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miércoles, 17 de julio de 2024

Museo Ferroviario de Haedo

 El Museo Ferroviario de Haedo logró mover el segundo vehículo férreo más viejo del país

AMBA 17 Jul(Vivi el Oeste).-Este dispositivo data de 1864 y se usaba para levantar, transferir y posicionar coches, locomotoras y demás. La idea es repararlo para que pueda seguir rodando.

El Museo Ferroviario de Haedo pone a punto su predio para poder recibir visitas

El Museo y Centro Cultural Ferroviario "Raúl Scalabrini Ortíz" anunció que durante los últimos días pudo poner en movimiento el segundo vehículo férreo más viejo de la República Argentina dentro de su predio ubicado en la localidad de Haedo, al este del partido de Morón, con el objetivo de repararlo para que siga rodando.

Se trata de un guinche originario del Reino Unido de la Gran Bretaña que fue fabricado por la extinta empresa Lloyds Fosters en 1864. El mismo se usaba para levantar, transferir y posicionar coches, locomotoras y demás unidades pesadas sobre todo en los talleres y depósitos para su mantenimiento o arreglo.

"En breve, para conmemorar sus 160 años, se le va a practicar una pequeña restauración general para ponerlo a punto otra vez. A pesar de su edad, se encuentra en excelentes condiciones", sentenciaron al respecto desde la asociación civil junto con un video que lo muestra.

También habían limpiado la emblemática mesa giratoria de Haedo

El guinche en cuestión fue llevado a la emblemática mesa giratoria del depósito de locomotoras de la empresa estatal Trenes Argentinos, que a comienzos del corriente año recibió una limpieza integral después de mucho tiempo.

Esta plataforma sirve para maniobrar las máquinas de las formaciones de larga distancia que se dirigen desde Once a las ciudades bonaerenses de Bragado y Pehuajó y también por el personal que tiene a su cargo el mantenimiento de la traza del Tren Sarmiento, lo que le da una enorme ventaja operativa. La institución haedense detalló esta tarea: "Hacía años que no se le realizaba un mantenimiento a fondo, así que hubo que cortar el pasto dentro de la olla. Después, a pico, pala y carretilla, se fueron sacando grandes cantidades de maleza y tierra que se habían acumulado con el paso del tiempo. Fue una tarea ardua, pero gratificante, ya que es parte del reacondicionamiento del predio que estamos llevando a cabo para poder recibir a la gente en un espacio más ordenado y seguro".

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