domingo, 27 de diciembre de 2015

Primeras Noticias del dia

Nuevo encuentro por el futuro servicio ferroviario entre Bahía y Punta Alta
 
BAHIA BLANCA 27 Dic(LNP).-Esta iniciativa incluye el enlace entre la zona portuaria e industrial local con Puerto Belgrano, Puerto Rosales y Zona Franca.Con el fin de intercambiar información sobre los avances en el proyecto de recuperación del ramal ferroviario entre Bahía Blanca y Punta Alta, miembros de la Comisión Ferroviaria Regional Sur de la Provincia de Buenos Aires, recorrieron las instalaciones de la Unidad de Negocios I de la Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales.La comisión está integrada por los ingenieros Eduardo Matarazzo, José Poggio y Marina Juárez, el arquitecto Guillermo Basualdo y el licenciado Osvaldo Fernández.La visita se enmarca dentro del reciente gesto político que sobre al tema tuvieron los intendentes Héctor Gay y Mariano Uset para desplegar una agenda común a ambos distritos, donde se destaca la decisión de avanzar hacia un programa de recuperación ferroviaria.Esta iniciativa incluye el enlace entre la zona portuaria e industrial local con Puerto Belgrano, Puerto Rosales y Zona Franca.Matarazzo dijo que la recuperación de la infraestructura ferroviaria y los servicios complementarios contribuirán al crecimiento de la región."Por ejemplo, el emprendimiento petrolero y gasifero de Vaca Muerta le va a dar impulso general a toda la zona portuaria."Sin embargo agregó, no hay que olvidar que las condiciones del país se plantean hoy con una visión distinta. Habrá que ver cómo juegan las inversiones de mediano y largo plazo”.Durante el encuentro con Uset, Gay se mostró confiado en poder poner en marcha un tren urbano en Bahía Blanca, el cual enlazará Ingeniero White con el Conicet, en La Carrindanga, pasando por la Estación Sud."En cuanto al tren a Punta Alta, es un poco más complejo porque faltan 18 kilómetros de rieles y estamos hablando de una inversión muy importante que no pueden afrontar los municipios.“De todas formas –agregó el jefe comunal--,vamos a gestionar una reunión con el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para ver qué apoyo nos pueden dar”.Uset dijo que ambas ciudades tienen una ruta colapsada y recordo que en Rosales existe un movimiento muy importante de crudo en camiones."Hace 25 años que no funciona el tren Bahía - Rosales y no estamos hablando de una inversión grande si pensamos en las numerosas ventajas que nos ofrece".

Santiago del Estero: la esperanza de que el tren mejore la vida

 
SANTIAGO DEL ESTERO 26 Dic(La Nacion).- Los productores se ilusionan con un mejor acceso a los puertos; mucha expectativa por las autopistas.El Plan Belgrano Norte incluye a esta provincia, donde Mauricio Macri tuvo su peor performance electoral, ya que Daniel Scioli, con el apoyo de Gerardo Zamora, obtuvo casi el 73% de los votos, contra el 27 % de Cambiemos. Las mayores expectativas locales están centradas en el tren Belgrano Cargas, así como también en convertir en autovías las rutas nacionales 34 y 9, que mejorarían notablemente su tránsito y bajarían el índice de muertes por accidentes."Para nosotros el plan es clave por la infraestructura que le falta al Norte, ya que hablamos de conectividad ferroviaria -clave para toda la producción agrícola-, rutas y transporte", señaló a LA NACION Juan Pablo Karnatz, prosecretario de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). "Del Belgrano Cargas hace 10 años que se habla", agregó.El dirigente de CRA sostuvo que Quimili (ciudad a 211 kilómetros de la capital santiagueña) sería un nodo "muy importante para la conectividad ferroviaria: por el Sur a Rosario y al Este al puerto de Barranqueras, en Chaco".Aunque dijo no tener información detallada, el ministro provincial de Obras Públicas, Daniel Brue, consideró que el plan revitalizaría el norte argentino. "Esto puede convertir a la región en un importante sector productivo e industrial", sostuvo. Elogió también los dichos de José Cano, titular del Plan Belgrano Norte, sobre que los diferentes signos políticos entre la Nación y las provincias no serán un obstáculo. "Nos entusiasman mucho" esas palabras, destacó Brue.Desde Renacer, un grupo de contención de padres que sufrieron la pérdida de un hijo, "celebraron" la conversión en autopistas de las rutas nacionales 9 y 34. "Pero deben ser autopistas inteligentes, como en los lugares más serios del mundo", indicó Luis Oscar Guardo. "Cuando cerraron los ferrocarriles, toda la gente se volcó a las rutas. Camiones, camionetas, maquinaria agrícola, autos, colectivos, combis, motos, bicicletas. Esto no puede ser", agregó.El abogado Rodrigo Posse, concejal capitalino y presidente de Pro de la provincia, se mostró entusiasmado y en sintonía con las declaraciones del Cano. "Es un plan revolucionario, que va más allá de las banderas políticas y es una muestra de que el ingeniero Mauricio Macri está mucho más allá de las ideologías y sólo pretende mejorar la vida de todo el norte argentino", destacó."Hablamos de vías férreas, de rutas, de conectividad, de viviendas, de salud, de mejorar las economías regionales, de bajar los costos en la producción para que se produzca más y esto dé mayor empleo", agregó el referente del macrismo.La ciudad ferroviaria emblemática es La Banda, la segunda en importancia y distante a siete kilómetros de la capital provincial. Su intendente, el massista Pablo Mirolo, afirmó a LA NACION que "La Banda es el tren y una cantidad importante de nuestros habitantes hoy son hijos o nietos de ferroviarios"."Ya empezaron a circular las nuevas formaciones que hacen el recorrido Retiro-Tucumán y la mitad de los pasajeros del tren baja aquí. Emociona ver eso. Ojalá que este plan se lleve adelante y tengamos la posibilidad de crecer sin importar quién lo haga o ejecute", señaló."El comercio de La Banda se nutre mucho del pequeño productor de nuestro departamento y del departamento Robles. Si hay mejores condiciones para la producción, que están contempladas por lo que vi en este plan, será un impulso importante para nuestra ciudad", completó Mirolo, referente local del Frente Renovador.


Del auge de los ferrocarriles al freno de la privatización

CIPOLLETTI 26 Dic(AC).-Edgardo Montalbetti vino a la región trasladado por el Ferrocarril Roca y al poco tiempo la ola privatizadora del gobierno justicialista de Carlos Menem lo dejó sin trabajo. Pero su experiencia le sirvió para volver a la actividad ferroviaria, en la parte logística."En todas las partes del mundo el ferrocarril es lo más importante que hay, sin embargo acá no se hizo nada... lo dejaron caer". Desde que tiene uso de razón, Edgardo Montalbetti camina los rieles del tren. Con 68 años fue testigo del apogeo de la actividad ferroviaria, cuando existía Ferrocarriles Argentinos, pero también vivió el estancamiento que se produjo luego de la privatización, en los 90. El tren de cargas en la región traslada toneladas de mercadería y alimentos, arena para el sector de Vaca Muerta, y alimentos para la crianza de pollos a través de los vagones de Ferrosur, la empresa que tiene la concesión de la línea Ferrocarril Roca desde hace 23 años.Edgardo actualmente es el encargado en la ciudad de la empresa privada Ferrocargas del Sur, que brinda servicios de logística y traslado a los comercios y firmas de la zona. Entre papeles que están sobre su escritorio y con la emoción a flor de piel, el hombre recordó anécdotas que permanecen alojadas entre las vías cubiertas de tierra y bordeada por arbustos.Quizás la realidad se puede resumir en una simple frase: "No se hizo absolutamente nada". Es que según Edgardo, las vías no se reparan desde hace 30 años. A raíz de esto, el maquinista reduce la velocidad del tren, para que no descarrile. 
La formación puede llegar a una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora y puede trasladar unos 50.000 kilos por vagón, es por eso que desde Buenos Aires hasta la zona del Alto Valle, la formación demora entre tres a cuatro días.Transcurría la década del 60 y Edgardo trabajaba en el sector de Boletería en la estación de San Miguel del Monte, a 107 kilómetros de la Capital Federal. Ese fue el puntapié inicial de su carrera ferroviaria. Años más tarde llegó al área de Administración del Ferrocarril Roca, en la provincia de Buenos Aires.Llegado el momento, le informaron que la empresa estatal necesitaba un segundo jefe de zona en otros puntos del país. "Me dieron a elegir entre Tandil, Mar del Plata o Neuquén, y elegí lo desconocido, lo nuevo. Fue entonces cuando me mudé con toda mi familia para acá", relata el hombre.Casi como si no hubiesen pasado los años, recuerda los momentos puntuales que marcaron su llegada a la región. En 1991, Edgardo ascendió como jefe de zona, pero los tiempos que se aproximaban no serían los mejores. Por ese entonces transcurría el gobierno justicialista de Carlos Menem, el responsable del paso del Ferrocarril Roca a la empresa brasileña Ferrosur.


"Iba a andar mejor"

 
"Nos dijeron que si se privatizaba (el tren) iba a andar mejor. A las pruebas me remito que fue peor. Antes trabajan 80 mil familias (en todas las líneas de tren de carga del país) y en la línea Roca quedaron menos de cinco mil. Al resto las indemnizaron", recuerda."Menem le regaló el ferrocarril a (Amalia) Fortabat para que hiciera su trabajo". Es que la fábrica Loma Negra con sede central en Olavarría y por entonces propiedad de Fortabat, fue y es la principal usuaria del ferrocarril, ya que transporta el cemento a través de las vías de todo el país.Las formaciones ferroviarias se desplazan a baja velocidad debido al estado de las vías, dice Montalbetti.A raíz de los cambios que devinieron de la privatización, a Edgardo lo solicitaron nuevamente para cubrir un puesto en Buenos Aires, a lo que él se negó. "Les dije que no, después de 25 años volví a almorzar en familia, cosa que allá no podía hacer", explica. "Me dijeron bueno, entonces lo vamos a tener que indemnizar. Y así fue. Estuve dos años sin trabajo, y ahí entendí lo duro que es pasar por eso", dice entre lágrimas al recodar esos momentos.En el 94 comenzaba a nacer en Cipolletti el galpón de La Anónima. La firma demandaba el traslado de materiales y de productos para su comercialización. Años más tarde firmaron un convenio con la empresa privada Ferrocargas del Sur para resolver la necesidad de transporte. En esa oportunidad decidieron contactarlo a Edgardo porque, según relata, conocían de su experiencia en el rubro. Es que la empresa necesitaba una persona encargada de recibir los materiales y de llevar adelante la logística de la entrega."Primero estaba yo sólo, después entraron dos chicos más y hoy somos nueve las personas contratadas por la empresa en este lugar", explica. 

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