VC

sábado, 21 de junio de 2025

En Mendoza resuena la palabra Tren

Que la palabra tren no se vaya con el humo

MENDOZA 21 Jun (Los Andes).-Que lo anunciado sea más ruido de motores que humo y promesas, y no termine siendo el tren de Alberto, debe ser tanto un compromiso de este gobierno como del sector privado. La palabra tren viene a recordarnos que donde hay una necesidad también hay una oportunidad.

Cada vez que surge -más bien resurge- la palabra tren, suenan alarmas y bocinas. Reacción entendible frente a un medio de transporte tan central en la historia del país que, lógicamente, la expectativa termina mezclándose con la desconfianza. Esto último por la aún cercana puesta en escena que hizo el gobierno de Alberto Fernández con el tren que, en junio de 2023, llegaba lastimosamente a Palmira luego de -¡chan!- 29 horas para cubrir el trayecto Buenos Aires-Mendoza. Un anuncio con toda pompa que, como una ídem de jabón, se disolvió al poco tiempo por lo inviable en lo económico y lo logístico. Si no servía como alternativa al resto de los medios de transporte, ¿para qué semejante esfuerzo e inversión? Por estos días el resonante anuncio del Tren de cercanías del Este (a priori algo más realista y efectivo), reactivó ese halo místico que va asociado a la palabra tren dado su fuerte arraigo en la cultura argentina desde aquel 29 de agosto de 1857 en que la locomotora La Porteña lanzó su primera bocanada. El proyecto previsto unirá la ciudad de Junín con la de Maipú y de allí se podrá hacer transbordo al Metrotranvía para llegar al microcentro. Con fecha de inauguración prevista para el 2027, serán 32 kilómetros en una obra que unirá ocho estaciones con un costo de unos 100 millones de dólares, a pagar con fondos públicos y privados (he aquí el tema clave a dilucidar: cuánto pondrán y quiénes meterán la mano al bolsillo). La perspectiva para quienes estudian en alguna universidad o trabajan en el Gran Mendoza, como de aquellos que "sufren" llegar en auto al nudo vial y dormirse en ese embudo, es de lógico entusiasmo. Como también lo es para aquellos que ven en esta obra un despegue comercial de las zonas aledañas a las estaciones. Ya se ven como en los viejos tiempos, pero procesados con la IA de turno. Que lo anunciado sea más ruido de motores que humo y promesas, y no termine siendo el tren de Alberto, debe ser tanto un compromiso de este gobierno como del sector privado. La palabra tren viene a recordarnos que donde hay una necesidad también hay una oportunidad.

No hay comentarios.: