El Gobierno lleva al Congreso una ley de compre nacional con mayor protección para la industria
Martín Etchegoyen y Nicolás Dujovne. foto PEDRO LAZARO FERNANDEZ
CAPITAL FEDERAL 17 Abr(Clarin).-Para algunos es lo mejor que se le pudo ocurrir al Gobierno en medio de las críticas de sectores industriales por las importaciones. Lo cierto es que este semana ingresaría al Congreso por la Cámara de Senadores un ambicioso proyecto de compre nacional. Lo impulsan, entre otros, el secretario de Industria, Martín Etchegoyen que proviene, precisamente, de las filas de la Unión Industrial: antes de convertirse en uno de los miembros más consultados del amplio equipo del ministro Francisco Cabrera, fue secretario ejecutivo de la UIA. Y suele situarse en el polo opuesto de aquellos que critican a los empresarios por “proteccionistas”.Lo cierto es que ante los US$ 170.000 millones que se prevén como inversión pública entre 2017 y 2023, la idea es hacer lo que hacen otros países que ayudan a sus industrias. Fuentes del ministerio de Producción deslizaron a Clarín que el tamaño de la inversión pública prevista, que multiplica el 5% del PBI que destinó Argentina y aún así se ubica lejos del 13% del PBI que desembolsan los países más desarrolladas de la OCDE; justifica este proyecto.La propuesta del Gobierno distingue entre pymes y grandes empresas para beneficiar más a las más pequeñas. La idea pasa por modificar la ley de compre nacional vigente, sancionada en 2001 y que pocas veces se cumple. La nueva propuesta contempla que la preferencia en las compras para pymes salte del 7 actual al 12% y para las grandes, de 5 al 8%. Para esta iniciativa se inspiraron en el buy american, de EE.UU., en la ley israelí y en la de Corea del Sur de protección a la industria nacional Trabajaron con la CEPAL.Es probable que en el debate parlamentario, los porcentajes se eleven ya que en EE.UU. la ventaja para las pymes alcanzal 12% y en Israel, al 15%. Pero la preferencia que aplica nuestro vecino y socio Brasil escala al 25%. Además, el proyecto insistirá que en caso de ganar un oferente internacional, deberá abastecerse, al menos en parte,de proveedores locales. Se exigirá la transferencia de tecnología a firmas nacionales.Otro punto es que a partir de determinado monto de la licitación (US$ 10 millones), si gana un extranjero, tendrá la obligación de que el 20% del contrato prevea integración nacional y contemple un acuerdo de transferencia tecnológica a empresas argentinas. Si por propia voluntad superan este porcentaje exigido, las compañías del exterior tendrán un premio.Este formato es el que aplica el gobierno israelí. “En EE.UU. también se exige a las firmas extranjeras que integren localmente, pero el porcentaje se define según el caso”, aseguran los funcionarios. Hace ya tres semanas que se negocia el proyecto con sindicatos y empresas en paralelo a los acuerdos sectoriales que impulsa la Casa Rosada. Y existe un caso testigo: en la licitación en marcha para la compra de 1.500 vagones de pasajeros del ferrocarril, se pide un 20% mínimo de integración argentina.
CAPITAL FEDERAL 17 Abr(Clarin).-Para algunos es lo mejor que se le pudo ocurrir al Gobierno en medio de las críticas de sectores industriales por las importaciones. Lo cierto es que este semana ingresaría al Congreso por la Cámara de Senadores un ambicioso proyecto de compre nacional. Lo impulsan, entre otros, el secretario de Industria, Martín Etchegoyen que proviene, precisamente, de las filas de la Unión Industrial: antes de convertirse en uno de los miembros más consultados del amplio equipo del ministro Francisco Cabrera, fue secretario ejecutivo de la UIA. Y suele situarse en el polo opuesto de aquellos que critican a los empresarios por “proteccionistas”.Lo cierto es que ante los US$ 170.000 millones que se prevén como inversión pública entre 2017 y 2023, la idea es hacer lo que hacen otros países que ayudan a sus industrias. Fuentes del ministerio de Producción deslizaron a Clarín que el tamaño de la inversión pública prevista, que multiplica el 5% del PBI que destinó Argentina y aún así se ubica lejos del 13% del PBI que desembolsan los países más desarrolladas de la OCDE; justifica este proyecto.La propuesta del Gobierno distingue entre pymes y grandes empresas para beneficiar más a las más pequeñas. La idea pasa por modificar la ley de compre nacional vigente, sancionada en 2001 y que pocas veces se cumple. La nueva propuesta contempla que la preferencia en las compras para pymes salte del 7 actual al 12% y para las grandes, de 5 al 8%. Para esta iniciativa se inspiraron en el buy american, de EE.UU., en la ley israelí y en la de Corea del Sur de protección a la industria nacional Trabajaron con la CEPAL.Es probable que en el debate parlamentario, los porcentajes se eleven ya que en EE.UU. la ventaja para las pymes alcanzal 12% y en Israel, al 15%. Pero la preferencia que aplica nuestro vecino y socio Brasil escala al 25%. Además, el proyecto insistirá que en caso de ganar un oferente internacional, deberá abastecerse, al menos en parte,de proveedores locales. Se exigirá la transferencia de tecnología a firmas nacionales.Otro punto es que a partir de determinado monto de la licitación (US$ 10 millones), si gana un extranjero, tendrá la obligación de que el 20% del contrato prevea integración nacional y contemple un acuerdo de transferencia tecnológica a empresas argentinas. Si por propia voluntad superan este porcentaje exigido, las compañías del exterior tendrán un premio.Este formato es el que aplica el gobierno israelí. “En EE.UU. también se exige a las firmas extranjeras que integren localmente, pero el porcentaje se define según el caso”, aseguran los funcionarios. Hace ya tres semanas que se negocia el proyecto con sindicatos y empresas en paralelo a los acuerdos sectoriales que impulsa la Casa Rosada. Y existe un caso testigo: en la licitación en marcha para la compra de 1.500 vagones de pasajeros del ferrocarril, se pide un 20% mínimo de integración argentina.
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