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miércoles, 13 de diciembre de 2023

Desarrollo sobre rieles

Un viaje de ida: desarrollar videojuegos sobre rieles

BUENOS AIRES 13 Dic (La Tinta).-El pasado viernes 8 de diciembre, sucedió la “Democracia gamejam sobre rieles” a bordo del tren que partió desde Córdoba a Retiro, Buenos Aires. Con la participación de unas 20 personas y en equipos, se crearon varios juegos de mesa y videojuegos en las casi 20 horas que duró el recorrido, con la idea de “democracia” como eje temático. Conversamos con sus hacedores y jammers para conocer más de esta experiencia y del aporte de esta creciente industria cultural para la vida.

Desde La tinta, con el antecedente de la Global Game Jam 2023 con su sede cordobesa, esta vez, nos embarcamos en la Democracia gamejam sobre rieles, un evento similar, abierto a todo público (+18) y gratuito, pero con un condimento muy distinto: el movimiento de un viaje de ida en ferrocarril. Esta aventura tuvo como objetivo desarrollar juegos por equipos y en un tiempo limitado, durante las casi 20 horas de recorrido del tren que va de Córdoba a Retiro, pensando en “¿por qué democracia?” como eje temático. 

A partir de una coproducción de VICO -Videojuegos Córdoba- y Fundav, en alianza con Trenes Argentinos, se trató de la cuarta vez que se realizó una gamejam con este formato sobre trenes en Argentina, la primera post pandemia y también la primera en realizar el viaje en sentido opuesto: Córdoba-Buenos Aires, con la intención de su federalización. La experiencia contó con la participación de unas 20 personas de distintas provincias, tanto profesionales del rubro como principiantes, y fue una de las sedes físicas de la “Democracia Gamejam”, producida por Acción Dev en colaboración con la Red de Comunidades de Desarrolladores de Videojuegos que, por los 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina y en homenaje a su importancia social, ofreció diferentes propuestas de actividades presenciales y virtuales a lo largo de varias semanas previas, como ser charlas reflexivas sobre su compleja temática y sobre desarrollo, así como muestras de juegos, entre otras.

Acción Dev invitó a crear y sublimar desde los juegos “como motor para la recuperación histórica, reflexión sobre la perspectiva social e investigación para fortalecer la memoria”, afirmando que “no recordar es condenarnos al pasado”. En sentido similar, desde la Red de Comunidades de Desarrolladores de Videojuegos, se convocó a “cualquier persona interesada en crear experiencias interactivas que busquen reflexionar sobre las distintas formas de participación ciudadana, la defensa de los derechos humanos y los desafíos que enfrentamos actualmente como sociedad para honrar la restauración de la democracia en los distintos países de Latinoamérica y destacar su importancia en la historia contemporánea”, a través del juego como herramienta fundamental.

Imagen: Graciela Podestá

Desde La tinta, conversamos con algunes participantes de la Democracia gamejam sobre rieles acerca de esta experiencia en particular y nos preguntamos en general: ¿cuál es el espíritu de una gamejam y cuál es el aporte de los videojuegos?

Débora Theaux 

Técnica en desarrollo de videojuegos, parte de la organización de Women in Games Argentina (WIG Ar) y de VICO -Videojuegos Córdoba-.

“Esta fue mi primera jam en un tren y la primera gamejam en la que participo completamente sola, haciendo arte, programación y diseño. 

Para mí, siempre fue un medio de entretenimiento y una comunidad de amigos. Juego desde muy chiquita a los videojuegos y el día que descubrí que también podía desarrollarlos, cambió bastante mi punto de vista y mi forma de vivir. Considero a los videojuegos como un medio de comunicación y de arte, y me gusta esta idea de poder transmitir un mensaje, una idea, una opinión, una experiencia a través de ellos”.

Alejandro Iparraguirre 

Coordinador de Videojuegos del Ministerio de Cultura de la Nación durante 11 años, cofundador de Fundav y docente en la FADU de la UBA, entre otras universidades. 

“En mi caso, yo soy productor de videojuegos. Mi pasión es diseñar experiencias también y estoy aprendiendo todos los días de eso. Y me interesa contar dos cosas: una es lo importante de una gamejam para la comunidad de los videojuegos. Me encanta decir que son la misa de quienes desarrollamos videojuegos, no por un carácter religioso, sino por el de identidad, de juntarse, de celebrar algo en común, esa pasión que tenemos por los videojuegos. Creo que es un gran ejercicio creativo donde uno puede trabajar la interrelación entre las personas, con las distintas disciplinas; que es una gran puerta de entrada donde, justamente, lo más importante de una gamejam, el concepto de donde nace -y que muchas veces no se respeta- es su carácter colaborativo y nunca competitivo, por más que haya muchas que, como objetivo, tienen ganar un premio. 

En ese sentido, lo que quiero destacar de esta Democracia gamejam sobre rieles es que tiene que ver con la democracia y el contexto en el cual estamos viviendo. Me parece muy sano, y una señal de consolidación de la comunidad de videojuegos, que se involucre y participe sobre temáticas que tengan un carácter de activismo de alguna manera y de expresión a través de las actividades que hacemos, que es hacer videojuegos.

Aportan un montón de cosas, pero me parece que hay algo muy importante que tiene que ver con el autoconocimiento, a través de la expresión. Creo que eso es una herramienta transformadora increíble de los videojuegos y explica la relación intrínseca que tiene quien juega con un juego. Y me parece que esa idea autorreferencial, no solo del desarrollo, sino esa idea de jugar y ponerte vos en ese lugar, te hace conocerte y eso, para mí, es maravilloso”.

Imagen: Graciela Podestá

Mishka de Caro

Directore académique de la primera Diplomatura de Videojuegos de la UBA en la Facultad de Ciencias Sociales, actual presidente de Fundav, docente y parte de la cooperativa El Faro. 

“Con Fundav, me encargué de la producción operativa de esta jam sobre rieles que tuvo cerca de 20 personas participando y casi el doble de inscriptes, aunque el momento espacio-temporal y las vicisitudes del momento idiosincrático que estamos atravesando hicieron que mucha gente no pueda asistir. 

Una de las formas principales de fomento de comunidades de Fundav desde sus inicios fue hacer las jams, no para hablar en nombre de, sino para que la gente hable en nombre propio, que las comunidades puedan expresarse propiamente. Los juegos que se vieron en esta jam están más cerca de ser serious games, non games, juegos experimentales y un poco más lejos de los microjuegos o juegos indies que vimos en otras jams sobre rieles, con temáticas un poco más jocosas y graciosas. Como la temática acá era la democracia y sus 40 años, les desarrolladores tomaron una orientación un poco más seria.

Yo comparto con Alejandro: me parece medio hasta aberrante hablar de una jam con premiación porque se trata, igual que en la música, de celebrar el medio. En los videojuegos, en general, estas celebraciones tienden a ser muy mercantilistas y las jams permiten otro tipo de comunión que tiene más que ver con formar parte de una comunidad y una pertenencia. En Latinoamérica, particularmente, la pertenencia a ciertos aspectos de la tecnología, durante muchos años, se dio a través de la piratería y del hackeo, y las jams tienen algo muy cercano a eso. Se usa software más libre, más fácil de acceso, con menos herramientas o más sencillos, porque necesitás resolver rápido tus problemáticas; no por eso menos dúctiles o expresivos de la habilidad de quienes los usan, pero sí de más fácil solución y con algunas limitantes más en cuanto al alcance de los proyectos que podemos hacer. Parecido a lo que pasa en una jam musical, que tiende a jugar sobre repeticiones, a dialogar entre distintos instrumentos y no hacer composiciones orquestales extremadamente complejas. Desde ese sentido, creo que se entiende mucho la relación y que le hayamos pedido prestado el término jam a la música

A mí, los videojuegos me aportan de todo, desde herramientas de solución de conflicto y de proceso de emociones hasta herramientas de sensibilización. Me hacen más compasive, entender a otras personas, me ponen en su piel para comprender otro tipo de historias que no son la mía. Yo tengo una experiencia particular en videojuegos, que es que doy clases de desarrollo de videojuegos en el penal de Marcos Paz, y los chicos en la cárcel hacen juegos autorreferenciales o sobre sus historias, y yo puedo entender sus historias y vivenciar cosas de sus historias a través de esos juegos, que de otra forma yo no podría hacerlo”.

Imagen: Peu

Bernardo Mallaina

Diseñador de juegos y juguetes, docente, director de la licenciatura en Producción y Desarrollo de Videojuegos en la Universidad de José Paz, y parte de Fundav.

“Habiendo tenido tanto éxito las tres instancias pasadas con este formato, la propuesta de esta jam sobre rieles fue fomentar más todavía la cuestión de comunidad y de intercambio, de comunicar comunidades más allá de lo virtual exclusivamente o de lo contextual.

El espíritu de una gamejam está muy vinculado a libertad, creatividad y adaptación. La idea es, justamente, muy originaria de la cuestión de jamear, yo digo guitarrear. Lo más lindo que tiene el ámbito virtual de videojuegos es que no te ata a ninguna cuestión de tiempos o condiciones de entrega, de pedidos de cliente en los que el ámbito laboral te encierra. Acá es una exploración profundamente artística y creativa del medio, es lo que tenés ganas y hasta desde un lugar en el que no hay compromiso en nada. Si nada más te comprometés con las personas con quienes vas a trabajar y decís: ‘Yo no hago sonido, pero tengo ganas de probar hacer sonido’, está fabuloso y lo explorás y te divertís con esa exploración. 

El aporte de los videojuegos viene desde la base que tienen con la lúdica. El juego es absolutamente esencial para el ser humano. Hoy, está en un lugar medio complejo porque es una actividad que está vista como improductiva, en el sentido de que no genera un bien, mucho menos físico. Pero es una actividad esencial por cuestiones que tienen que ver con la salud para las personas en su actividad, en su bienestar, en su vida, hasta incluso organizativas y de construcción de cultura. Y, justamente, tiene que ver con que la exploración cultural y los nuevos descubrimientos se dan desde una actitud juguetona siempre. Estamos hablando de la misma estructura del juego que te sentás a jugar a una mesa, esta idea de que te encerrás en un universo de reglas arbitrarias y limitás tu ámbito de acción. Eso genera algo, fomenta la creatividad, eso es jugar. Cuando tienes un problema, justamente, la solución creativa viene desde encerrarse, decir: ‘Bueno, vamos a asumir que mi mundo y mis limitaciones son estas, tengo que crear esa solución’”. 

Daft Rebel

Lic. en Diseño Gráfico, realizador audiovisual y docente investigador de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego. Colaborador de la comunidad de desarrolladores Fuego Game Devs y Fundav.

“Imaginate que te juntaste con tus amigos -uno tiene una guitarra, otro un bombo, otro tiene un charango- e hicieron música. No necesariamente está perfecto ni masterizado ni listo. Lo hiciste por gusto, lo sentiste muy bien, todos se divirtieron y, en el camino, todos aprendieron algo nuevo seguramente o encontraron un poquito de esa motivación que te ayuda a seguir el día a día. Eso es una jam de videojuegos también. 

Imaginate que te juntaste con tus amigos a hacer un corto o a hacer un video tonto para el internet. Es exactamente la misma vibra, nada más que, por ahí, estamos más acostumbrados a ver el desarrollo de videojuegos como trabajo o sentarse atrás de una compu como trabajo, y te olvidás de que también es divertido -por lo menos, para determinados individuos especiales- juntarse a programar, a hacer arte o música, a hacer todo lo que necesitás, incluso, para diseñar un videojuego. Básicamente, eso es una jam y por eso es que atrapa gente de todos los rubros

Este año, este tipo de formato se nombra en castellano: “desarrollo sobre rieles”, un nombre que entendemos todos. Alguien va a desarrollar algo arriba de un tren. En este caso, videojuegos o juegos. Y que hoy partamos desde Córdoba hasta Buenos Aires es completamente disruptivo dentro del universo que se había creado. Son muy interesantes también las reacciones de los desarrolladores que se sumaron, en la mayoría de los casos, por primera vez al desarrollo sobre rieles y que también tienen una prospectiva y una perspectiva de lo que es el desarrollo para sus vidas. Lo más importante de este formato de jam -que se viene manteniendo y es una observación que he hecho desde la primera hasta la del día de hoy- es que la gente que decide participar, no importa en qué estadio estén de desarrollo personal o profesional dentro de su carrera, siempre crecen o terminan tomando decisiones que son muy importantes para el desarrollo personal y de su vida a bordo de este tren.

Es el único evento también que te lleva. Es otros, vos vas al evento, vos querés participar y comprás tu entrada. Siempre tenés que ir aportando algo para que eso ocurra. En este caso, es al revés. Vos te subís al tren y el tren te lleva. Y en medio, los mentores que van surgiendo, que no están estipulados. Se van dando por las dinámicas sociales, humanas. Y esos mentores te van guiando y ayudando en ese camino que estás emprendiendo dentro del desarrollo de los juegos. Esa es la parte más importante de este evento y por eso es importante que se siga haciendo y que medios como los de ustedes estén levantando esto como noticia, que permitan que tenga visibilidad. Que gente de cualquier edad pueda sumarse a próximas ediciones, compartir y conocer lo que es la comunidad de desarrollo de videojuegos desde adentro. Y terminar de definir estas cosas, como decíamos: ¿cuál es tu lugar en el mundo y dentro de esta gran comunidad que es nacional?”.

Imagen: Graciela Podestá

Como resultado de esta Democracia Gamejam, surgieron más de 30 juegos en línea a partir de la participación tanto virtual como física, que nos abren a mundos tan fantásticos como realistas, así como a reflexiones diversas y necesarias sobre los valores democráticos.

Prohibiciones Irracionales es uno de los juegos resultantes, desarrollado por Debo Theaux: “Se trata sobre un periodista que tiene que desmentir los anuncios del diario oficial en la época de la dictadura. Obviamente, este diario está completamente censurado, entonces, el periodista se encarga de buscar historias reales y registrarlas, aunque tenemos un límite de hechos a registrar. Por lo tanto, empezamos a buscar aliados que nos ayuden a almacenar los datos. Puede que esos aliados nos traicionen y que sean enemigos, y cuando nos traicionan, bueno, esa gente desaparece… Y si logramos dar con todos los aliados, podemos emitir una nota sin censura, contando todas las verdades de esa época”. ¿Nos resuena?

Como sea, les invitamos a conocer todas las creaciones y jugar accediendo aquí. Y, por qué no, a atreverse a adentrarse en este mundo que es un viaje de ida…

*Por Peu para La tinta / Imagen de portada: Graciela Podestá.

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