La llegada del tren y del agua
NEUQUEN 1 Jun(LMN).-La historia del ferrocarril siempre encierra anécdotas y datos curiosos que no son muy conocidos, pero que permiten enriquecer la historia de los pueblos, en este caso, de nuestra región.
Ayer se cumplieron 119 años de la finalización de la obra que permitió que el tren llegara al kilómetros 1190 hasta la estación Limay (hoy ciudad de Cipolletti).
Fue un acontecimiento tan importante que el presidente Julio Argentino Roca realizó el viaje inaugural desde Buenos Aires hasta el pequeño paraje que se levantaba muy cerca de la confluencia entre los ríos Limay y Neuquén.
Lo que nadie tenía previsto es que para esa fecha se produjera una creciente del río Negro tan grande que el agua arrasó las vías y el tren que traía al primer mandatario tuvo que detenerse en Chelforó.
No se sabe la cantidad de precipitaciones que causaron semejante crecida ni los metros cúbicos que traían los ríos porque no hay estadísticas que así lo indiquen.
Sí creen los especialistas que nunca hubo una inundación semejante en el Alto Valle.
La mayoría de los pueblos aguas abajo quedaron destruidos y unas 10.000 personas tuvieron que abandonar sus viviendas.
El Fuerte General Roca (hoy la ciudad que lleva el nombre del Presidente), Viedma y Patagones quedaron en ruinas por el gran desborde del río.
Aquellas inundaciones marcaron un antes y un después para la región. Pocos meses más tarde de aquella tragedia, y a pedido del gobierno nacional, el ingeniero César Cipolletti comenzaba a realizar un relevamiento de los recursos hídricos en la búsqueda de soluciones que evitaran estos desbordes y se aprovechara el agua para el riego. El resto es historia conocida.
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