Tren descarrilado en Olavarría: apuntan al mal estado de la vía y analizan imágenes
BUENOS AIRES 9 Mar (Clarin).-Comenzaron las pericias en la zona y la toma de declaraciones a los testigos. Por el hecho hubo 27 heridos leves.
El descarrilamiento del tren en las cercanías de la ciudad de Olavarría.
Con el servicio interrumpido, al menos, hasta el próximo domingo, avanzan las investigaciones para determinar las causas del descarriló del tren ocurrido la madrugada del martes, cerca de Olavarría, con 479 pasajeros a bordo. En la emergencia, resultaron 27 personas con heridas leves y solo un hombre del Gran Buenos Aires que viajaba a Bahía Blanca, pasó la noche internado en un hospital de la zona, debido a una contusión.
En esa tarea investigativa confluyen, aunque con objetivos diferentes, la Justicia federal y la Junta de Seguridad en el Transporte, que depende del Ministerio de Transporte de la Nación.
Desde Azul, el juez Gabriel Di Giulio abrió la causa 3477/22 y dispuso el secuestro de la caja negra de la formación 333 de Trenes Argentinos, constituida por una docena de vagones, cinco de los cuales salieron de la vía.
También ordenó la incautación de la cámara que, desde la parte frontal de la locomotora, registra todo el trayecto. En particular, le interesa el momento del siniestro, ocurrido pasadas las 5 de la mañana. Junto a los informes preexistentes sobre el estado de esa vía, que también pidió el juez, la imagen sería clave para determinar por qué el tren perdió estabilidad.
“Queremos ver si hubo alguna situación en la estructura ferroviaria de la vía y los durmientes y si la lluvia tuvo que ver con la erosión”, dijo desde Olavarría el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci. Paralelos a la vía, las precipitaciones de los últimos días formaron sendos canales con una profundidad algo menor a un metro, revelaron fuentes del lugar a Clarín.
“Eso pudo generar la apertura de la vía y lo que ha sucedido, que la locomotora termine descalzando de la vía y generando esa frenada que transmiten los usuarios que no es ni más ni menos que es clavándose la ruedas sobre la tierra” explicó el funcionario, como una hipótesis sobre la causa del siniestro.
“Entendemos que puede ser en parte consecuencia de la lluvia y otra parte por la durabilidad de los durmientes, que probablemente hayan estado en estado no adecuado. Por eso hay que evaluar la velocidad de circulación del tren y distintas cuestiones técnicas”, agregó Marinucci. “Los trenes “son seguros” remarcó.
En todo momento, Trenes Argentinos dejó en claro que ese tendido de vías pertenece a Ferroexpreso Pampeano. “Son vías con concesiones de hace más de 30 años y que están en período de vencimiento”, remarcó Marinucci, que viajó a Olavarría junto al equipo de Seguridad Operacional de la empresa para supervisar la remoción del tren y la evaluación sobre el estado de la traza.
Desde Ferroexpreso Pampeano (FEPSA), que opera servicios de carga, aseguraron que era bueno. “Tanto antes, como después del descarrilamiento, la vía estaba en adecuadas condiciones y nivel de mantenimiento”, aseguraron fuentes de FEPSA consultadas por Clarín.
"Del relevamiento realizado en el lugar hasta el momento no se han detectado rastros ni razones que determinen objetivamente que la causa del descarrilamiento se pueda atribuir al estado de la vía”, agregaron.
Más allá de la controversia sobre el estado de la vía y los durmientes, el titular del Juzgado Federal 1 de Azul dispuso además que se extrajeran muestras de sangre al motorman y a su acompañante para realizar los test de alcoholemia y toxicológico de rigor.
Al mismo tiempo, requirió el resultado de los exámenes practicados a ambos antes de que el tren partiera de Plaza Constitución, el lunes a la noche. Además de sus declaraciones testimoniales y las de algunos pasajeros, Di Giglio solicitó informes sobre el historial de velocidad del tren y las previsiones meteorológicas para el viaje.
Por su parte, desde la Junta de Seguridad en el Transporte informaron que sus técnicos están aún en la etapa de recolección de información sobre el siniestro. “La tarea, desarrollada en el lugar, comprendió la toma de fotografías, muestras del material rodante y la entrevista a protagonistas y testigos" dijo un vocero.
El testimonio de un pasajero
La formación había salido en horario, 19:53, pero a los diez minutos debió detenerse, durante una hora y media, debido a un corte a la altura de El Jagüel. “Allí comenzaron los problemas”, escribió el periodista Juan Clemente, en el inicio de un largo hilo en Twitter sobre la odisea que vivió a bordo.
“De golpe, el tren empezó a frenar desmedidamente, las luces se apagaron y los pasajeros se refugiaron en los gritos. Los frenos chillaban”, evocó sobre el momento de mayor tensión.
“Ahí perdí la noción del tiempo. Los segundos que pasaron entre que el tren descarriló y chocó la alcantarilla fueron horas. Gritos, llantos y, por fin, el impacto. Rápidamente nos preocupamos por los niños (uno cayó arriba mío) y los mayores” describió Clemente.
Agregó que la puerta del vagón 403 no abría y al volcarse el habitáculo, las ventanas quedaron de techo, por donde lograron salir los pasajeros, con ayuda de personas de un campo cercano, los primeros en llegar al lugar.
"Una vez fuera de la formación y con otra tranquilidad, restaba saber cómo salir de la vía, ya que de ambos lados había agua. La policia y los bomberos llegaron y con prioridad para mayores y niños, cruzaron a todos para el campo en la caja de las camionetas", detalló Clemente.
El periodista, que usa habitualmente el servicio a Bahía Blanca, reveló que es común que, al pasar por la zona de Olavarría, el tren disminuya su velocidad por el estado de las vías. "Pero nunca me imaginé que podría pasar algo así", le dijo a Clarín.
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