender que no corresponde estacionar en esos lugares", manifestó Churrarín, indignado. "Una multa puede salir entre 500 y 1500 pesos, aunque hay algunos ítems que podrían hacerla más costosa", concluyó.En plena tarde, un borracho chocó tres veces, intentó huir y lo detuvieron.El clásico de todas las semanas se repitió ayer por la tarde en la Ruta 22, a la altura del ex peaje de Cipolletti, aunque en esta oportunidad el hecho fue mucho más grave.Un hombre de 39 años que conducía en estado de ebriedad chocó tres veces y luego e intentó evadir un control policial.El hecho ocurrió alrededor de las 16, mientras circulaba en sentido hacia Neuquén en su Chevrolet Spin. En medio de la ruta, impactó contra una Volkswagen Amarok y contra el guardarrail del canal Los Milicos.Posteriormente, giró en U y retomó el sentido hacia Cipolletti, intentó evadir el control policial y bajó hacia la zona de boliches. Allí fue reducido por el personal policial de la Caminera y se le secuestró el vehículo.No hubo heridos que lamentar, de milagro.
NEUQUEN 12 Abr(LMN).-En medio de una mañana caótica, un automovilista no encuentra lugar para estacionar y el miedo de llegar tarde al trabajo lo invade. En la desesperación, ingresa en el Parque Central y deja su vehículo a la vera de las vías del tren, una maniobra imprudente que no está permitida por las autoridades.El panorama se repite a diario. Alcanza con pasar al mediodía por la estación de tren de Neuquén para observar a los vehículos detenidos a un costado de la formación férrea.En materia de tránsito, el Municipio ya intentó ordenar el flujo al cambiarles el sentido a varias calles, pero aún no ha podido resolver el déficit de espacios donde puedan detenerse los automovilistas. Es que la problemática de la ciudad es evidente. Existe una gran cantidad de autos que circulan por las estrechas calles neuquinas y los estacionamientos privados céntricos no alcanzan a cubrir la demanda.Este contexto ha motivado que muchos conductores opten por dejar sus vehículos en las afueras y caminen directo a sus trabajos, aunque otros eligen el camino de la ilegalidad. Según supo LM Neuquén, Ferrosur exige que se establezca una franja de seguridad para evitar accidentes, por lo que el paso por esos sectores no está habilitado.En tal sentido, el lugar tiene una ventaja con respecto a estacionar en la calle, ya que principalmente está fuera de los espacios donde rige el sistema de estacionamiento medido y pueden pasar desapercibidos.Al respecto, el director de Tránsito, Facundo Churrarín, explicó que los inspectores pueden accionar y labrar la contravención por estacionar en sectores no habilitados. Además, si está muy pegado a las vías, se lo retira con la grúa. "Ya lo hemos hecho, pero vuelven", aseguró.Para acceder a este espacio "privilegiado", los conductores ingresan por el pasaje de la calle Chubut, que no cuenta con ningún tipo de impedimento para subir a las vías y se exponen a ser chocados por el tren. De esta manera, recorren unos 200 metros antes de dejar su vehículo resguardado.En tanto, lo mismo ocurre en el sector oeste del Parque Central, donde los automovilistas ingresan por la calle Misiones y se ubican detrás del gimnasio. Sobre la Avenida Olascoaga, en cambio, el acceso está restringido por unos pequeños pilares de concreto."La gente tiene que entender que no corresponde estacionar en esos lugares", manifestó Churrarín, indignado. "Una multa puede salir entre 500 y 1500 pesos, aunque hay algunos ítems que podrían hacerla más costosa", concluyó.En plena tarde, un borracho chocó tres veces, intentó huir y lo detuvieron.El clásico de todas las semanas se repitió ayer por la tarde en la Ruta 22, a la altura del ex peaje de Cipolletti, aunque en esta oportunidad el hecho fue mucho más grave.Un hombre de 39 años que conducía en estado de ebriedad chocó tres veces y luego e intentó evadir un control policial.El hecho ocurrió alrededor de las 16, mientras circulaba en sentido hacia Neuquén en su Chevrolet Spin. En medio de la ruta, impactó contra una Volkswagen Amarok y contra el guardarrail del canal Los Milicos.Posteriormente, giró en U y retomó el sentido hacia Cipolletti, intentó evadir el control policial y bajó hacia la zona de boliches. Allí fue reducido por el personal policial de la Caminera y se le secuestró el vehículo.No hubo heridos que lamentar, de milagro.
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