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miércoles, 5 de marzo de 2025

La primera aspirante a guarda

Elisabeth, la primera aspirante de guarda mujer en el Tren Patagónico

La barilochense trabaja desde hace 18 años en el Tren Patagónico.

Elisabeth Carmen tiene 41 años y desde hace 18 trabaja en el Tren Patagónico. Foto: gentileza

BARILOCHE Rio Negro 5 Feb (Rio Negro).-Elisabeth Carmen, una barilochense que, hasta ahora, vendía pasajes para el Tren Patagónico, comenzó sus prácticas de formación como guarda, convirtiéndose en la primera aspirante mujer de la empresa ferroviaria.

«Trabajo en el tren desde hace 18 años y pasé por varios sectores. Fui auxiliar, atendí el teléfono y desde hace años, trabajo en la boletería. Carlos, el jefe de la estación Bariloche, me preguntó si me animaba a hacer de guarda en el tren que va a Laguna Los Juncos y de inmediato, supe que me gustaría«, comentó Elisabeth, de 41 años.

La mujer explicó que acompaña al auxiliar y le da la señal al maquinista para la partida y el regreso, o ante cualquier eventualidad. «Soy personal a bordo y estoy en contacto con el maquinista todo el tiempo, es decir le informo cualquier cosa que pase con los pasajeros -por ejemplo, si alguien se siente mal- o hay que parar el tren o ante cualquier maniobra: cuando viene un tren, por ejemplo y hay que cambiar de vía. Por una cuestión de seguridad y para que no descarrile», detalló.

«El tren -agregó- tiene una máquina que va hacia adelante, al regresar hay que girar el tren. Estoy aprendiendo a hacerlo porque puede pasar que el auxiliar no puede viajar y lo tiene que hacer el guarda».

Elisabeth Carmen tiene 41 años y desde hace 18 trabaja en el Tren Patagónico. Foto: gentileza

Destacó que el tren que va hacia Perito Moreno -en el que realiza las prácticas- es pequeño, con apenas dos vagones, a diferencia del que viaja a Viedma con 11 vagones. «También tenemos que armar el tren, acomodarlo que es como un rompecabezas. Primero va la máquina, luego la bandeja automovilera (que lleva los autos), siguen los camarotes, el restaurante y los Pullman», especificó y aclaró que esta labor «se hace con varias maniobras y máquinas. Todo se maneja con señales».

Cañiú explicó que el guarda es «la autoridad máxima del tren«, a partir del momento de los dos campanazos de salida. «Se dedica a controlar la formación y a los pasajeros. También puede tocarle hacer algún tipo de maniobra por alguna cuestión en alguna estación que no haya auxiliar o no haya personal», expresó.

Elisabeth Carmen tiene 41 años y desde hace 18 trabaja en el Tren Patagónico. Foto: gentileza

Elisabeth arrancó la formación en febrero como ayudante de guarda y estima que en mayo ya estará en condiciones de rendir para ejercer como tal. «No hay otra mujer que haga este trabajo. Es un ambiente muy masculino. Desde hace años se han incorporado mujeres pero en el sector de limpieza, de venta. De todas formas los compañeros, y los de más años, me enseñan lo que más pueden. Son muy generosos», advirtió. Aclaró que lo más complejo del trabajo es cualquier eventualidad como, por ejemplo, que «el tren agarre algún animal».

Contó que, en sus primeros viajes, ella misma le había vendido boletos a los pasajeros. «Les conté sobre el recorrido y la postal, las actividades que pueden hacer allá. Lo que más disfruto es estar con la gente, dialogar con ellos«, señaló.

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