Sillas calientes: cambian las autoridades en las empresas ferroviarias
CABA 19 Abr(EnElSubte).- Sin que se les conociera ninguna visión ni medida para la mejora de los servicios, las autoridades designadas en febrero por el Gobierno se limitaron a autorizar despidos y abandonaron las empresas ferroviarias: Pedro Hadida se fue al ORSNA y Alejo Maxit a AySA. Como reemplazantes fueron designados Patricio Gilligan en FASE y DECAHF y Marcelo Krajzelman en ADIF. Sus perfiles.
Apenas dos meses después de que el Gobierno finalmente designara, en febrero, autoridades para las empresas ferroviarias del Estado, la mayoría ya se ha ido. Tras el breve paso de Pedro Hadida y de Alejo Maxit, esta semana fueron designados Patricio Gilligan al frente de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE) y de Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF) – desempeñará ambas funciones en simultáneo – y Marcelo Krajzelman al frente de Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF).
Patricio Gilligan, quien conducirá simultáneamente DECAHF y FASE, es abogado, tiene trayectoria en la gestión pública desde 1998, cuando comenzó a trabajar en las administraciones municipales de José C. Paz, Avellaneda y la Ciudad de Buenos Aires, para más adelante vincularse con la gestión pública del transporte. Gilligan ingresó al Ministerio de Transporte de la Nación durante la gestión de Guillermo Dietrich, en áreas administrativas y portuarias. Dos años más tarde se incorporó a DECAHF, donde desempeñó diversas funciones como la Subgerencia de Proyectos Especiales. En febrero había sido designado vicepresidente de DECAHF, segundo del renunciado Hadida.
A su vez, Marcelo Krajzelman, que suplantará al macrista Alejo Maxit en ADIF, que deja la empresa ferroviaria para irse a AySA, se desempeñó hasta ahora como vicepresidente de la empresa. De origen bragadense, cumplió funciones como Gerente General de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) durante la gestión de Florencio Randazzo, a quien se lo considera cercano hasta el día de hoy. En ese momento, fue un participante activo de la gestión del exministro.
Krajzelman asume la presidencia de ADIF en una situación muy compleja: la totalidad de los trabajos de infraestructura se encuentran paralizados sin distinguir grados de avance, inclusive los que poseen financiamiento internacional. Además, hace pocos días fue desvinculado cerca de un 20% de la plantilla de la empresa, incluyendo personal técnico responsable de la planificación y supervisión de obras de infraestructura. Los recientes despidos también se hicieron extensivos a DECAHF.
Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado, por su parte, fue creada en 2015 para reunificar bajo una misma estructura a todas las demás empresas y unificar la conducción estratética del sistema ferroviario nacional, pero nunca asumió la función prevista por ley: durante el macrismo se mantuvo sin actividad y un posterior intento de relanzamiento que quedó trunco con el fallecimiento del ministro Meoni.
En su intento de relanzamiento, se preveía que FASE actuara como articuladora de las distintas sociedades ferroviarias del Estado ( SOFSE, ADIF, BCyL y DECAHF), a fin de evitar superposición de funciones, conflictos y desinteligencias entre ellas. Sin embargo, esto nunca se concretó y el holding se limita a unas pocas funciones alejadas del espíritu de la ley. Hasta ahora, las internas e intereses creados entre las distintas empresas han impedido una conducción común del sector ferroviario estatal.
Las autoridades salientes, por su parte, no impulsaron ninguna medida ni presentaron algún plan para el futuro ferroviario. Los ferrocarriles, desde la disolución del efímero Ministerio de Infraestructura a cargo de Guillermo Ferraro, dependen del Ministerio de Economía y todas las medidas tomadas tienen el fin de implementar un plan de ajuste para reducir gastos, sin visión alguna sobre el futuro del servicio. La única decisión relevante de los directorios de las empresas en los últimos meses, ante la suspensión de licitaciones y contratos, fue la autorización de un plan de despidos y retiros voluntarios.
Hasta ahora, las empresas se limitaron a comunicar formalmente la asunción de nuevas autoridades. Se desconoce qué papel prevé el Gobierno para Ferrocarriles Argentinos, ADIF y DECAHF, una sociedad residual que en 2015 estaba previsto disolver pero acabó sobreviviendo por razones políticas. El nuevo proyecto de Ley Ómnibus, por su parte, insiste con la privatización de las operadoras ferroviarias estatales de pasajeros y de cargas.
A pesar de las recientes designaciones, aún hay puestos de importancia sin ningún responsable, como es el caso de la Gerencia de Material Rodante de SOFSE, que se encuentra vacante. Esta área tiene un rol fundamental en un contexto general de deterioro de los servicios que se expande progresivamente a la totalidad del sistema.
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