miércoles, 29 de noviembre de 2023

Caida de la Red ferroviaria

Una deuda de 40 años: la dolorosa caída de la red ferroviaria

TUCUMAN 29 Nov (La Gaceta).-Hubo más de 1.000 kilómetros de vías plenamente activas en Tucumán, un sistema que no se ha recuperado más allá de las múltiples promesas.

Una deuda de 40 años: la dolorosa caída de la red ferroviaria

“Ramal que para, ramal que cierra”, sentenció Carlos Menem. Corría noviembre de 1989 y llegaba al país la ola privatizadora, con el ferrocarril como uno de sus ineludibles objetivos. La frase del ex Presidente se hizo historia como un símbolo del  desmantelamiento de la red ferroviaria nacional, aunque justo es apuntar que el proyecto venía desde la gestión de Raúl Alfonsín, con el recordado Plan Madanes impulsado por Rodolfo Terragno.

Lo concreto es que desde el regreso de la democracia las políticas en materia ferroviaria han sido ambivalentes y, por lo general, más nocivas que positivas para la vida de la actividad. Y en el caso de Tucumán, la de los trenes no deja de ser la crónica de una histórica frustración, plasmada en el reportaje fotográfico realizado por Diego Aráoz para este informe.

Es una historia de promesas de reactivación, demasiadas palabras y escasos hechos. Por ejemplo, desde 1983 fueron tres los Presidentes que se comprometieron a poner en marcha los talleres de Tafí Viejo y las líneas interurbanas que habían ido clausurándose con el paso del tiempo: Alfonsín, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Líneas que conectaban la capital con el Gran San Miguel de Tucumán y con los pueblos azucareros, en dirección sur y este. Durante los años 1930/50 ese conglomerado llegó a contar con más de 1.000 kilómetros de vías en Tucumán, contando las principales y la red secundaria.

De las épocas de esplendor sólo queda una doble herencia. Por un lado, el Belgrano Cargas -cuya infraestructura viene recuperándose paulatinamente-, y por otro el tren de pasajeros operado por el ramal Bartolomé Mitre, uniendo Tucumán con la terminal de Retiro. En este caso, el fenómeno de la demanda de pasajes, siempre agotados con meses de antelación, ratifica la vigencia del ferrocarril como el medio de transporte más económico para conectarse con Buenos Aires. A la vez, la duración de los viajes -mucho mayor a la de aquellos convoyes que surcaban el país hace medio siglo- es la muestra más contundente de lo sucedido con los trenes en la Argentina. 

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