viernes, 12 de julio de 2024

Linea Mitre

Con la renovación de vías frenada, blanquean el aumento de tiempos de viaje en el servicio Retiro – Tigre

AMBA 12 Jul (EnElSubte).-Trenes Argentinos oficializó el incremento en los tiempos de viaje en la línea Mitre ramal Tigre, que ya regían desde hace varios meses. El recorrido completo pasó de 54 a 67 minutos. La empresa justificó la decisión en la realización de trabajos sobre las vías, pero las obras de renovación integral de la traza, que habían comenzado a ejecutarse hacia fines del año pasado, se encuentran paralizadas.

Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) implementará desde el próximo lunes 15 un nuevo diagrama de servicios en la línea Mitre ramal Tigre, que oficializa el incremento en los tiempos de viaje entre cabeceras que ya regía desde hace varios meses.

De esta manera, el tiempo de viaje entre Retiro y Tigre, que hasta ahora era oficialmente de 54 minutos, pasará a 1 hora y 7 minutos.

Además, se agregó un servicio adicional por sentido y se modificaron los horarios de combinación con el servicio diésel entre Victoria y Capilla del Señor, actualmente limitado a Los Cardales.

La operadora justificó la decisión en “trabajos de mejoramiento del tendido de vías”, que incluyen “el recambio de rieles, la actualización de durmientes y fijaciones, y la alineación de la geometría del tendido” en los sectores de mayor desgaste.

Vale recordar que, pese al anuncio, las obras de renovación integral de vías del ramal Tigre, que habían comenzado a ejecutarse hacia fines del año pasado y que cuentan con financiamiento del Banco Mundial, se encuentran hasta ahora paralizadas. En la misma situación se encuentran el resto de las obras de modernización de la línea, incluyendo los trabajos de señalamiento en la estación terminal Retiro.

Más allá de este nuevo diagrama, el deterioro del ramal ya lleva varios meses:  en enero, el diagrama sufrió su primera afectación, con la reducción de 18 trenes. En ese momento, la decisión se justificó por razones de estacionalidad y racionalización del material rodante. Sin embargo, finalizada la temporada estival los servicios nunca fueron repuestos.

En marzo comenzaron a registrarse demoras y cancelaciones diarias que llevaron al servicio a una degradación que no se observaba desde la época de la concesión a Trenes de Buenos Aires (TBA). Desde SOFSE no se ofrecieron precisiones sobre los motivos, pero enelSubte pudo reconstruir que -entre otros factores, como el robo de cables y el fuerte ajuste en el gasto para reparaciones corrientes– la causa principal de los problemas en la línea es la falta de finalización de los trabajos en la estación Retiro Mitre, paralizados por falta de pago.

Aunque más pronunciada en el caso del Mitre, la degradación de los servicios es un reflejo de la situación que afecta al conjunto de las líneas metropolitanas y que se ha ido expandiendo al resto del ferrocarril.

Las obras se encuentran en un estado de parálisis total, que no afecta únicamente a aquellas financiadas con recursos del Tesoro, sino también a los trabajos que cuentan con financiamiento internacional asegurado, tal el caso de la citada la renovación integral de vías del ramal Tigre, adjudicada el año pasado.

El freno también afecta a los proyectos que aún no comenzaron a ejecutarse como la suspendida electrificación entre Victoria y El Talar de la línea Mitre o la renovación de vías y señalamiento de la línea San Martín, que difícilmente se ejecuten en el futuro próximo. En el caso de la última obra, las autoridades llegaron a solicitar la reasignación de los fondos para gastos corrientes.

Pese a la reciente publicación de la emergencia ferroviaria, cuyas manifestaciones concretas aún están por verse, no hay previsión de la reanudación de las obras con fondos internacionales. Incluso el organismo a cargo de la gestión de estos proyectos se encuentra acéfalo desde hace ya siete meses.

La política ferroviaria parece limitarse únicamente al citado recorte del gasto y al impulso a una reprivatización del sistema, contemplada en la recientemente sancionada “ley Bases”.

Al igual que en la anterior privatización de los años 90, el punto de encuentro entre ambos ejes es el ya conocido “Efecto FEMESA”: un deterioro deliberado de las prestaciones del ferrocarril estatal, que actúa como justificación para la entrega de los servicios en concesión y que permite mostrar un contraste con un posterior “shock de inversión”.

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