Terminal fantasma: Dellepiane está lista para abrir, pero los micros no quieren ir
CAPITAL FEDERAL 27 Ene(Clarin).-Se ubica en el sur de la Ciudad y costó US$ 30 millones. La idea era descomprimir Retiro. Pero las empresas dicen que el lugar es incómodo y que duplicarían sus costos operativos.Terminal fantasma: Dellepiane está lista para abrir, pero los micros no quieren ir.
CAPITAL FEDERAL 27 Ene(Clarin).-Se ubica en el sur de la Ciudad y costó US$ 30 millones. La idea era descomprimir Retiro. Pero las empresas dicen que el lugar es incómodo y que duplicarían sus costos operativos.Terminal fantasma: Dellepiane está lista para abrir, pero los micros no quieren ir.
La moderna construcción asoma entre los autopistas Dellepiane, 25 de Mayo y Cámpora. Foto: Juano Tesone
La terminal de micros Dellepiane, construida en el sur de la Ciudad para descomprimir el tráfico de Retiro, ya está terminada. Pero, insólitamente, nadie sabe cuándo comenzará a funcionar. Las empresas de micros de larga distancia afirman que, entre problemas de operatividad y de costos, más una mala relación con el dueño del complejo, el polémico empresario Néstor Otero, el lugar no les sirve. Así, una obra que costó US$ 30 millones es una terminal fantasma, está sin uso y con un futuro incierto.El predio ocupa 4,4 hectáreas en Dellepiane, Perito Moreno, la autopista Cámpora y Mariano Acosta. Fue cedido por la Legislatura a la empresa Terminales Terrestres Argentinas (TTA) por 18 años. Además de sumar al desarrollo del sur porteño, el objetivo es que Dellepiane absorba hasta un 35% del flujo de Retiro, que en temporada alta colapsa con 2.400 micros diarios, y que este año será nuevamente concesionada.
La terminal de micros Dellepiane, construida en el sur de la Ciudad para descomprimir el tráfico de Retiro, ya está terminada. Pero, insólitamente, nadie sabe cuándo comenzará a funcionar. Las empresas de micros de larga distancia afirman que, entre problemas de operatividad y de costos, más una mala relación con el dueño del complejo, el polémico empresario Néstor Otero, el lugar no les sirve. Así, una obra que costó US$ 30 millones es una terminal fantasma, está sin uso y con un futuro incierto.El predio ocupa 4,4 hectáreas en Dellepiane, Perito Moreno, la autopista Cámpora y Mariano Acosta. Fue cedido por la Legislatura a la empresa Terminales Terrestres Argentinas (TTA) por 18 años. Además de sumar al desarrollo del sur porteño, el objetivo es que Dellepiane absorba hasta un 35% del flujo de Retiro, que en temporada alta colapsa con 2.400 micros diarios, y que este año será nuevamente concesionada.
Entrada. La terminal Dellepiane tiene dársenas para 40 micros y estacionamiento para 400 autos. Foto: Juano Tesone
La construcción terminó a fines del año pasado. Es un edificio moderno, con techo y paredes vidriadas que aportan una abundante luz natural. Tiene un primer hall para los micros que arriben y un segundo para las partidas. En todo el primer piso hay lugar para boleterías, oficinas y sobre todo para locales comerciales. Cuenta con 48 dársenas más un sector con paradas para 15 líneas de colectivos, 400 lugares para estacionar y hasta está planeado extender la línea E de subte para facilitar el acceso.Además, la terminal está al lado de las autopistas Cámpora, Dellepiane y 25 de Mayo, lo que agilizaría el ingreso y salida por la red de autopistas, para no afectar el tránsito a nivel de calle.El Gobierno nacional ya autorizó a las empresas que quieran a instalarse a comenzar la mudanza. Pero por Dellepiane todavía no pasó ni un micro.¿Cuál es el problema? En la Cámara de Empresas de Buses de Larga Distancia (CELADI) le explicaron a Clarín que "en ese lugar no hay demanda de pasajeros, llegan colectivos pero no el tren ni el subte. No podríamos usar el Metrobus de la autopista 25 de Mayo porque no tendríamos como acceder. Además, para entrar y salir de las autopistas deberíamos pagar dos veces el peaje. También se duplicarían los costos por alquiler de boleterías, uso de las dársenas y otros, porque ya estamos en Retiro. Todo esto afectaría a los pasajeros". La situación es tal que en la Cámara aseguran que nunca fueron consultados sobre la conveniencia de la construcción de Dellepiane. Y lo graficaron claramente: "Ni siquiera conocemos la terminal".Pero además de los problemas operativos, muchas empresas del sector tienen una mala relación con Néstor Otero, el dueño de Dellepiane, quien también es concesionario de Retiro y de varias terminales del Interior, como las de Mar del Plata y Santiago del Estero. "Sobran motivos para desconfiar de la nueva terminal si tenemos en cuenta que será operada por la misma gente que desde 1993 tiene a su cargo Retiro, que se encuentra en un lamentable estado de abandono", afirmaron en CELADI.Otero es un empresario muy cuestionado. Tuvo que pedir una probation en una causa por pago de dádivas a Ricardo Jaime, el ex secretario de Transporte de la Nación. También enfrentó dos causas contravencionales que le inició la Fiscalía General de la Ciudad por alquilarles galpones de las estaciones ferroviarias de Retiro y Once a los manteros para que guardaran mercaderías, denuncias por las que fue condenado a pagar $ 100.000 y $ 70.000, respectivamente.¿Cómo consiguió el manejo de Dellepiane? Porque fue una iniciativa propia, un proyecto que le presentó al Gobierno porteño y que aprobaron los legisladores. A diferencia de Retiro, la terminal Dellepiane es propiedad privada.Pese a la postura de los transportistas, TTA tiene una visión más optimista. En la empresa le explicaron a Clarín: "Vamos a tener una reunión la próxima semana con autoridades de la Ciudad. Vamos a ofrecerles a las empresas no cobrarles el alquiler de las boleterías hasta el final de la temporada para facilitarles las inversiones. También que por el uso de las dársenas paguen lo mismo que en Retiro. Esperamos que a partir de marzo la terminal esté operativa". La dueña de Dellepiane no sólo pagó la obra sino que ya empezó a abonar los $ 6.000.000 trimestrales de canon a la Ciudad.En el Gobierno porteño confirmaron que la semana entrante se hará la reunión. Pero el futuro no está claro. Por lo pronto, en la CEDILA afirmaron que "hasta tanto no estén dadas todas las condiciones para garantizarle al usuario un buen servicio y con precios acordes, las empresas no utilizarán la terminal Dellepiane".
La construcción terminó a fines del año pasado. Es un edificio moderno, con techo y paredes vidriadas que aportan una abundante luz natural. Tiene un primer hall para los micros que arriben y un segundo para las partidas. En todo el primer piso hay lugar para boleterías, oficinas y sobre todo para locales comerciales. Cuenta con 48 dársenas más un sector con paradas para 15 líneas de colectivos, 400 lugares para estacionar y hasta está planeado extender la línea E de subte para facilitar el acceso.Además, la terminal está al lado de las autopistas Cámpora, Dellepiane y 25 de Mayo, lo que agilizaría el ingreso y salida por la red de autopistas, para no afectar el tránsito a nivel de calle.El Gobierno nacional ya autorizó a las empresas que quieran a instalarse a comenzar la mudanza. Pero por Dellepiane todavía no pasó ni un micro.¿Cuál es el problema? En la Cámara de Empresas de Buses de Larga Distancia (CELADI) le explicaron a Clarín que "en ese lugar no hay demanda de pasajeros, llegan colectivos pero no el tren ni el subte. No podríamos usar el Metrobus de la autopista 25 de Mayo porque no tendríamos como acceder. Además, para entrar y salir de las autopistas deberíamos pagar dos veces el peaje. También se duplicarían los costos por alquiler de boleterías, uso de las dársenas y otros, porque ya estamos en Retiro. Todo esto afectaría a los pasajeros". La situación es tal que en la Cámara aseguran que nunca fueron consultados sobre la conveniencia de la construcción de Dellepiane. Y lo graficaron claramente: "Ni siquiera conocemos la terminal".Pero además de los problemas operativos, muchas empresas del sector tienen una mala relación con Néstor Otero, el dueño de Dellepiane, quien también es concesionario de Retiro y de varias terminales del Interior, como las de Mar del Plata y Santiago del Estero. "Sobran motivos para desconfiar de la nueva terminal si tenemos en cuenta que será operada por la misma gente que desde 1993 tiene a su cargo Retiro, que se encuentra en un lamentable estado de abandono", afirmaron en CELADI.Otero es un empresario muy cuestionado. Tuvo que pedir una probation en una causa por pago de dádivas a Ricardo Jaime, el ex secretario de Transporte de la Nación. También enfrentó dos causas contravencionales que le inició la Fiscalía General de la Ciudad por alquilarles galpones de las estaciones ferroviarias de Retiro y Once a los manteros para que guardaran mercaderías, denuncias por las que fue condenado a pagar $ 100.000 y $ 70.000, respectivamente.¿Cómo consiguió el manejo de Dellepiane? Porque fue una iniciativa propia, un proyecto que le presentó al Gobierno porteño y que aprobaron los legisladores. A diferencia de Retiro, la terminal Dellepiane es propiedad privada.Pese a la postura de los transportistas, TTA tiene una visión más optimista. En la empresa le explicaron a Clarín: "Vamos a tener una reunión la próxima semana con autoridades de la Ciudad. Vamos a ofrecerles a las empresas no cobrarles el alquiler de las boleterías hasta el final de la temporada para facilitarles las inversiones. También que por el uso de las dársenas paguen lo mismo que en Retiro. Esperamos que a partir de marzo la terminal esté operativa". La dueña de Dellepiane no sólo pagó la obra sino que ya empezó a abonar los $ 6.000.000 trimestrales de canon a la Ciudad.En el Gobierno porteño confirmaron que la semana entrante se hará la reunión. Pero el futuro no está claro. Por lo pronto, en la CEDILA afirmaron que "hasta tanto no estén dadas todas las condiciones para garantizarle al usuario un buen servicio y con precios acordes, las empresas no utilizarán la terminal Dellepiane".
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