Rubén “Pollo” Sobrero: “El ferrocarril debe ser manejado por los trabajadores”
AMBA 21 Agos (Eter Digital).-El secretario general de la Unión Ferroviaria seccional Oeste muy crítico de las políticas del Gobierno actual y en contra de la posible privatización de los trenes si se aprueba la Ley Bases. “Cuidar la vida no les importa”, declara.
A cuatro pantallas colgadas en la pared frente a una larga mesa de reuniones de su oficina en Haedo, Rubén Sobrero, más conocido como “El Pollo”, se informa de cada hecho relevante que ocurre durante el día en el país y en el mundo.
Sentado a la cabecera, el actual secretario general de la Unión Ferroviaria seccional Gran Buenos Aires Oeste-Haedo del Ferrocarril Sarmiento y uno de referentes más importantes del Frente de Izquierda, siendo su candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2023, nos recibe -con café de por medio- para charlar no solo de la actual situación ferroviaria, sino también de su mirada de estos primeros meses del nuevo gobierno y los desafíos que se presentan a futuro, para él y para su partido político.
-Habiendo compartido estudios de televisión y notas tantas veces con Javier Milei, ¿imaginó alguna vez que podría llegar a ser presidente?
-No. La verdad que no. Yo lo conozco hace 20 años y siempre planteaba lo mismo: el odio hacia la política. Es más, cuando se presentó y ganó la banca como diputado, hasta lo tomé con una nota de color. Suele pasar esto de menospreciar a alguien y que luego te sorprenda.
-¿Y esta oleada antipolítica lo sorprendió?
-En realidad, por Milei en sí mismo, sí. Pero es un fenómeno que se venía dando este giro hacia la derecha: en Estados Unidos con (Donald) Trump, en Brasil con (Jair) Bolsonaro, en España con el Vox. La derecha empieza a ocupar un lugar que desde los años 40 no ocupaba. Pero más temprano que tarde encuentra su techo y todo lo que no avanza empieza a retroceder.
-Si este gobierno no logra aprobar la Ley Bases, ¿estaría alcanzando rápido su techo?
-Eso no lo sé, sí sé que de aprobarse esta ley nos convertiríamos en algo parecido a una semicolonia. Por eso es fundamental que el día que se discuta en el Senado nosotros estemos ahí acompañando el rechazo de ese proyecto y, sí con eso no alcanza, ir a un paro de 36 horas. Hay que dejar de dar vueltas.
-Ahí nosotros tenemos una pequeña ventaja: la gente ya hizo su experiencia con las privatizaciones. Sabe cómo funcionan y sus consecuencias. Privatizar es volver a “La tragedia de Once” donde murieron 51 personas. Es, por ejemplo, el Roca: una empresa que no podía garantizar que los trenes llegaran a Plaza Constitución funcionaba con los famosos trenes “fantasma” porque no tenían ni puertas ni ventanas.
El San Martín, en boca de todos por el último accidente -el 10 de mayo, antes de llegar a la estación Palermo, una formación de pasajeros chocó contra un coche furgón y su locomotora que se encontraba detenida en la misma vía, dejando un saldo de 97 heridos-. De milagro no fue aún peor. Esta línea a pesar de años de promesas de electrificarla sigue siendo de tracción Diesel y la gente viaja colgada en horarios pico.
–¿Por qué, pese a las denuncias constantes que realizan, tiene que suceder una “Tragedia de Once” para que se visibilicen los problemas?
-Porque no les importa nada. Cuidar la vida no les importa. Ellos sólo quieren hacer plata y no les importa el servicio o de dónde sale esa plata. Por eso venimos insistiendo con que el tren debe ser manejado por los trabajadores.
–¿Cómo funcionaría eso?
-Si vos ves al Estado manejado como lo está manejando hasta ahora, donde quien gana las elecciones se hace cargo de la gestión de los ferrocarriles, ponen a sus directores… en la mayoría de los casos no tienen experiencia en el sector. Estos se encargan de traer a toda su gente que solo sirven para pegar carteles y después se van, sin demostrar un mínimo interés en mejorar algo, ni siquiera te digo mantener lo que está.
Y después nos ves a nosotros, que somos los tipos que siempre estamos dentro de la empresa. Denunciamos lo que falta y sabemos cómo dar el servicio. Te das cuenta de que los únicos que pueden y quieren que esto funcione somos nosotros: los trabajadores del ferrocarril.
-Después de tantos años de lucha, ¿de dónde surgen las ganas de seguir intentándolo?
-Yo tengo en el horizonte un cambio de país, no quiero hablar solamente del ferrocarril. Quiero vivir en una sociedad que sea más justa, donde no haya tanta desigualdad social y no haya tanta pobreza; pero para lograr eso necesitamos lograr que cambie el sistema político e ir hacia un sistema socialista.
-Habiendo obtenido no más del 4,5% como número histórico de la Izquierda en elecciones, ¿qué deberían modificar para llegar de otra manera a la gente con su mensaje?
-La sociedad todavía no nos está acompañando con la propuesta. La gente está haciendo la experiencia con todos los partidos políticos, ya hizo la experiencia con todos y los únicos que faltamos somos el Frente de Izquierda. Después va a estar en nosotros que cuando tengamos la oportunidad no la desperdiciemos ¿no? Sería lamentable que, si después de 40 años que nuestra corriente viene peleando por un cambio de sistema, no lo aprovechemos.
La idea es conformar un amplio frente opositor que logre impactar. ¿Cómo? En la calle, acompañándolos y luchando por lo que creemos justo. El proceso político que estamos llevando adelante es un proceso que se hace en conjunto, no hay salvadores.
-El año que viene son las elecciones de medio término, ¿te ves encabezando alguna lista?
-Eso lo decide el partido. El año pasado la interna la gané yo, me resultaría difícil decir que no si se presentara la oportunidad. La dirección del gremio de esta seccional se ha convertido en una referencia sin dudas de un sector importante del movimiento obrero.
En este sentido, creo que soy más conocido que el secretario general del gremio. Por ejemplo, fui a Ferroexpreso Pampeano a dar una charla y vino toda la dirección de la empresa a recibirme pensando que yo era el secretario general del gremio. Les dije “yo no soy” porque lo que sí soy es secretario general, pero de una seccional del gremio.
-La imagen de los políticos está bastante devaluada en estos tiempos, ¿por qué crees que con vos no se da esto?
-La gente me trata muy bien en la calle o a cualquier lugar donde voy. La simpatía la veo, la siento y es algo muy grande, es una trayectoria que se construye manteniendo siempre la misma línea. Mantener tus ideas y tus convicciones es fundamental. Por eso pienso, ¿por qué no? Por qué no ponernos en agenda para que la gente pueda empezar a pensar en un cambio de ideología.
Yo creo que tenemos todas las posibilidades, pero va a depender de la sociedad. Nosotros vamos a estar en el lugar donde nos ubique la gente, los trabajadores. No creemos en nada que se haga a la fuerza. Si la gente cree que nosotros tenemos que gobernar, gobernaremos y si cree que tenemos que hacer lo mismo que hacemos ahora, lo haremos, porque de eso se trata la política.
El ruido de los bombos en la planta baja se hace sentir, es hora de que “El Pollo” presida la asamblea para definir los pasos a seguir con los señaleros del tren Sarmiento.
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