Regreso ¿virtual? del servicio ferroviario de la Nación
RESISTENCIA CHACO 10 Agos(Diario Norte).-El lunes pasado, después de más de tres años de estar parado, se reanudó, tímidamente, el servicio de trenes entre Cacuí y Resistencia, con tres frecuencias diarias y con los condicionamientos de esta pandemia. Vale celebrarlo y augurar que todos los ambiciosos anuncios que se hicieron se cumplan y no caigan en saco roto como tantas veces, en una provincia que le debe tanto al servicio ferroviario. De todos modos, parece más una reactivación virtual debido a que, en el día de la reinauguración, en el viaje del mediodía, apenas viajaron tres personas.
Sin embargo, al menos se hace reconocimiento de las vías, se ponen a punto las máquinas y se recupera un servicio que brinda la Nación.
El Chaco creció y florecieron sus ciudades al conjuro de la llegada del ferrocarril. Sáenz Peña, Villa Ángela, Las Breñas, Charata, General Pinedo, Castelli, Tres Isletas, Quitilipi, Machagai, La Escondida, La Verde, Charadai, Avia Terai, Corzuela y tantos otros pueblos le deben su existencia y añoradas épocas de esplendor. Valga, como anécdota, que las dos veces que Eva Perón estuvo en el Chaco (1947-49) lo hizo en el tren presidencial.
Todo eso, como tantas otras cosas, se perdieron y convirtieron a este suelo que había demostrado tener una potencialidad casi infinita en una provincia de la dádiva y la pobreza. Las estaciones ferroviarias se transformaron en ruinas. Algunas, con más suerte, en museos, y otras en tristes cementerios de vagones que fueron deshuesados y se pudrieron a la intemperie por decisiones de gobernantes que hablaron mucho e hicieron poco. La memoria periodística evoca que el 17 de mayo de 1992, a las 3.05 de la madrugada, partió desde Resistencia el último tren “El Litoral” con destino a Vera y de allí a Buenos Aires. La prensa señaló que se trató de “un viaje sin retorno, y el entierro de lo que en otro tiempo fue un signo de progreso, en un país que se achica”. De esta manera un gran sector de la provincia quedó aislado, como Charadai, La Sabana y Cote Lai.
También el 9 de marzo de 1993, a las 22, partió desde Sáenz Peña el último tren a Retiro, conocido como “El Chaqueño”. Unos 280 viajeros de Tres Isletas, Castelli, zonas rurales y urbanas de Sáenz Peña, abordaron el tren mientras que en las restantes estaciones hasta General Pinedo completaron un pasaje de 800 personas. De esta manera el Chaco quedó sin servicio ferroviario de pasajeros.
NACE SEFECHA
Pasaron cuatro años y algunos meses para que algunas vías chaqueñas volvieran a ver pasar algunos trenes, esta vez sólo de pasajeros y con dependencia provincial, en tiempos en que fue gobernador Ángel Rozas. El 11 de agosto de 1997 los trenes de Servicios Ferroviarios del Chaco (SeFeCha), adquiridos en España, realizaron su primer viaje desde la estación Chorotis hasta Sáenz Peña. Fueron cuatro coches que se pusieron en marcha a las 10.45 y pasaron por Venados Grandes, Zuberbulher, Hermoso Campo, Itín, General Pinedo, Charata, Las Breñas, Corzuela, Fortín Las Chuñas, Campo Largo, Avia Terai, Napenay y Sáenz Peña. El gobernador fue a bordo y se realizaron actos en cada estación, en especial en Chorotis, Pinedo y Sáenz Peña. Dos días después el tren hizo su primer viaje entre Cacuí (Fontana), Resistencia y Barranqueras, donde fue esperado en cada estación por multitudes.
El 18 de diciembre de 1998 los trenes chaqueños cruzaron el límite y llegaron por primera vez a Los Amores (Santa Fe), a 30 kilómetros de La Sabana, tras un acuerdo con el gobierno de la vecina provincia.
El 29 de agosto de 1999 inició su servicio el tren metropolitano entre Cacuí (Fontana) y Barranqueras con apeaderos a lo largo de toda la vía, donde se podía descender y subir. El 24 de agosto de 2001, vísperas de elecciones, se inauguró la ampliación de los servicios del tren metropolitano a Puerto Tirol. El 3 de septiembre de 2004 se sumó la frecuencia a Puerto Vilelas.
Traspaso a la Nación
El 18 de febrero de 2008 se suspendieron los servicios en el área metropolitana por falta de material rodante en condiciones de operar con seguridad. En esos momentos solo funcionaban dos coches que salían todos los días desde Cacuí con destino final en Cañada Ombú (Santa Fe). Los trenes metropolitanos reparados reanudaron los servicios el 3 de marzo de 2008. El 18 de junio de 2009 se presentó la primera dupla de nuevas unidades traídas desde España a través del gobierno nacional. En el primer viaje entre Tirol y Cacuí, participaron el gobernador Jorge Capitanich y parte de su gabinete.
El 2 de febrero de 2010 se anunció la incorporación de trenes nuevos e imaginarios viajes a Santa Fe, Salta y Santiago del Estero, para lo que se firmó un convenio con la Subsecretaría de Transporte de la Nación. De hecho, el documento inició el traspaso a la Nación de las líneas ferroviarias chaqueñas. Conducían la empresa en forma conjunta la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFe) de la Nación y la empresa chaqueña, ya que se aseguraba que “la provincia no se podía hacer cargo del servicio sin aportes nacionales”. De inmediato estalló la polémica. Mientras el gremio y el empresariado apoyaron la cesión a la Nación, la oposición la rechazó.
Finalmente, el 5 de mayo de 2010 la empresa provincial pasó definitivamente a la Nación. Fue en un acto realizado en Vilelas, donde el gobernador Capitanich y el subsecretario de Transporte de la Nación, Guillermo Luna, firmaron el acuerdo, ante la presencia del secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi y se pusieron en marcha dos duplas recientemente adquiridas. A comienzos de abril de 2015 llegó a la provincia un moderno coche construido por Materfer, Córdoba, para el servicio entre Puerto Tirol y Puerto Vilelas.
El 4 de abril de 2016 se suspendió el servicio del tren metropolitano por problemas mecánicos en las viejas unidades. Cuatro meses después el 27 de julio se reanudó el servicio con tres nuevas duplas construidas por Materfer. En el interior el servicio siguió interrumpido. Desde principios de 2017 se interrumpió el servicio metropolitano, que es el que acaba de reintentar la vigencia, siempre con dependencia de la Nación con un escaso y cuestionable servicio.
RESISTENCIA CHACO 10 Agos(Diario Norte).-El lunes pasado, después de más de tres años de estar parado, se reanudó, tímidamente, el servicio de trenes entre Cacuí y Resistencia, con tres frecuencias diarias y con los condicionamientos de esta pandemia. Vale celebrarlo y augurar que todos los ambiciosos anuncios que se hicieron se cumplan y no caigan en saco roto como tantas veces, en una provincia que le debe tanto al servicio ferroviario. De todos modos, parece más una reactivación virtual debido a que, en el día de la reinauguración, en el viaje del mediodía, apenas viajaron tres personas.
Sin embargo, al menos se hace reconocimiento de las vías, se ponen a punto las máquinas y se recupera un servicio que brinda la Nación.
El Chaco creció y florecieron sus ciudades al conjuro de la llegada del ferrocarril. Sáenz Peña, Villa Ángela, Las Breñas, Charata, General Pinedo, Castelli, Tres Isletas, Quitilipi, Machagai, La Escondida, La Verde, Charadai, Avia Terai, Corzuela y tantos otros pueblos le deben su existencia y añoradas épocas de esplendor. Valga, como anécdota, que las dos veces que Eva Perón estuvo en el Chaco (1947-49) lo hizo en el tren presidencial.
Todo eso, como tantas otras cosas, se perdieron y convirtieron a este suelo que había demostrado tener una potencialidad casi infinita en una provincia de la dádiva y la pobreza. Las estaciones ferroviarias se transformaron en ruinas. Algunas, con más suerte, en museos, y otras en tristes cementerios de vagones que fueron deshuesados y se pudrieron a la intemperie por decisiones de gobernantes que hablaron mucho e hicieron poco. La memoria periodística evoca que el 17 de mayo de 1992, a las 3.05 de la madrugada, partió desde Resistencia el último tren “El Litoral” con destino a Vera y de allí a Buenos Aires. La prensa señaló que se trató de “un viaje sin retorno, y el entierro de lo que en otro tiempo fue un signo de progreso, en un país que se achica”. De esta manera un gran sector de la provincia quedó aislado, como Charadai, La Sabana y Cote Lai.
También el 9 de marzo de 1993, a las 22, partió desde Sáenz Peña el último tren a Retiro, conocido como “El Chaqueño”. Unos 280 viajeros de Tres Isletas, Castelli, zonas rurales y urbanas de Sáenz Peña, abordaron el tren mientras que en las restantes estaciones hasta General Pinedo completaron un pasaje de 800 personas. De esta manera el Chaco quedó sin servicio ferroviario de pasajeros.
NACE SEFECHA
Pasaron cuatro años y algunos meses para que algunas vías chaqueñas volvieran a ver pasar algunos trenes, esta vez sólo de pasajeros y con dependencia provincial, en tiempos en que fue gobernador Ángel Rozas. El 11 de agosto de 1997 los trenes de Servicios Ferroviarios del Chaco (SeFeCha), adquiridos en España, realizaron su primer viaje desde la estación Chorotis hasta Sáenz Peña. Fueron cuatro coches que se pusieron en marcha a las 10.45 y pasaron por Venados Grandes, Zuberbulher, Hermoso Campo, Itín, General Pinedo, Charata, Las Breñas, Corzuela, Fortín Las Chuñas, Campo Largo, Avia Terai, Napenay y Sáenz Peña. El gobernador fue a bordo y se realizaron actos en cada estación, en especial en Chorotis, Pinedo y Sáenz Peña. Dos días después el tren hizo su primer viaje entre Cacuí (Fontana), Resistencia y Barranqueras, donde fue esperado en cada estación por multitudes.
El 18 de diciembre de 1998 los trenes chaqueños cruzaron el límite y llegaron por primera vez a Los Amores (Santa Fe), a 30 kilómetros de La Sabana, tras un acuerdo con el gobierno de la vecina provincia.
El 29 de agosto de 1999 inició su servicio el tren metropolitano entre Cacuí (Fontana) y Barranqueras con apeaderos a lo largo de toda la vía, donde se podía descender y subir. El 24 de agosto de 2001, vísperas de elecciones, se inauguró la ampliación de los servicios del tren metropolitano a Puerto Tirol. El 3 de septiembre de 2004 se sumó la frecuencia a Puerto Vilelas.
Traspaso a la Nación
El 18 de febrero de 2008 se suspendieron los servicios en el área metropolitana por falta de material rodante en condiciones de operar con seguridad. En esos momentos solo funcionaban dos coches que salían todos los días desde Cacuí con destino final en Cañada Ombú (Santa Fe). Los trenes metropolitanos reparados reanudaron los servicios el 3 de marzo de 2008. El 18 de junio de 2009 se presentó la primera dupla de nuevas unidades traídas desde España a través del gobierno nacional. En el primer viaje entre Tirol y Cacuí, participaron el gobernador Jorge Capitanich y parte de su gabinete.
El 2 de febrero de 2010 se anunció la incorporación de trenes nuevos e imaginarios viajes a Santa Fe, Salta y Santiago del Estero, para lo que se firmó un convenio con la Subsecretaría de Transporte de la Nación. De hecho, el documento inició el traspaso a la Nación de las líneas ferroviarias chaqueñas. Conducían la empresa en forma conjunta la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFe) de la Nación y la empresa chaqueña, ya que se aseguraba que “la provincia no se podía hacer cargo del servicio sin aportes nacionales”. De inmediato estalló la polémica. Mientras el gremio y el empresariado apoyaron la cesión a la Nación, la oposición la rechazó.
Finalmente, el 5 de mayo de 2010 la empresa provincial pasó definitivamente a la Nación. Fue en un acto realizado en Vilelas, donde el gobernador Capitanich y el subsecretario de Transporte de la Nación, Guillermo Luna, firmaron el acuerdo, ante la presencia del secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi y se pusieron en marcha dos duplas recientemente adquiridas. A comienzos de abril de 2015 llegó a la provincia un moderno coche construido por Materfer, Córdoba, para el servicio entre Puerto Tirol y Puerto Vilelas.
El 4 de abril de 2016 se suspendió el servicio del tren metropolitano por problemas mecánicos en las viejas unidades. Cuatro meses después el 27 de julio se reanudó el servicio con tres nuevas duplas construidas por Materfer. En el interior el servicio siguió interrumpido. Desde principios de 2017 se interrumpió el servicio metropolitano, que es el que acaba de reintentar la vigencia, siempre con dependencia de la Nación con un escaso y cuestionable servicio.
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