Hace 57 años partía el último tren desde la estación de Necochea
NECOCHEA BA 14 Dic (Ecos Diarios).-Unía nuestra ciudad con Buenos Aires en seis horas. El barrio tenía una identidad propia. Protagonistas y curiosidades
Recuerdo. Ya son pocos los necochenses que recuerdan la vieja estaciónHace 57 años partía el último tren desde la estación de Necochea, y el hecho se transformaba en una sensible pérdida para el sistema de transporte, cerrando una etapa de brillo para el barrio Norte.
El trascendente suceso fue recordado en la columna sobre acontecimientos históricos de la ciudad, que cada miércoles forma parte del programa radial “Desde temprano”.
En la ocasión se dio cuenta que a las 11.30 de la mañana del domingo 15 de diciembre de 1968, en medio de una jornada de temporal, Oscar Plumez, quien sería el último jefe de la estación ubicada en calle 62 entre 43 y 47, despachaba hacia Buenos Aires el tren del final.
Dicha partida y paralelamente el cierre de la estación, fue el epílogo de una decisión que se empezó a gestar el 9 de enero de 1964, cuando la ciudad recibía la noticia del cierre de la estación del Ferrocarril General Roca y, a pesar de las intensas gestiones de autoridades y fuerzas vivas, no se revertía la medida.
Como causas de la clausura definitiva de la estación necochense se esgrimían cuestiones de orden técnico y falta de seguridad en el puente ferroviario.
Intenso movimiento. Se registró durante varias décadas en la estación de 45 y 62Las 21 campanadas
Atrás quedaba un rico historial iniciado el 1 de agosto de 1894 cuando quedaba librado al servicio la línea ferroviaria Quequén-Necochea y arribaba el primer tren, siendo recibido por 21 campanadas.
Tras cruzar el puente construido sobre el Río Quequén en el sector que hoy ocupa el Club Del Valle, los trenes llegaban a la flamante estación: un edificio de categoría, sólido, con detalles de hierro ornamentales en las columnas y techo del andén con vistosas claraboyas. Todo con el estilo inglés de la explotación por aquellos años del ferrocarril en el país.
El día de la llegada de aquél primer tren la ciudad vivió una fiesta y entre los pasajeros estuvo el ex presidente de la Nación, Dr. Carlos Pellegrini.
Un aspecto curioso es que el puente por el que atravesaba el tren, con bases de cemento y ladrillos fue construido en forma provisoria, se dijo, con madera de quebracho. Lo cierto es que si bien fue clausurado el 21 de abril de 1969, se mantuvo firme nueve décadas y recién la furiosa inundación de 1980 lo pudo derrumbar.
El barrio más bullicioso
En la continuidad del diálogo radial se comentó que, al compás del servicio de tren, el barrio Norte fue por varias décadas el más bullicioso de la ciudad.
Cada arribo del convoy de vagones completo de pasajeros -muchos de ellos llegaban por primera vez a Necochea-, así como los que partían, se anunciaban con la potente bocina de la locomotora, que retumbaba varias cuadras a la redonda. El vapor que salía desde sus costados completaba un espectáculo sin igual.
Este transporte generaba un movimiento económico extra: en los primeros tiempos el servicio de tranvía, que recorría el centro de Necochea y finalizaba en la avenida 2.
A modo de anécdota, en tren llegó a nuestra ciudad a fines de la década del 20 el primer contingente de 180 niñas y niños para la Colonia Raimondi, acompañados por médicos y personal de cuidado, todos procedentes de la ciudad de Buenos Aires
Posteriormente existió una parada de taxis sobre la calle 62, en la que se disponían vehículos desde la avenida 43 hasta la calle 49, y para dar mayor servicio a los viajeros, frente a la estación sobre la 62 había dos hoteles: el “Aurora” y el “Euskalduna”, ambos con restaurantes y siempre ocupados.
Nombres de protagonistas
En el barrio de la estación vivían muchos empleados ferroviarios, en especial los maquinistas y jefes, que entraban en servicio en distintos horarios.
Algunos protagonistas de esta historia ferroviaria fueron: José Pardal, Alberto y “Tito” Belacín, Luis Masur, Horacio Nicolella, Schettino, “ Tito” Vallejos, los Savoye, los Sebastiani, Balcedo, Urquiza, Luis Veccia, Lapolla y Duhalde, entre otros.
También había varios comisionistas, como Oscar Foggia, que vivían en el barrio para agilizar su trabajo intermediario: no hay que olvidar que por muchos años todo se transportaba en tren.
En tiempos de esplendor llegaban y partían dos trenes por día hacia Buenos Aires con un promedio de siete vagones ocupados, al menos un par de ellos coche cama. Y la distancia con la Capital se cubría en apenas 6 horas.
Ganado y fútbol
Un detalle curioso es que los sábados solía enviarse ganado a Buenos Aires en tren, y los animales eran arreados desde la Sociedad Rural a la estación por jinetes y entraban en tropel por la avenida 43 que era de tierra. Otro espectáculo como también la llegada del material de los circos y animales que luego actuarían en Necochea.
Era tanto el potencial que los jóvenes del barrio conformaron el Club Ferroviarios para jugar fútbol amateur y la cancha estaba ubicada donde hoy se emplaza la Escuela Argentino Danesa “Alta mira”.
Algo llamativo es que hasta cuando el servicio del ferrocarril en el país se nacionalizó durante los tiempos de Juan Domingo Perón en la presidencia, la estación no contó con personal femenino, tal cual lo disponía el sistema laboral de los ingleses.
Tras la desaparición del tren las instalaciones de la estación construida en la última década del siglo 19 quedaron abandonadas por varios años, hasta que en los 80 el municipio las tomó cargo, conformando el actual Centro Cultural Municipal.
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