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martes, 7 de febrero de 2023

El Ferrocarril en San Andres de Giles

La historia del ferrocarril en San Andrés de Giles

BUENOS AIRES 7 Feb (Info Ciudad).-A fines del siglo XIX, Julio Argentino Roca gobierna el país, y mientras a sangre y fuego extiende la frontera hacia el sur, también se extienden las líneas ferroviarias. A la par, el tren va creando nuevos pueblos, rehabitando las tierras vaciadas a fuerza de tiros.

Mientras se da ese viaje hacia hacia el interior, en 1889 se inaugura la estación “San Andrés de Giles“. En diálogo con Infociudad, la historiadora local, Graciela León, contó: “Los hermanos Lacroze presentaron un proyecto para extender una línea férrea que llegue hasta aquí, ya que en ese momento, terminaba en Pilar. Era el tranvía rural que consistía de un vagón tirado por caballos. Pero los Lacroze ya tenían la mirada puesta en los trenes a vapor, y trabajaron para que los autoricen a usarlos, lo que pasaría recién en 1891. Las locomotoras que pasaban por la estación de Giles se llamaban ‘La Invencible’ y ‘La Coqueta’“.

Además agregó: “Es en ésta época cuando se van a crear las estaciones intermedias como las del ferrocarril Urquiza: Villa Ruiz, que su nombre rinde homenaje a Lorenzo Ruiz, quien donó las tierras para el avance ferroviario. Luego nos encontramos a Cucullú, que por el mismo motivo se llama así en honor a Juan Simón de Cucullú. Para 1892 las estaciones del km. 108 y Heavy van a ser habilitadas, y el ferrocarril se va a extender hasta Rojas, donde será la terminal“.

Y no era la única línea que pasaba por nuestro partido: “El Ferrocarril Mitre fue el primero en pasar por tierras gilenses: lo hizo en Azcuénaga en 1880. Luego, en 1894, se crearía la estación de Solís. La extensión del San Martín fue la responsable de que en en 1885 se inaugurara la estación de Franklin. En 1911 se habilitó la estación del km. 125, también llamada “La Valerosa”, por la que pasaba el Ferrocarril Belgrano, que luego llevaría a la creación de las estaciones de Espora y Tuyutí“

Los trenes, no traían consigo sólo agua y carbón, sino también, un avance económico y social muy importante. Permitía un mayor contacto con la Capital Federal, que facilitaba tanto el transporte de mercadería como de personas, en un viaje que podía durar de 3 a 4 horas. Esto hacía que las estaciones se convirtieran en puntos de reunión social. Los vecinos gilenses se encontraban para ver la llegada del tren, y observar el arribo y la llegada de pasajeros. Hay incluso quienes utilizaban al lugar con fines sanitarios, tal como lo explicó Graciela: “Había madres que llevaban a la estación a los niños que tenían problemas respiratorios, para que aspiraran el vapor de las chimeneas de los trenes, como nosotros hoy aspiramos con los nebulizadores“. Esto fue algo que ocurrió hasta 1950, cuando aparecieron las locomotoras diésel.

La llegada de los ferrocarriles, además significaba un crecimiento de las oportunidades laborales: “Había personal trabajando en la estación, los bolseros de los galpones, quienes cargaban el cereal; los operarios de las vías, que todos los días controlaban que se encuentren en condiciones, y el guardabarrera que trabajaba en la garita que está en Scully y 9 de Julio“.

En 1989, Carlos Menem era electo presidente, y su triunfo fue una herida mortal para el sistema ferroviario argentino. Su “revolución productiva” llevó a que en 1993 dejen de pasar por Giles los trenes de pasajeros, y en 1998 los cargueros. Al respecto, Graciela León lamentó: “No podíamos creer que eso iba a suceder. Y cuando sucedió, tardamos mucho en asumir que era una realidad que la estación se quedaba sola”

De las vías que surcaban todo el territorio nacional, en nuestra ciudad quedaron sólo algunos rastros tapados por pastizales, casas y cemento. En la mayoría de los pueblos del interior, las estaciones que no fueron tomadas, terminaron abandonadas y en muy mal estado. Durante años se mantuvieron en pie como vestigios del pasado.

En noviembre del 2021, el tren volvió a recorrer suelo gilense. La locomotora Alco 657 arribó a Solís luego de partir desde Diego Gaynor. Ese fue el primer paso para el primer viaje con pasajeros que en julio del 2022 conectó a Capilla del Señor con San Antonio de Areco. Según precisaron las autoridades del Ministerio de Transporte en aquel viaje inagural, el objetivo es que este año el ferrocarril vuelva a conectar la ciudad vecina con Capital Federal, en un trayecto que incluirá a la localidad gilense de la Ruta 8.

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