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domingo, 3 de noviembre de 2019

Tren del Fin del Mundo

Gozar el increíble Tren del Fin del Mundo
 

USHUAHIA Tierra del Fuego 3 Nov (Gaceta Mercantil).-Ninguna visita a Ushuaia estará completa si no se recorre este pintoresco ferrocarril que lleva a lo más profundo de las maravillas naturales del Parque Nacional Tierra del Fuego.

Un paseo en el Tren del Fin del Mundo es una experiencia única de Ushuaia y que ningún turista que llega al extremo más austral del país se quiere perder, por lo que sus pasajeros aumentaron en las últimas temporadas estivales, y en esta esperan superar los 100.000, según sus administradores.

El Ferrocarril Austral Fueguino, que este mes cumplió 25 años desde su reactivación con fines turísticos, ofrece un singular recorrido que parte a ocho kilómetros al sur de la capital provincial y se interna en el Parque Nacional (PN) Tierra del Fuego.

Llegó el invierno: a recibirlo en La Trochita

Tras una curva en el último tramo de la Ruta Nacional 3, surge la estación Fin del Mundo, a la derecha y siempre bajo una capa de nubes artificiales creadas por las calderas encendidas de las locomotoras.

En el hall calefaccionado, con mucha madera interior y banderas de numerosos países, los turistas son recibidos por jóvenes vestidas de guardias, que parecen azafatas, y muchachos con los típicos uniformes a rayas de presidiarios.

Recorrido novedoso: el hotel sobre rieles

El trayecto original del entonces Tren de los Presos comenzaba en el Presidio de Ushuaia y recorría 25 kilómetros hasta el monte Susana, donde los reclusos recogían madera y piedras para construcción y calefacción.

Dejó de funcionar en 1947, cuando se clausuró la cárcel, y fue reabierto con fines turísticos en 1994, con un recorrido de siete kilómetros por valles, bosques y turbales.

Un viaje en el tren de lujo más caro del mundo

En la estación, los turistas compran los boletos, se toman fotos con los "presidiarios" y las guardas y, por una ventana interna, pueden ver los talleres de reparación y mantenimiento de coches y locomotoras.

La Ingeniero Porta, una locomotora negra con bronces brillantes y alta chimenea, es la que pone en marcha la magia sobre la estrechísima trocha de 60 centímetros.

Un tren de ensueño por los Alpes

Los coches cuentan con asientos de finos tapizados, mullidos, mesas individuales y una calefacción que obligaba a aliviar ropas en la última de las tres partidas diarias, aún una tarde de clima invernal.

Los extranjeros pueden escuchar la historia del tren en equipos de audio en siete idiomas, mientras por las amplias ventanillas pasan girones de vapor y un fondo de arbustos y pastos escarchados, el Cañadón del Toro y el Puente Quemado, sobre el Pipo.

La versión más lujosa del increíble Transiberiano

En la primera estación, La Macarena, hay una pequeña cascada del deshielo de los montes Le Martial, de la que los presos proveían agua a los tanques de la locomotora La Coqueta.

Desde un mirador se tiene una panorámica del Valle del Pipo, los cerros Guanaco y Portada y el Monte Susana.

El majestuoso tren siete estrellas de Japón

Cuando ingresa al Parque Nacional Tierra del Fuego, el tren pasa por una zona intangible a la que ningún turista puede acceder por medios propios, donde se ve el Cementerio de Árboles, talados por los presos, y parte del aserradero Lombardich, que funcionó hasta la creación del parque.

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