Amor por los trenes y militancia política

Aurelio Fentini, amor por los trenes y militancia política

Aurelio Fentini, amor por los trenes y militancia política - Cartas - Diario Rio Negro - rionegro.com.ar

VIEDMA 2 Sept(Rio Negro).-Don Fentini era un ferroviario que enseñaba en La Fraternidad. Nació en Bahía Blanca, hijo de inmigrantes italianos, y desde muy pequeño comenzó a trabajar en distintos negocios de cadete. En 1935 ejerció tareas en el Puerto Galván de Bahía Blanca, sacando muestras de las bolsas de cereales y además cobraba estampillas de ayuda al pueblo español que defendía la república, ante el levantamiento de Franco, apoyado por Hitler y Mussolini. En 1937 entró en el ferrocarril, donde desarrolló distintas actividades sindicales y participó en rifas de ayuda para los famosos presos de Bragado. Su labor ferroviaria comenzó en el pequeño poblado de Darwin y, posteriormente, por razones de trabajo, se trasladó a General Pico, La Pampa, en donde en 1944 se afilió al Partido Comunista.

Luego de la afiliación participó en comisiones de ayuda a los aliados que se debatían en la Segunda Guerra Mundial, contra el Eje, y también en el Comando Ferroviario Democrático en donde participó como delegado en Buenos Aires. En 1946 llegó a General Pico un compañero con quien fundó el Partido Comunista en el lugar y en otros puntos cercanos.

Fentini se desempeñó como primer secretario local y territorial. Allí realizaban tareas gremiales, recibía el diario “La Hora” y “Orientación” que el mismo Aurelio se encargaba de repartir.

En 1948 fue transferido a nuestra ciudad, donde permaneció hasta su jubilación, en 1972: treinta y cinco años de sindicalista activo; fue vocal, secretario y presidente de la seccional Neuquén varias veces. Participó de congresos y juntas de presidentes en Buenos Aires, Córdoba y otros lugares.

Fue instructor de la Escuela Técnica en la preparación de futuros maquinistas, clases que se dictaban en el local de La Fraternidad, en la primera cuadra de la calle Brown (lugar totalmente deteriorado y por el que he pedido su restauración). Cabe destacar que estas tareas las desempeñaba en sus horas de descanso, al regreso de su trabajo en el ferrocarril. Estuvo al frente de varias luchas y fue secretario de la CGT local. Dieron apoyo a todo gremio en lucha caso bancario, petroleros y de la huelga de El Chocón que participó en el sindicato en huelga del magisterio.

Estas posiciones y luchas tuvieron su precio: fue dejado cesante, perseguido y detenido.

En General Pico conoció a quien sería su esposa y compañera: doña Mara Aída Lombardo, con quien tuvo a Amelia. Al poco tiempo salió el traslado a Neuquén.

Arribaron a la provincia el 28 de diciembre de 1949 y acá nació Oscar. Vivieron en las colonias del ferrocarril de la calle San Martín.

La más curiosa privación de la libertad de don Fentini fue aquella que le aplicaron en 1959 cuando el general Dwight Eisenhower, entonces presidente norteamericano, visitó Bariloche. Lo notable era que el visitante pasó a varios miles de metros de altura sobre el Neuquén, porque llegar a la ciudad lacustre por tierra era obra de titanes. No obstante la seguridad del presidente exigió que Fentini y otros “camaradas” estuvieran sin ver el sol hasta que aquel retornara a su país.

En oportunidad en que fue detenido don Fentini junto a otros compañeros, el obispo Jaime de Nevares concurrió al despacho del gobernador para pedir por la libertad de los detenidos. Entre sus apuntes encontramos el proyecto del ferrocarril –el Trasandino– que elevaría a las autoridades, en la década del 70. Su apasionamiento por todo lo que realizaba incitó al poeta Carlos Horacio Herrera y al músico Juan Eymann a crear esta hermosa canción en honor a Fentini (una estrofa): “Ya viene el Lobo Fentini/ conduciendo “el zapalero”,/ sembrando una larga nube/ como adioses de pañuelos,/ y sueña que el humo escribe/ la palabra compañero.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256