El desafío inmediato en “La Trochita”, renovar las calderas y traer una máquina a Esquel
ESQUEL Chubut 8 Ene (La Portada).-Para asegurar un servicio sin sobresaltos por los próximos años, el Viejo Expreso Patagónico debe dejar a punto algunas locomotoras y renovar las calderas.
La temporada de verano está en marcha y el emblemático tren cordillerano será, seguramente, uno de los principales atractivos. No es una novedad, los turistas se desvelan por un viaje a bordo de la centenaria formación ferroviaria. Pero para que la magia suceda es necesario el trabajo en los talleres y el acondicionamiento tanto de la maquinaria como de las vías.
En diálogo con diario La Portada, el gerente del Viejo Expreso Patagónico, Oscar Mansilla, confió que hay grandes expectativas depositadas en el verano 2025 y adelantó que habrá salidas semanales en las dos estaciones operativas, es decir, Esquel y El Maitén. El programa ya está definido. El nivel de consultas y las reservas hacen pensar en dos meses (enero y febrero) a pleno.
Destacó que, mientras aguardan la llegada de los visitantes provenientes de diversas provincias argentinas y del exterior, avanzan con un plan para mejorar el recurso ferroviario. En los talleres de la Estación El Maitén “estamos terminando una máquina nueva para trasladarla hasta Esquel” en los primeros días de enero, manifestó, agregando que “de esta manera vamos a asegurar el servicio” hacia la comunidad Nahuelpan.
Resaltó que, en simultáneo, el personal está enfocado en la reparación y arreglo de las vías para una efectiva circulación de la locomotora que reforzará la prestación en Esquel. Para Mansilla es una prioridad trasladar la máquina hoy en El Maitén.
El responsable del Viejo Expreso Patagónico no dudó en señalar la necesidad de “invertir en el tren, sobre todo en lo que respecta a las calderas” y sostuvo que teniendo éstas en óptimas condiciones “le damos vida al tren”.
Mansilla dejó en claro que la renovación de las calderas es un asunto indispensable. “Las locomotoras han rodado muchos años ya y entonces hay que ir por las calderas. Hay que cambiar la tubería, que supone algo así como 120 tubos. También hay que ver el estado de las placas. Todo se vería en los talleres de El Maitén”.
El funcionario precisó que una caldera a nuevo implica “tener el servicio garantizado por muchos años más. Si nosotros reparamos una caldera para Esquel y otra para El Maitén, estamos hablando de una vida de 15 años, por lo menos. Es algo de suma importancia”.
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