Un intermediario PRO y coimas K en adjudicación de Dietrich a un gigante ruso
El ministro de Transporte le concedió talleres ferroviarios a TMH. El CEO de la firma fue procesado por coimas a Jaime. El rol de un operador macrista investigado por operaciones con bonos porteños.
BUENOS AIRES 25 Dic(LetraP).-El impulso del sistema ferroviario nacional figura en la agenda retórica del gobierno de Cambiemos como uno de los aspectos a focalizar en el transitar de la actual gestión, aunque el arranque no fue demasiado alentador con la aletargada expansión de los servicios en el interior productivo, el cierre y –largamente- posterior restablecimiento parcial del tejido de ramales en territorio bonaerense y hasta los errores de cálculo en la construcción de puentes.
En ese contexto, irrumpió este año en la escena criolla el gigante ruso Transmashholding (TMH), líder en ingeniería ferroviaria a escala mundial, como beneficiario de una trama opaca que involucra al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, a un CEO francés sospechado -y por eso, procesado- de pagarle coimas a uno de los emblemas de la corrupción K y a un gestor financiero de larga trayectoria macrista investigado por operaciones irregulares con bonos de la deuda porteña en tiempos de Mauricio Macri jefe de Gobierno de la Ciudad.
La espalda de facturar más de 3 mil millones de euros, ser el fabricante de material rodante más importante de Rusia y uno de los mayores productores en ese rubro en el globo son algunas de las credenciales con las que la cúpula de la multinacional se presentó meses atrás ante los ojos de Dietrich y del Presidente.
Como carta de presentación, la firma dio a conocer su intención de realizar una primera inversión de 200 millones de dólares en la construcción de vagones y locomotoras. Además, el interés se demuestra en licitaciones fuertes de la cartera de Transporte, como la adquisición de 1.500 vagones y proyectos ambiciosos como el tren hacia Vaca Muerta.
MAMUSHKA. El pomposo afincamiento colocó de inmediato a TMH como uno de los novedosos jugadores fuertes del mercado ferroviario que el macrismo promete incentivar. Sin embargo, una de las dueñas del tanque ruso es otra firma de peso que, lejos de ser una novedad para los oídos argentinos, ya tuvo un tránsito turbulento por los rieles licitatorios locales: Alstom.
La compañía francesa, que posee el 33% de THM -con sus respectivos asientos en la Junta Directiva de la multinacional rusa- , encabezó el consorcio empresario que en enero de 2008 se hizo de la primera adjudicación estridente del entonces flamante gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: el tren bala que auguraba unir en tres horas Buenos Aires y Córdoba, con escala en Rosario, bajo una inversión estimada que ascendía a cerca de 3 mil millones de dólares. Acompañando a Alstom en la oferta ganadora figuraban Emepa, la española Isolux y otra vieja conocida: Iecsa, en esos días manejada formalmente por el primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra.
El primer ramal de alta velocidad de Latinoamérica nunca vio la luz. Pero la trama de su gestación finalmente abortada fue puesta bajo la lupa de la Justicia. La causa por sospechas de soborno se inició en 2008 y se extiende hasta la actualidad. Tal es así que en noviembre último el juez federal Luís Rodríguez dictó una serie de procesamientos, entre los que figuran los ex secretarios de Transporte del kirchnerismo Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, bajo la acusación de “cohecho pasivo”.
Según detalló Infobae, para esta medida el magistrado se basó en la firma de un contrato entre Alstom y la consultora Controles y Auditorías Especiales (CAESA), mediante el cual se pactó el pago de un millón de dólares en diversos desembolsos mensuales en caso de que se concretara el tren bala. Al aludir a un informe del Serious Fraud Office (SFO) –organismo británico que investiga fraudes-, el dictamen de Rodríguez marca: “Se cree que los contratos de consultoría tenían el único fin de proporcionar una fachada para explicar el retiro de fondos de las empresas de Alstom y transferir los fondos a las consultoras para la subsiguiente transmisión a los funcionarios públicos o de gobierno”.
Además de los entonces funcionarios K, el juez decidió procesar, por “cohecho activo”, a dos empresarios franceses de Alstom, uno de ellos, quien era en ese entonces su representante local: Thibault Desteract, con embargos por dos millones de pesos.
Pero Desteract no abandonó el mundo de los negocios ferroviarios por estos lares a pesar de estos episodios: hoy, es el director general de THM Argentina.
BIO. Thibault Peters-Desteract es francés. Hasta octubre de 2016 trabajó para Alstom, el gigante galo dedicado a la generación de electricidad, fabricación de trenes y barcos. Hoy, además de ser el vicepresidente de Desarrollo de los mercados de exportación de Transmashholding (TMH) global, es presidente de la oficina Argentina.
PRENDIENDO LA MECHA. Más allá de los ambiciosos planes de THM Argentina, su ingreso al sistema ferroviario local se concretó esta semana con la rúbrica del convenio con Trenes Argentinos Infraestructura -dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación-, mediante el cual el Estado le cede a la empresa rusa “de forma provisoria y por el lapso de 3 años” el predio del centenario taller ferroviario de la localidad bonaerense de Mechita y la playa de maniobras de la estación Mecha (contigua al taller y sin uso desde hace varios años) con el fin de rehabilitarlo.
En tanto, THM promete invertir allí tres millones de dólares para la adecuación del predio y su puesta en funcionamiento pleno. Este acuerdo se celebró en medio de un clima de incertidumbre por parte de los trabajadores del histórico taller, que fueron notificados de sus despidos por parte de la desmantelada estatal bonaerense Ferrobaires, pero con la promesa de ser contratados por la firma rusa, que tiene cuatro meses de plazo para entregar un “proyecto definitivo” para el taller.
"Transmashholding ha tomado la decisión de responder activamente al nuevo clima de negocios imperante en la Argentina y al importante plan de modernización del sistema ferroviario lanzado por el actual gobierno”, sostuvo Oleg Kruglyakov, vicepresidente de negocios internacionales de THM, presente en la firma del acuerdo con el titular de Trenes Argentinos Infraestructura, Guillermo Fiad.
Pero no fue Kruglyakov quien inició las gestiones para hacerse del taller de Mecha. Tampoco Desteract. En el encuentro desarrollado en las oficinas de la Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIFSE), ubicadas sobre la Avenida Ramos Mejia 1302 de la Ciudad de Buenos Aires, cuatro personas trataron con Fiad el interés de la firma rusa por el Taller Ferroviario Mechita.
LAZOS PRO. "En representación de THM Argentina", el solicitante del mitin con el funcionario nacional para tratar la "propuesta para reacondicionamiento y rehabilitación del taller Mechita" fue Pablo Emilio Basualdo, socio en la consultora KBR Argentina S.A. de otro de los asistentes a ese encuentro, Edgardo Saúl Srodek, quien supo ser aportante y jefe de campaña de la alianza Recrear-PRO en terreno bonaerense en 2005, además de hermano del ex diputado macrista y actual jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Jorge Srodek.
Basualdo es director titular de la “Clase B” de acciones de THM Argentina, mientras que su suplente es Mariano Arrigo, quien también forma parte del directorio de KBR, donde Edgardo Srodek es vicepresidente.
KBR Group es una consultora con sede en Frankfurt, Alemania, y con oficinas en Madrid, Atenas y Buenos Aires. Fue apuntada en 2010 en la denuncia por corrupción en una emisión de deuda del Gobierno de la Ciudad a cargo de Mauricio Macri. La presentación en aquel entonces fue realizada por el constitucionalista Ezequiel Nino, en representación de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
Según se desprende de la denuncia que se asentó en ese entonces ante el juzgado de instrucción a cargo de Eliseo Otero, existieron irregularidades y manejos ineficaces en la emisión de los bonos de deuda Tango S8, por 475 millones de dólares, por esos días la operación más importante en el mercado de crédito internacional del Gobierno porteño bajo la órbita amarilla.
BIO. Edgardo Saúl Srodek fue presidente de Recrear Buenos Aires en tiempos de la alianza del partido de Ricardo López Murphy con el PRO de Mauricio Macri. Es hermano de Jorge, ex diputado amarillo en la provincia de Buenos Aires y actual jefe de Gabinete de Agroindustria bonaerense. Como empresario, es Managing Partner de KBR Corporate Finance. Tiene un historial de 30 años de experiencia en el ámbito bancario. Se desempeñó como representante del West Merchant Bank Ltd.
Esos títulos se emitieron entre marzo y abril de 2010 con el fin de financiar obras para extender las líneas de subte A, B y H, pero, como la mitad de las obras no había sido licitada al cerrarse la operación, el Ejecutivo –se marcó- la utilizó para otros fines.
Sobre la operación en cuestión, la ACIJ cuestionó, entre otras cosas, el hecho de que se acordase una comisión mayor a la que en la misma época pagaron tres gobiernos provinciales y que se haya contratado en forma directa a la empresa de servicios financieros Credit Suisse y a la consultora KBR, ésta última ligada a Srodek, un hombre de comprobados antecedentes PRO, a cambio de una comisión del 2% de la operación, equivalente a 9.5 millones de dólares, mientras que la tasa obtenida para los bonos fue de 12,5%.
"La tasa y la comisión que se pagaron son obscenas. Me parece muy grave que no haya habido una licitación de un banco agente", sostuvo en esos días a La Nación el ex ministro de Economía y ex referente de Recrear Ricardo López Murphy.
Por estos días, Basualdo y Arrigo comparten también directorio en THM Argentina, mientras que Srodek forma parte de reuniones en las que comienza a extender sus rieles sobre el sistema ferroviario argentino la empresa rusa que tiene como socia al símbolo del polémico, infructuoso e investigado tren bala.
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