Línea Roca: tras meses de parálisis, retoman las obras de reforma de la estación Avellaneda
AMBA 1 agos (EnElSubte).-Los trabajos de elevación definitiva de los andenes 1 y 2 de la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki (Avellaneda) de la línea Roca fueron retomados tras casi seis meses de parálisis. Las obras, que habían arrancado en noviembre del año pasado y que se ejecutan con un préstamo del BID, estaban frenadas desde el verano. La estación opera con plataformas provisorias desde hace más de nueve años. Cómo son los trabajos. Un repaso por las demoras que afectaron al proyecto.
Tras casi seis meses de parálisis, fueron retomadas las obras de elevación de andenes 1 y 2 de la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki (Avellaneda) de la línea Roca. Ambos andenes operan desde hace más de nueve años con plataformas provisorias.
enelSubte pudo verificar que en las últimas semanas fue reactivado el obrador y que se realizaron trabajos de desmalezamiento y limpieza en el área que vincula esas instalaciones con el andén 1 de la estación, que había quedado en un estado de abandono como resultado de meses de paralización total de los trabajos.
Demolición de los bordes de andén de la plataforma 2De momento, la actividad se concentra en la plataforma 2, donde se está avanzando con la remoción de materiales y la demolición de los bordes de andén -hasta la fecha se ha demolido aproximadamente un 50% de los bordes de este andén- y se ha montado una rampa de madera para traslado de materiales que vincula el citado andén 2 con el andén 3. Cabe recordar que al momento de frenarse los trabajos el verano pasado el andén 2 había sido vallado.
Por el momento no se registra actividad en el andén 1, que fue elevado únicamente en aproximadamente un cuarto de su extensión previamente a la paralización de los trabajos.
Una rampa provisoria para el traslado de materiales fue colocada entre los andenes 2 y 3 (andén isla central)Con motivo de la reanudación de las obras, Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) anunció modificaciones en el diagrama de los ramales Plaza Constitución – La Plata, que correrá su último servicio en días hábiles desde La Plata a las 22:10, y Plaza Constitución – Ezeiza, cuyo último tren partirá desde Ezeiza a las 22:36. A su vez, las formaciones que transitan por las vías 1 y 2 lo hacen a velocidad de precaución a todo horario.
Esta afectación a los usuarios podría haberse evitado, o al menos morigerado, de no haberse paralizado las obras en el verano. En mayo pasado, los citados andenes 1 y 2 de la estación habían quedado temporalmente clausurados a raíz de las obras urgentes en el viaducto Barracas, siendo los trenes de todos los ramales desviados hacia las plataformas 3 y 4 de la estación. Esta ventana temporal, que brindaba una oportunidad para avanzar con las obras sin causar mayores disrupciones al público, fue completamente desaprovechada.
Vale notar que, tal como informó enelSubte, las obras de reforma de la estación habían comenzado en noviembre del año pasado y se vieron frenadas en el marco de la decisión del Gobierno de paralizar toda la obra pública ferroviaria, incluyendo aquellos proyectos que -como este, que se ejecuta con un crédito del BID (ver detalle más abajo)- contaban con financiamiento internacional asegurado. Otras obras incluidas en esta categoría, como los trabajos de renovación de la línea Mitre o el viaducto de la línea Belgrano Sur a Constitución, sin embargo, aún continúan paralizadas.
Un proyecto largamente demorado
Las vías 1 y 2 de la estación operan con plataformas provisorias desde 2015, cuando fueron instaladas de cara a la puesta en marcha de los trenes CSR, que comenzaron a circular entonces como servicios semirrápidos entre Plaza Constitución y Temperley y luego, desde julio de ese año, fueron extendidos a Claypole.
En teoría, estas plataformas de madera funcionarían durante poco tiempo: se había previsto su elevación definitiva como parte de las obras de electrificación del ramal La Plata. En el segundo semestre de 2016 se llamó a licitación para la elevación de los andenes de la estación, al igual que en el resto de la línea. Las obras fueron adjudicadas a mediados de 2017 a la empresa Copacre.
A diferencia de lo que ocurrió con el resto de las estaciones, que fueron renovadas e inauguradas por etapas, Avellaneda sufrió importantes demoras: en marzo de 2018 el Ministerio de Transporte rescindió por incumplimientos el contrato de la constructora. Si bien estaba previsto volver a licitar los trabajos, esto no se concretó y el proyecto quedó congelado.
La iniciativa fue retomada recién en 2021, luego de que el Gobierno consiguiera una línea de financiamiento adicional de 130 millones de dólares del BID para terminar una serie de obras remanentes en el Roca, entre ellas la reforma de la estación Avellaneda.
Con este renovado impulso, se llamó nuevamente a licitación en abril de 2022, abriéndose los sobres en el mes de julio. Finalmente, en abril de 2023 la obra fue adjudicada a la única oferente que se había presentado en la compulsa, la UTE ATF Construcciones-Construcciones OMI.
En noviembre del año pasado, tras años de espera, las obras finalmente comenzaron a ejecutarse, tal como informó entonces este medio. El cambio de Gobierno no afectó a los trabajos en un principio, ya que según se aseguraba entonces, los proyectos con financiamiento internacional quedarían excluidos del freno a la obra pública decidido por el Gobierno.
Sin embargo, entrado febrero, luego de que se avanzara con la instalación del obrador y diversos vallados, y de concretarse la demolición de algunas estructuras y la elevación de un cuarto del andén 1, la obra fue completamente paralizada sin que se dieran mayores explicaciones.
Similar destino corrieron otras iniciativas con financiamiento internacional, como las citadas obras de la línea Mitre o el viaducto del Belgrano Sur -ambas paralizadas-, la electrificación del tramo Victoria – El Talar de la línea Mitre -cuya licitación fue dada de baja- o la renovación de vías y señalamiento de la línea San Martín -cuya adjudicación fue cajoneada por la actual gestión-.
Aunque constituye una señal de una tímida reactivación, la reanudación de los trabajos en Avellaneda no garantiza la concreción del proyecto original de reforma de la estación, que -más allá de la elevación de andenes- incluía aspectos tales como la restauración de los refugios en los cuatro andenes, la instalación de nuevas luminarias LED, la renovación de salas operativas, nuevos sistemas contra incendio, de audio y de seguridad, y la instalación de tres nuevos ascensores para personas con movilidad reducida.
A su vez, se proyectaba la rehabilitación del acceso secundario de la estación que da hacia la calle Mariano Ferreyra, la restauración del hall y del túnel que conecta los andenes, trabajos de mejoramiento en los accesos y el entorno, la refacción del parque lineal ubicado sobre la calle Obreros de La Negra, lindante con la estación, y la construcción de una nueva plaza seca de acceso desde la Av. Hipólito Yrigoyen.
El actual escenario de ajuste y emergencia ferroviaria -que aún se encuentra en etapas administrativas-, empero, habilita la posibilidad de que las intervenciones se limiten a los aspectos más urgentes del proyecto y que otras porciones de la obra se vean postergadas indefindamente.
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