jueves, 14 de marzo de 2024

Plan de Ajustes

La intervención de Caputo en Ferrocarriles provocó una crisis operativa que afectará a los usuarios

CABA 14 Mar (En Orsai).-La intervención de Caputo en las empresas ferroviarias las pone en riesgo operativo, las autoridades ferroviarias sometidas a planes de ajuste desde Economía y Jefatura de Gabinete. La escasez de combustible y la parálisis en las licitaciones evidencian deterioro operativo.

La intervención de Caputo en Ferrocarriles provocó una crisis operativa que afectará a los usuarios

(Por Osvaldo Peralta - @OPeraltaOK) Las empresas ferroviarias estatales enfrentan una crisis operativa sin precedentes, con la intervención directa de Luis "Toto" Caputo desde el Ministerio de Economía. Los planes de ajuste impuestos desde las altas esferas del gobierno han desencadenado una ola de despidos y la parálisis de compras y licitaciones, poniendo en riesgo la continuidad de los servicios ferroviarios.

La desaparición del Ministerio de Infraestructura ha dejado a las empresas ferroviarias a merced de decisiones impulsadas por criterios económicos, alejados de la provisión de servicios de transporte. Se estima una reducción del 30% en la plantilla de personal como parte de un plan de "adelgazamiento" preparatorio para la privatización, a pesar de los reparos planteados por el sector privado.

La Secretaría de Transporte, ahora bajo la órbita de Caputo, controla de manera centralizada las decisiones sobre las empresas ferroviarias, replicando el esquema de gestión del superministro Domingo Cavallo durante la privatización en la década de 1990. La parálisis en las licitaciones y la falta de pago a proveedores han exacerbado la precariedad de los servicios, afectando a los usuarios y poniendo en riesgo la seguridad operativa.

El enfoque del gobierno en la privatización total del sistema ferroviario ha dejado de lado cualquier plan a mediano plazo para mejorar las condiciones de viaje y cumplir con la función social que corresponde a los trenes de pasajeros. Los pasajeros se convierten en rehenes de una estrategia que parece repetir los errores del pasado, poniendo en peligro la viabilidad y el acceso a un servicio público esencial.

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