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lunes, 10 de febrero de 2014

Noticias


Pese a los avatares, la gente aún opta por viajar en tren

BAHIA BLANCA 10 Feb(La Nueva).-Más de 1.500 pasajeros por semana trasladan las formaciones hacia Constitución. Muchos lo eligen por economía y creen que es más seguro que otros medios. El tren de Ferrobaires hace el tramo Bahía Blanca-Plaza Constitución casi siempre colmado de pasajeros, con más de 300 ocupantes en cada uno de sus cinco viajes semanales. “La demanda es muy buena, un poco más durante el verano porque mucha gente elige el tren para ir de vacaciones, pero normalmente se trabaja bien todo el año”, reconoció Raúl Kisner, superintendente de la Estación Sud. Los vagones recorren entre 640 y 680 kilómetros de vías, dependiendo el tramo, en unas 14 horas para llegar a la Capital Federal, y tienen una capacidad actual de 340 butacas vía Pringles y 452 vía Lamadrid. “Lo que se pone anticipado se vende enseguida”, aseguró el encargado, aunque no solo para Plaza Constitución, sino también para la decena de paradas intermedias en el interior provincial. Raúl lleva 34 años de trabajo en el ferrocarril y 20 en Bahía. “El tren siempre se usó porque es un transporte social, muy accesible. Tarda, pero la gente lo elige igual porque es barato”, explicó. El costo del pasaje a Buenos Aires es de 70 pesos en la clase Turista, $ 120 en Primera y $ 170 en Pullman, muy por debajo de los $ 439 que sale un coche semicama de ómnibus y de un boleto de avión que, en oferta, puede conseguirse por $ 1.008. Aunque su bajo costo no es el único motivo por el que una variedad de pasajeros –trabajadores, mochileros y viajeros ocasionales- lo eligen: el tren también tiene otros encantos.

No voy en avión... “A mí me encanta porque es el transporte más seguro. Tarda un poco pero el viaje pasa rápido, vas paseando. A veces se rompe, se demora, pero llegás igual, seguro llegás”, apuntó Liliana, al ser consultada mientras despedía a una amiga en la estación. Los pasajeros también opinan que es cómodo, pese a su avanzado deterioro: los vagones tienen entre 40 y 60 años y carecen de un buen sistema de ventilación. “A los chicos les gusta el tren, los emociona. No es como en el colectivo que tienen que sentarse quietitos, acá van y vienen, se divierten”, contó Carina González mientras subía a la formación 1.352 para ir a Tornquist. La joven viaja todas las semanas con sus tres hijos de 8, 6 y 4 años, que van a visitar a su papá a la localidad serrana. El recorrido tarda dos horas. Adán Espinosa y su familia también son pasajeros asiduos, pero desde hace ocho años. Usan el tren para ir a Buenos Aires porque es más barato y pueden ir todos juntos, ya que a los chicos les agrada. “Es una aventura para ellos; sencillamente son 'treneros' de toda la vida”, dijo el hombre. “El tren es un clásico”, reconoció Raúl Kisner. Y como todo clásico, tiene público incondicional.


Metrodelegados denuncian que en dos años el subte subió un 310%

BUENOS AIRES 10 Feb(Minuto Uno).-El titular del gremio del subte, Roberto Pianelli, criticó por Radio 10 la unilateralidad con que la Ciudad dispone las subas en el boleto. El secretario general de los Metrodelegados, Roberto Pianelli, dijo que con el aumento que se dispondrá desde marzo, por el cual el pasaje pasará de 3,50 a 4,50, el subte habrá aumentado un 310 por ciento en menos de dos años. "A partir de marzo volverá a aumentar el subte por tercera vez en menos de dos años. Saldrá 4,50 y 5 sin la SUBE. Supuestamente para los que viajen más de 20 veces por mes va a haber un descuento. Nosotros no tuvimos ni voz, ni voto. Sólo en la audiencia publica que es de carácter formal pero no es tenida en cuenta por los funcionarios", afirmó Pianelli a Radio 10. En este sentido, el gremialista dijo que ellos han buscado participar. "Hemos pedido participar, le hemos acercado propuestas a legisladores como, por ejemplo, cambiar el trazado de la línea H. El subte aumentó un 310 por ciento en menos de dos años". Además, Pianelli insistió con la necesidad de contar con efectivos de la Metropolitana en las estaciones: "Tenemos la promesa de que la Metropolitana se iba a hacer cargo con mil y pico de efectivos, de los cuales 600 iban a estar antes de enero y todavía no pasó nada". También pedimos que se blinden las boleterías. Es terrible que te roben en un lugar cerrado. Tuvimos casos graves de compañeros lastimados y con efectos psicológicos. Pero como la recaudación está asegurada, Metrovías no se hace problema", concluyó.


Críticas a Macri por aumento del subte

BUENOS AIRES 9 Feb(Diario BAE)Legisladores de distintas fuerzas políticas manifestaron su disconformidad con la decisión del gobierno de la Ciudad de elevar la tarifa de subte a 4,50 pesos, y reiteraron el pedido realizado ayer en una audiencia pública para frenar este nuevo aumento. En ese sentido, Gabriela Alegre, presidenta del bloque del Frente para la Victoria (FPV) de la Legislatura porteña, subrayó que “quedó claro que el gobierno porteño no quiere hacer inversión en el subte y necesita que haya menos pasajeros como sucede con cada nuevo aumento de boleto de subte que decide”.En diálogo con Télam, indicó que dada la explicación de Juan Pablo Piccardo, presidente de Sbase (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), “podemos asegurar que con este sistema de pasajeros frecuentes sólo se está beneficiando al 12% de los pasajeros”, y afirmó que “lo que pedimos es que se dé marcha atrás con este aumento”.Con respecto al mecanismo de audiencias públicas, explicó que las mismas “están previstas en la Constitución de la Ciudad pero el PRO las cumple sólo como un paso formal y las publicita poco para que concurra poca cantidad de gente, cuando es un espacio para que los vecinos y ciudadanos participen”. En esa línea, destacó que “desde el gobierno porteño no hay inversión en este servicio y hacen referencia a los nuevos vagones comprados para la línea A, cuando todos sabemos que fueron comprados por el gobierno nacional”. Por su parte, el legislador de UNEN Gustavo Vera señaló que la audiencia realizada ayer fue “una mera formalidad” y expresó que “no hay dudas que estamos ante un tarifazo decidido por el PRO que va a perjudicar al 54% de los usuarios”. En ese sentido, indicó que “en noviembre de 2013 ya se llevó a 3,50 pesos el boleto y luego se votó un presupuesto para sostener la tarifa a 3,50 y vemos que no lo pueden cumplir”. Por otro lado, manifestó que “ayer nos hablaban de obras a inaugurar y nos decían que por eso se necesitaba aumentar la tarifa, cuando las obras les corresponden al Poder Ejecutivo, que para eso se le votó un presupuesto, mientras que la empresa debe mantener un servicio que funcione”.También, advirtió que hay que “estar atentos a las medidas que tomen los trabajadores del subte para apoyarlos y movilizarse con ellos ante semejante decisión arbitraria de parte del gobierno macrista”.Por su parte, la legisladora Gabriela Cerruti aseguró que “hay que garantizar un buen servicio de subte y aumentando la tarifa sólo logran que se movilicen aquellos que tienen más dinero”, y subrayó que “sumado a un subte más alto, tenemos un estacionamiento medido en los barrios, lo que encarece sustancialmente el moverse en la ciudad”. Cerruti, legisladora por Nuevo Encuentro, resaltó también que “hay que revisar la contratación directa con la empresa Metrovías, en vez de seguir aumentando la tarifa cuando hay dinero genuino para que no tenga que elevarse el boleto”. De esta manera, con este incremento que se sumaría a los anteriores dispuestos por el gobierno de Mauricio Macri desde que la ciudad aceptó el traspaso de los subterráneos en enero de 2012, la tarifa pasó de 1,10 pesos -cuando era administrado por la Nación- a 2,50 primero y a 3,50 desde noviembre último.


El Gobierno, los gremios y el delicado trance de las paritarias

BUENOD AIRES 9 Feb(InfoNews).-En su último discurso, Cristina reapareció con fuerza. Además de anunciar el aumento de marzo a los jubilados y de reafirmar la línea distributiva al triplicar el monto de la ayuda escolar, su presencia y sus palabras mostraron que la autoridad, puesta en duda por los medios opositores, sigue vigente. Ese día habló de la inflación, al abordar tres cuestiones que forman parte del mismo paquete: el dólar, el aumento de precios y las paritarias. Y en este último punto se dirigió con severidad a empresarios y sindicalistas, incluidos los más cercanos al Gobierno. De esos tres factores, el del precio del dólar es el que dio mejores señales en los últimos días. Empezó a tranquilizarse a partir de que se liberó la posibilidad de compra para atesoramiento, ya que es el recurso preferido de los argentinos que están en condiciones de cubrirse de la inflación. El Banco Central aminoró la venta de dólares que consumía sin parar para evitar que suba su cotización (lejos quedaron los tiempos en que compraba todos los días para que no bajase), el dólar ilegal también se abarató y los productores sojeros y aceiteros prometieron exportar y liquidar este mes unos 2.000 millones de dólares de los aproximadamente 3.500 millones que, se estima, potencialmente tienen retenidos. En cuanto a la suba de precios, el Gobierno busca darle batalla por dos vías: acordando con los empresarios en distintos rubros y en todos los eslabones de la cadena de comercialización (aunque aún hay muchos productos que quedan afuera) y pidiendo a la población que cuide sus bolsillos, que compre donde sea más barato y denuncie a los que no cumplen el acuerdo de precios o no pongan los productos a la venta. Como cualquier economista y cualquier político saben, este proceso inflacionario obedece a factores tan poco matemáticos como las expectativas y la confianza. Si muchos creen que va a haber inflación, habrá inflación. Por eso la clave está en tranquilizar. Y para eso tendrán un rol fundamental el resultado de las paritarias. Si los sindicalistas y empresarios se desentienden como si no tuvieran responsabilidad en el rumbo del país; si unos piden porcentajes de aumentos muy altos y otros los otorgan para luego trasladarlos directamente a los precios, todo será cada vez más complejo. De allí la apelación de la Presidenta a ambos sectores en el acto del martes. Para un gobierno como el kirchnerista, que desde 2003 tiene entre sus puntales de gestión la expansión del consumo, el riesgo inflacionario siempre existió. Pero ese modelo necesita alimentarse con reinversión de utilidades y el consiguiente crecimiento de la oferta, algo que desde hace tiempo viene mermando. Ese modelo hizo que gran cantidad de desocupados pasaran a ser trabajadores, y que los trabajadores ganaran mejor y accedieran a comprar un auto, irse de vacaciones o cambiar el ventilador por el aire acondicionado. El riesgo de un éxito momentáneo de un buen acuerdo salarial es que se transforme en un boomerang que devuelva aumentos de precios que licuen ese aumento y –el peor escenario– que comiencen los despidos. Si no hay empleo, no hay salario que empeore o mejore. Eso transmitió Cristina, aunque quizás no era necesario exponer al secretario general de la CGT, Antonio Caló. De hecho, sindicalistas cercanos al metalúrgico dejaron trascender que al día siguiente la Presidente lo convocó a la quinta de Olivos para charlar, como si se tratara de un acto de arrepentimiento. Allí se habría hablado de una suma fija que atempere la espera de los acuerdos paritarios y del pago de parte de la deuda del Estado con las obras sociales sindicales. Luego, Caló se reunió con varios dirigentes de su CGT en el Sindicato de Taxistas, con Omar Viviani como anfitrión. En ese encuentro decidieron dejar sin efecto un documento que iban firmar como una suerte de desagravio a Caló. El que incidió para que no se abriera una brecha entre la CGT considerada oficialista y el Gobierno fue Ricardo Pignanelli, secretario general de Smata, que junto a la UOM de Caló y el sindicato de camioneros de Hugo Moyano, fueron quizás los que más se beneficiaron, en cantidad de afiliados y aumentos salariales, en la década kirchnerista. Caló y Pignanelli parecen resumir las posiciones de los integrantes de la CGT respecto al Gobierno, el que negocia pensando que lo pasado pisado y el que quiere hacer pesar la comprensión en el presente y la gratitud por los viejos buenos tiempos. Con sus diferencias, y a pesar de las cosas que les molestan, en la CGT dicen que quieren seguir respaldando este modelo, aunque a medida que se acerque el 2015 seguramente vayan perdiendo motivación. Otro juego muy distinto es el que hace el sector de Moyano, a quien se vio cómodamente instalado en la mesa de la Sociedad Rural, haciendo explícita su coincidencia con el jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri, y, más tarde, viajando a Córdoba para una foto con el gobernador José Manuel de la Sota. Poco y nada quedó de aquel dirigente que levantaba las banderas peronistas y que ahora sigue buscando nuevas alianzas en el liberalismo, pese a su fracaso electoral de 2013 integrando la lista de Francisco de Narváez. Para Moyano, por ahora, parece seguir siendo el tiempo de la política, más que la de los paros, que son piantavotos para sus eventuales aliados. Ni Sergio Massa, ni Macri, ni el gobernador Daniel Scioli –si es que acepta hacerle alguna vez un hueco– querrían quedar pegados a actitudes que ahuyenten a la clase media. Por otro lado, su experiencia llamando a un paro general junto a Pablo Micheli, de la fracción disidente de la CTA, le dejó un sabor amargo. Aquel llamado a un paro general no tuvo adhesión y sólo lograron hacerse notar con múltiples piquetes de pequeños grupos en autopistas, avenidas y vías de trenes. Apelar al piqueterismo que él tanto denostó no le sentó bien. El otro grupo de la CGT –notablemente más minoritario que los otros dos– es el alineado con Massa y que encabeza Luis Barrionuevo, que siempre hace su propio juego, y que fue uno de los pocos sindicalistas siempre excluidos del kirchnerismo, desde antes de 2003. Por el lado de la CTA, su secretario general, Hugo Yaski, y los gremios que la integran siguen respaldando al Gobierno, aunque están presionando fuertemente por las paritarias. Yaski siempre tuvo una actitud responsable y nada indica que vaya a dejar de tenerla, pero también es cierto que algunos de los gremios que representa quedaron relegados salarialmente y no está en su esencia ceder terreno gremial en pos de la política. Micheli, del ala opositora a la conducción de la CTA, sigue proponiendo medidas de fuerza, pero Moyano ya no lo acompaña como antes. Hace un par de días en un reportaje que le hizo la agencia DyN salió publicado que hoy el mejor candidato a presidente es Massa. Al otro día salió a desmentirlo. Argumentó que habían tergiversado sus declaraciones. Fue un mal trago que le hizo pasar el Grupo Clarín, que apoya sin medias tintas la candidatura del ex intendente de Tigre. Más allá del posicionamiento de cada sector sindical, la apertura de las paritarias es para el Gobierno un dolor de cabeza. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, trabaja denodadamente desde hace tiempo para que empresarios y sindicalistas no se salgan del cauce razonable. Pero la tarea central la tienen el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que deben conseguir que se enfríe la suba de precios. Si eso sucede la negociación paritaria podrá abrirse con mayor tranquilidad y menos riesgos. La expectativa ahora está puesta en la paritaria docente, que tradicionalmente es la primera del año. Aunque cada gremio tiene realidades muy diferentes entre sí, y mucho más aún la de empleados estatales –como lo son la mayoría los docentes– respecto a los trabajadores de la actividad privada, el porcentaje de aumento que acuerden, inevitablemente será tomado como un parámetro. El viernes pasado los gremios docentes con representación nacional se reunieron con Capitanich, Kicillof y el ministro de Educación, Alberto Sileoni. Lo hicieron en dos encuentros por separado con los sindicatos que está en la CGT y con la Ctera, que se encuadra en la CTA. Sin llegar a discutir un porcentaje, están trabados en una cuestión previa: el tiempo de vigencia del eventual acuerdo. Los gremios quieren firmar por seis meses y el Gobierno plantea, dos años o un año y medio, aunque seguramente un año, el tiempo habitual, no le caería mal. En las charlas preliminares e informales de comienzos de diciembre, un acuerdo semestral parecía una buena opción para ambos. El Gobierno podía otorgar algo cercano a la mitad del porcentaje que pedirían los docentes, apostando a que luego el aumento de precios se desacelerara y entonces poder acomodar los números en el acuerdo para segundo semestre. Pero el aumento otorgado a los policías primero y la devaluación después, fueron factores que hicieron cambiar el escenario. Ahora el Gobierno siente que acordar por seis meses podría leerse como un acto de debilidad. Allí hay, para empezar una traba importante, sin contar que los gremios docentes de la CGT dijeron a los medios que pretendían un 61% de aumento, lo que suena disparatado. Esta semana volverán a reunirse. El acuerdo hoy parece muy difícil, a apenas dos o tres semanas del comienzo de las clases, según el calendario de cada provincia. Mientras transcurre este proceso, el Gobierno en otras áreas sigue teniendo picos altos de buena gestión que los medios opositores ocultan prolijamente, como la transformación que está ocurriendo con el transporte ferroviario, con la renovación paulatina de la flota de trenes suburbanos, o el nuevo tren directo entre La Plata y Buenos Aires, y el anuncio que acaba de hacer el ministro Florencio Randazzo de un tren que irá de Retiro a Rosario en tres horas y media y que luego se extenderá a Córdoba. Mucha más repercusión tienen los errores, como el desprolijo intento de reacondicionar artística y comercialmente Fútbol para Todos. Ese instrumento democratizador necesitaba una clara mejora, pero posiblemente el Gobierno no se tomó el tiempo necesario para planificarlo, y las cosas hechas a las apuradas suelen salir mal, sin desconocer que hubo intereses comerciales de medios de comunicación que tergiversaron o agigantaron el desacople en la instrumentación de los cambios. Pero que la mayoría se entere de lo malo y se le oculte lo bueno, es una fórmula que el Gobierno viene sufriendo desde hace años y que seguirá padeciendo hasta el 2015.

¿Conflicto en puerta? La Federal dejará de custodiar el subte

BUENOS AIRES 9 Feb(Diario Popular).-Será a partir de junio, según confirmaron fuentes de la fuerza. En varias ocasiones el Gobierno nacional dispuso la salida de la Federal, lo que generó fuertes cruces con la Ciudad, que adujo que la Metropolitana no estaba preparaba para asumir la custodia. La Policía Federal finalmente dejará de prestar servicio adicional en el subte a partir de junio próximo, por lo que la Policía Metropolitana deberá hacerse cargo, algo que en varias oportunidades provocó fuertes cruces entre los gobiernos nacional y porteño. Fuentes policiales revelaron a Noticias Argentinas que a partir de esa fecha se retirarán los efectivos federales y dejarán el lugar a la fuerza porteña, que ya inició un proceso para poder afrontar esa misión en la fecha "acordada". En varias ocasiones, el Gobierno nacional dispuso la salida de la Policía Federal del subte y más aún cuando ese servicio pasó a la órbita de la Ciudad, en enero del año pasado. Los cruces surgieron porque en ese entonces la Policía Metropolitana necesitaba tiempo para incorporar a la fuerza a los egresados y finalmente la fecha decisiva sin nuevo acuerdo será el 1 de junio próximo. En ese sentido, los policías federales que realizaban servicio adicional en el subte serán reasignados en otros objetivos, como los ferroviarios, mientras que el gobierno porteño quedará a cargo en forma íntegra de ese servicio. Según pudo averiguar NA, la Metropolitana ya empezó a realizar tareas de investigación con su propio personal para poder detectar arrebatadores y distintos tipos de delincuentes y darle así lucha a este flagelo. La fuerza macrista llegaría con 650 efectivos más el refuerzo de personal de seguridad privada, por lo que habría unos mil empleados de seguridad en total para las 83 estaciones (18 de la Línea A, 17 de la B, 9 de la C, 16 de la D, 15 de la E y 8 de la H). En ese sentido se cubrirán tres turnos de ocho horas cada uno, reforzando con mayor cantidad de personal aquellas estaciones que tengan transbordo, ya que fuentes de esa fuerza remarcaron a NA es "donde mayor actúan los arrebatadores". Asimismo, ya se instalaron cámaras de seguridad en diferentes estaciones y de acá a fin de año está previsto que pongan un total de "1.200". Sin embargo, la Ciudad aún no oficializó su desembarco absoluto en el subte y fuentes oficiales aseguraron que "por ahora no se va a hablar del tema". El Ministerio de Justicia y Seguridad porteña que encabeza Guillermo Montenegro recibió instrucciones del Mauricio Macri para abocarse al traspaso policial en el subte y una vez que se concrete poder seguir con la creación de nuevas comisarías metropolitanas, algo previsto ya para fin de año.


Más de siete mil turistas disfrutaron de “La Trochita” en enero

ESQUEL 9 Feb(Diario Cronica).-Con un incremento del 45% en los pasajeros respecto de igual período en 2012, el Viejo Expreso Patagónico renovó su preferencia entre los turistas. A causa de la gran demanda, durante el primer mes del año fue necesario agregar una tercera salida los días sábados. El Viejo Expreso Patagónico “La Trochita” sigue siendo uno de los principales atractivos para los turistas que se acercan a vacacionar en la zona cordillerana durante esta temporada de verano. En el transcurso de enero, la demanda de pasajes motivó a programar salidas adicionales y a proyectar nuevos servicios como viajes nocturnos. Desde la gerencia de “La Trochita”, dependiente de la Corporación de Fomento del Chubut (CORFO), su responsable, Juan Ripa, informó que en todo el primer mes de enero se atendieron 7329 pasajeros, cifra que superó ampliamente los registros del 2012. “En total se transportaron 2279 personas más que en enero de 2012, lo que representa un incremento aproximado del 45 %”, sostuvo Ripa. Cabe recordar que en el verano del 2013 el servicio estuvo suspendido. Entre el importante abanico de propuestas turísticas que posee la Cordillera, el tren se ha posicionado como una de las preferencias de los visitantes. Por ello, desde la gerencia se están planificando continuamente nuevas propuestas. En ese marco, según Ripa, se inscribe el “Paseo Ferroviario”, espacio destinado a la promoción de elementos y materiales que conforman la rica historia del Viejo Expreso Patagónico, y los viajes nocturnos que parten de la Estación Esquel a las 19:30 horas hacia el Nahuelpán, regresando pasadas las 22. Debido a la grande demanda, durante el mes de enero fue necesario agregar una tercera salida los días sábados. Ripa brindó además datos concretos de los que se desprende que en los primeros 31 días del año se corrieron 54 trenes y se transportaron 7329 pasajeros, con un promedio de 136 personas por servicio, siendo que la capacidad total para cada formación es de 141 asientos.

Nueva locomotora. En la Estación de Esquel se sumó una nueva locomotora, lo que permitió garantizar un servicio sin interrupciones. Esta locomotora se encontraba en desuso y en total estado de abandono desde hacía más de 15 años y fue reparada íntegramente en los talleres de la localidad cordillerana. 

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