El Jefe de la Estación Limay

Ingeniero Luis Domingo Mailhet, jefe de la estación ferroviaria Limay, hoy Cipolletti 

CIPOLLETTI Rio Negro 4 Feb (LMC).-.-La historia de un inmigrante francés asentado en la zona a fines del siglo XIX, que cumplió una tarea de gran envergadura.

Ingeniero Luis Domingo Mailhet, jefe de la estación ferroviaria Limay, hoy Cipolletti 

Redundante tarea es resaltar el valor de la inmigración europea en estas tierras valletanas y en el todo el país. Hay familias a las que homenajeamos que no cuentan con descendientes radicados en la actualidad en la región para tomar su testimonio oral, como hacemos con muchos de ellos. Por lo que debemos nutrirnos de otras fuentes, de bibliografía adecuada, en fin, de repositorios locales.

La familia Mailhet comenzó con Pablo Mailhet y Dolores Goitia Castro, padres de Luis Domingo, que nació en Francia en 1880 y se radicó desde 1899 en Cipolletti para ocupar el cargo de jefe de la estación local del ferrocarril, llamada entonces Estación Limay.

Estación Limay pertenecía a la red ferroviaria argentina, ramal Bahía Blanca-Neuquén-Zapala del ferrocarril General Roca, inaugurada el 3 de octubre de 1901. El ingeniero Hugo Rimmele recuerda que el primer nombre de la estación en la Confluencia fue Kilómetro 1240, luego se reasignó como 1190 a fines de 1901: el kilómetro cero correspondía a la Estación Constitución.

Don Mailhet fue juez de paz ya que en 1910 estaba actuando de acuerdo con el Libro de Inspecciones del Juzgado de Paz de la Colonia Lucinda. Además, se desempeñó con Miguel Muñoz al llevar los libros contables del comercio que le comprara a Fernández Oro.

Otra tarea que realizó fue colaborar varios años en el municipio, al que aportaba sus conocimientos para solucionar problemas de una comunidad naciente. Unos años después, en 1913, se trasladó a Neuquén, pero siempre con su mirada en Cipolleti. En 1941 escribió el libro El Alto Valle del Río Negro. Estudió sobre su pasado, presente y porvenir. En el prólogo del libro se lo presenta como un hombre estudioso y observador que tuvo del Alto valle del Río Negro una clara y certera visión de profeta.

Formó su familia con Delia Correa, con la que tuvieron dos hijas, Amanda y Julia. ¡Cuánta historia pionera, cuanto coraje y afán de futuro: ¡todo estaba por hacerse, la zona estaba llena de oportunidades, pero eso no quiere decir que no haya sido una aventura difícil! Vaya este recuerdo a uno de nuestros precursores.