Ferrocarril Transpatagónico: más de dos décadas de reclamos
COMODORO RIVADAVIA 22 May(Cronica).-A partir del año pasado, volvió a sonar con fuerza un proyecto que durante la década del ´90 sumó titulares, actos y fotos: el ferrocarril transpatagónico. El gobernador Mario Das Neves retomó ese proyecto con la intención de que sea incluido en el Plan Patagonia y, nuevamente, los legisladores y gobernadores impulsaron este pedido que parecía tomar fuerza en la etapa menemista, cuando incluso se anunció una licitación que quedó trunca.Desde 1992, el tema empezó a ocupar tapas e informes centrales en los medios de la región.El proyecto llegó al Senado de la mano de los legisladores chubutenses en 1996. Un año después, en esta provincia, el presidente Carlos Menem prometió iniciar la licitación del proyecto antes de que su mandato finalizara.
Una firma que quedó en la nada
La realización se había acordado en marzo de 1998 entre la Nación y los entonces gobernadores de: La Pampa, Rubén Marín; Río Negro, Pablo Verani; Neuquén, Felipe Sapag; Chubut, Carlos Maestro; Santa Cruz, Néstor Kirchner, y Tierra del Fuego, José Estabillo. Por entonces, las subsecretarías nacionales de Puertos y Vías Navegables, y de Transporte encargaron a la consultora canadiense Canarail los estudios de factibilidad para la preparación técnica de los pliegos y el llamado a licitación.Los estudios hablaban no solo de recuperación de la inversión sino de rentabilidad plena del proyecto a cinco años de su inauguración. Un acto que nunca llegó.El proyecto venía de la mano de otra iniciativa muy en boga por aquellos años: los corredores bioceánicos que impulsaban una conexión entre los puertos del Atlántico y el Pacífico.Asimismo, se anunció por entonces una vinculación marítima entre el continente y la isla de Tierra del Fuego a través de un sistema de transbordadores denominado Roll on-Roll off, que evitaría el trayecto por territorio chileno que debe cubrirse actualmente para llegar desde Santa Cruz, Río Grande y Ushuaia.El transporte multimodal venía a reducir costos y a brindar alternativas al transporte de cargas. Desde una mirada más romántica, implicaba la posibilidad de reactivar el tren, un medio de transporte que en esta parte del país aún recordaban con nostalgia.
El proyecto licitado que no fue
El Ferrocarril Transpatagónico implicaría la construcción de 2.200 kilómetros de vías férreas, uniendo las seis provincias patagónicas. En la segunda etapa, que debía estar lista para 2001, llegaría a Comodoro Rivadavia y de aquí hacia Caleta Paula, con un ramal hacia el oeste hacia Sarmiento y Río Mayo.De acuerdo con los anuncios que encabezó el mismo Presidente de la Nación de aquellos años, para 2005 las tres etapas del tendido de vías debía estar culminado. Sin embargo, para ese año, el transpatagónico parecía un proyecto que se decoloraba en una foto noventosa: ni siquiera se había iniciado la obra.Los motivos para impulsar ese emprendimiento no eran pocos: el principal era favorecer las exportaciones desde la Patagonia, que producía por entonces el 32 por ciento de todas las ventas hacia el comercio exterior. El ahorro en fletes se contaba en cientos de millones de dólares según los discursos de la época. Terminó la década menemista sin más concreciones que las menciones en el proyecto, incluido en el Boletín Oficial de la República Argentina, el trabajo de la consultora canadiense, y el acuerdo entre los gobernadores.
Anuncio del centenario, crisis y después
En febrero de 2001, en el marco del centenario de Comodoro Rivadavia el entonces jefe de Gabinete del gobierno de la Alianza Chrystian Colombo informó al gobernador del Chubut José Luis Lizurume, que el proyecto del Ferrocarril Transpatagónico estaba incluido en el Plan Federal de Infraestructura.El abrupto fin del gobierno nacional, la crisis de 2001 y la década posterior hicieron dormir a esta megaobra que, poco a poco, pasó al archivo en los cajones y en las memorias hasta hace unos meses, cuando en la retirada del kirchnerismo, volvió a las menciones oficiales durante una visita oficial a China. Incluso, la expresidente Cristina Fernández de Kirchner firmó un convenio con la empresa estatal china Machinery Engineering Corporation.Un año después y cambio de gobierno mediante, el proyecto de resolución fue tratado en la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados de la Nación. Meses atrás, cuando el Ejecutivo Nacional anunció el Plan Patagonia, este proyecto no figuró en la lista de infraestructura a construir en la región.Y es Das Neves uno de los que más insiste en que es la oportunidad para que aquello que se proyectó e impulsó hace más de 20 años, empiece a tomar forma finalmente para el desarrollo de las economías regionales.
COMODORO RIVADAVIA 22 May(Cronica).-A partir del año pasado, volvió a sonar con fuerza un proyecto que durante la década del ´90 sumó titulares, actos y fotos: el ferrocarril transpatagónico. El gobernador Mario Das Neves retomó ese proyecto con la intención de que sea incluido en el Plan Patagonia y, nuevamente, los legisladores y gobernadores impulsaron este pedido que parecía tomar fuerza en la etapa menemista, cuando incluso se anunció una licitación que quedó trunca.Desde 1992, el tema empezó a ocupar tapas e informes centrales en los medios de la región.El proyecto llegó al Senado de la mano de los legisladores chubutenses en 1996. Un año después, en esta provincia, el presidente Carlos Menem prometió iniciar la licitación del proyecto antes de que su mandato finalizara.
Una firma que quedó en la nada
La realización se había acordado en marzo de 1998 entre la Nación y los entonces gobernadores de: La Pampa, Rubén Marín; Río Negro, Pablo Verani; Neuquén, Felipe Sapag; Chubut, Carlos Maestro; Santa Cruz, Néstor Kirchner, y Tierra del Fuego, José Estabillo. Por entonces, las subsecretarías nacionales de Puertos y Vías Navegables, y de Transporte encargaron a la consultora canadiense Canarail los estudios de factibilidad para la preparación técnica de los pliegos y el llamado a licitación.Los estudios hablaban no solo de recuperación de la inversión sino de rentabilidad plena del proyecto a cinco años de su inauguración. Un acto que nunca llegó.El proyecto venía de la mano de otra iniciativa muy en boga por aquellos años: los corredores bioceánicos que impulsaban una conexión entre los puertos del Atlántico y el Pacífico.Asimismo, se anunció por entonces una vinculación marítima entre el continente y la isla de Tierra del Fuego a través de un sistema de transbordadores denominado Roll on-Roll off, que evitaría el trayecto por territorio chileno que debe cubrirse actualmente para llegar desde Santa Cruz, Río Grande y Ushuaia.El transporte multimodal venía a reducir costos y a brindar alternativas al transporte de cargas. Desde una mirada más romántica, implicaba la posibilidad de reactivar el tren, un medio de transporte que en esta parte del país aún recordaban con nostalgia.
El proyecto licitado que no fue
El Ferrocarril Transpatagónico implicaría la construcción de 2.200 kilómetros de vías férreas, uniendo las seis provincias patagónicas. En la segunda etapa, que debía estar lista para 2001, llegaría a Comodoro Rivadavia y de aquí hacia Caleta Paula, con un ramal hacia el oeste hacia Sarmiento y Río Mayo.De acuerdo con los anuncios que encabezó el mismo Presidente de la Nación de aquellos años, para 2005 las tres etapas del tendido de vías debía estar culminado. Sin embargo, para ese año, el transpatagónico parecía un proyecto que se decoloraba en una foto noventosa: ni siquiera se había iniciado la obra.Los motivos para impulsar ese emprendimiento no eran pocos: el principal era favorecer las exportaciones desde la Patagonia, que producía por entonces el 32 por ciento de todas las ventas hacia el comercio exterior. El ahorro en fletes se contaba en cientos de millones de dólares según los discursos de la época. Terminó la década menemista sin más concreciones que las menciones en el proyecto, incluido en el Boletín Oficial de la República Argentina, el trabajo de la consultora canadiense, y el acuerdo entre los gobernadores.
Anuncio del centenario, crisis y después
En febrero de 2001, en el marco del centenario de Comodoro Rivadavia el entonces jefe de Gabinete del gobierno de la Alianza Chrystian Colombo informó al gobernador del Chubut José Luis Lizurume, que el proyecto del Ferrocarril Transpatagónico estaba incluido en el Plan Federal de Infraestructura.El abrupto fin del gobierno nacional, la crisis de 2001 y la década posterior hicieron dormir a esta megaobra que, poco a poco, pasó al archivo en los cajones y en las memorias hasta hace unos meses, cuando en la retirada del kirchnerismo, volvió a las menciones oficiales durante una visita oficial a China. Incluso, la expresidente Cristina Fernández de Kirchner firmó un convenio con la empresa estatal china Machinery Engineering Corporation.Un año después y cambio de gobierno mediante, el proyecto de resolución fue tratado en la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados de la Nación. Meses atrás, cuando el Ejecutivo Nacional anunció el Plan Patagonia, este proyecto no figuró en la lista de infraestructura a construir en la región.Y es Das Neves uno de los que más insiste en que es la oportunidad para que aquello que se proyectó e impulsó hace más de 20 años, empiece a tomar forma finalmente para el desarrollo de las economías regionales.
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