"Estaba tapado, no vio el tren": habló un testigo de la tragedia de Sa Pereira que enlutó a Tucuman
TUCUMAN 25 Feb (El Tucumano).-El Estrella del Norte había partido desde nuestra provincia con destino a Retiro y 2.100 pasajeros a Bordo. En La Colonias, Santa Fe, el mal cálculo de un camión, el horror y un saldo lamentable de 55 víctimas fatales y el triple de heridos aquel 25 de febrero de 1978.
La tragedia ferroviaria de Sa Pereira. (Foto: La Voz de San Justo)
La tragedia ferroviaria de Sa Pereira es la segunda mayor tragedia sobre rieles de la historia argentina, la mayor del interior del país. A las 7:22 del sábado 25 de febrero de 1978, el "Estrella del Norte" del ferrocarril Mitre, que había partido desde Tucumán con destino a Retiro, no pudo evitar el choque con un camión en el paso a nivel entre la Ruta Nacional 19 y el ramal ferroviario Rosario - Tucumán, en la localidad santafecina de Sa Pereira: el saldo fue de 55 víctimas fatales y el triple de heridos.
Recuerda La Voz de San Justo que el Estrella del Norte tenía 11 vagones y capacidad para 1.200 pasajeros, pero que al momento del choque tenía 2.100 personas a bordo, y muchos de ellos viajaban parados cuando el camión Ford con acoplado conducido por Arnaldo Bianchini (28) que transportaba 25.000 kilos de grasa de chancho y picadillos decidió cruzar el paso a nivel a pesar de la sirena de advertencia que anunciaba la llegada de una formación, que también fue ignorada por un colectivo de larga distancia.
"El camión pudo superar las vías, pero no así el acoplado, que fue embestido por el tren. La locomotora saltó de las vías, se desprendió y terminó unos 50 metros campo adentro con sus ocupantes heridos levemente. Los vagones siguieron adelante varios metros más por la fuerza del arrastre, hasta que volcaron y uno de ellos se incrustó dentro de su antecesor, de clase turista y que llevaba mucha gente parada, aplastando a casi todos sus ocupantes", relató el citado portal.
Ese día perdieron la vida 53 personas, y se sumaron otras dos víctimas fatales con el correr de los días, totalizando 55 muertos. La cantidad de heridos fue cerca del triple, afirman. Se trató de la mayor tragedia ferroviaria del interior nacional, superado por el choque de dos trenes entre las estaciones Benavidez y General Pacheco (Buenos Aires), el 1 de febrero de 1970, en el que perdieron la vida 250 personas. En la tragedia de Once del 22 de febrero de 2012 murieron 52 personas.
"Había pasado hacía tres minutos Sa Pereyra. El paso a nivel debe estar a 120 metros del cruce. Venía rápido, a 80 o 95 kilómetros por hora. Había una cola bárbara de gente esperando que pase el tren, porque había semáforo. Pero cruzó un colectivo lleno de pibes, y detrás se metió un camión de Santa Elena cargado de grasa y picadillo, que como estaba tapado no vio el tren. La máquina no agarró el colectivo por 20 centímetros. Pero sí agarró el acoplado", recordó Marino Batistelli en diálogo con La Voz de San Justo.
Aquel 25 de febrero de 1978, se desempeñaba como jefe de la estación de Mariano Saavedra, entre Sa Pereyra y Gálvez. El "Estrella del Norte" había pasado Rafaela y le pedía vía libre para El Trébol. Pero el tren se demoraba y no le marcaba salida.
"La máquina saltó varios metros por el campo y quedó tirada a unos 50 metros. El tren siguió corriendo. La rueda de adelante del coche bandeja estaba descarrilada, pero por la fuerza seguía corriendo. A unos metros había un puentecito, tipo alcantarilla, de unos 3 metros, todo con reja. Y el coche bandeja se metió dentro, cayó, y dos vagones se incrustaron uno dentro de otro", detalló.El por entonces jefe de estación fue convocado a brindar asistencia ante la tragedia: "Fui enseguida en auto. A los 20 minutos estaba ahí. Recuerdo ver gente sin brazos, en shock, riéndose. Cuando vino el sol fuerte, a las 12, quemó a todos. Recuerdo ver un muchacho que viajaba con su novia y la madre porque se iban a casar en Buenos Aires. La señora muerta, la chica muerta, y él vivo", rememoró.
"Los vagones que quedaron metidos uno dentro del otro no se podían desarmar. Vinieron bomberos de Santa Fe y empezaron a cortar y cortar. Hasta entonces sacaban cuerpos por la ventanilla. Había cuerpos colgando, venían enfermeros con morfina. Los muertos los dejaban al costado de la vía. Pusieron cajones municipales. A la tarde vino en avión el general (Tomás) Caballero, presidente de Ferrocarriles Argentinos, a ver el accidente. El presidente de la comuna, un tal Bessone, le hizo el reclamo por los cajones. El general habló a Santa Fe y mandó un camión grande con cajones de primera línea, y los depositaron todos en el galpón del ferrocarril. Y la gente iba llegando desde todo el país para localizar a sus muertos. Pero era muy difícil por el estado de los mismos, todos negros por la asfixia. Se daba gente por muerta, y luego aparecía en algún Hospital", relató.
Lo que vio no se lo olvida más: "Abajo de los coches parecía que llovía. Mandaban mangueras porque la gente estaba desesperada por agua en el interior. Yo ayudaba en lo que pedían, hasta que no robaran, porque con el revuelo también había que cuidar mucho las valijas y todo lo que había, ya que venía gente que se dedicaba a saquear".
"El camionero, ileso, fue detenido y puesto al resguardo de cualquier intento de linchamiento. Los heridos fueron trasladados a centros de salud de Santa Fe y alrededores, incluyendo San Francisco. Mucha gente se desbandó a pie o como pudo, en tanto que, el resto de pasajeros que habían sobrevivido al accidente y no tenían heridas de gravedad, aguardaron la llegada de un nuevo tren, que terminaría dejándolos en Retiro casi 24 horas después del accidente", apuntó el mencionado portal de San Justo.
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