domingo, 27 de agosto de 2023

Hacia 100 Años atras

Hace 100 años corrió el primer tren eléctrico por la Zona Oeste

Estación Morón circa 1940. Fuente: Instituto y Archivo Histórico de Morón. 

Coche de pasajeros Metropolitan Cammell del Ferrocarril Oeste, descacarrilado en Liniers. Fuente AGN.
Inauguración de las obras de Plaza Miserere, Túnel al Puerto de Buenos Aires y Electrificación del Ferrocarril Oeste. Fuente: Revista Riel y Fomento, reproducida por archivoferroviario.com.ar 

Estación Haedo, circa 1960, en donde se ven dos trenes eléctricos de distinta época. A la izquierda una formación Toshiba y a la derecha una formación Birmingham.Fuente: Instituto y Archivo Histórico de Morón. 

Locomotora eléctrica Baldwin, la primera eléctrica que corrió en el oeste. Fuente: Tren Rodante.

Los trabajos comenzaron a principio de siglo, pero la Primera Guerra Mundial demoró la obra. Tercer riel, 800 volts y un festejo histórico en Haedo.

La Zona Oeste del conurbano, el diseño de sus calles, la ubicación de sus localidades y los distintos centros comerciales le deben gran parte de su génesis a un actor, protagonista, que desde hace más de 150 años corre por los barrios simulando ser un pulso cardíaco. El Ferrocarril lleva y trae pasajeros, vecinos, amigos, historias y hasta amores.

En abril de 1923 se inauguró el futuro. Se consolidó el progreso y llegó el servicio eléctrico al Ferrocarril Oeste. Nacido en 1857, se trató del primer servicio de trenes del país y uno de los primeros en América. Unió en su primer trayecto la Estación del Parque, que estuvo ubicada donde hoy se encuentra el Teatro Colón, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la estación La Floresta, actualmente Floresta, pero que se encontraba dentro del pueblo de San José de Flores, cuando aún Flores era un poblado independiente y no un barrio de Buenos Aires.

Cincuenta años después de que La Porteña, la primera locomotora de este ferrocarril, se abriera camino por la planicie de lo que hoy es el oeste del conurbano, se decidió la electrificación del servicio urbano. Desde Once de Septiembre, cabecera del servicio desde el cierre de la Estación del Parque, hasta Moreno. Junto con la electrificación se planteó la unión de este ferrocarril con el puerto de Buenos Aires por medio de un túnel.

La obra de electrificación del Ferrocarril Oeste demandó la instalación de un tercer riel, desde donde las formaciones tomarían el suministro eléctrico, y la construcción de sub estaciones eléctricas, conocidas por los vecinos como ‘usinas’, ubicadas a distancias técnicamente estratégicas para mantener los 800 voltios necesarios para que funcione el ramal.

En julio de 1914 el mundo entero se conmocionó cuando se inició en Europa la Primera Guerra Mundial. Con las grandes potencias volcadas a la producción bélica, naciones menos industriales vieron mermar el caudal de insumos. Esto impactó en la obra de electrificación del actual Sarmiento demorando los trabajos por falta de elementos ferroviarios fabricados, en su mayoría, en Inglaterra.



Cabe recordar que por aquel entonces el ferrocarril del oeste ya había sido concesionado a empresas inglesas por lo que el impacto de la gran guerra fue directo.

El conflicto finalizó en 1918 y las obras de electrificación se completaron para 1923. El viaje inaugural, realizado el 30 de abril de 1930, unió Once con Haedo con una formación colmada de curiosos, autoridades del ferrocarril y funcionarios públicos. Antes, se realizó la inauguración de la estación Plaza Miserere del mismo ferrocarril, donde asistió el Presidente de la Nación Marcelo Torcuato de Alvear, ya que la obra de electrificación fue parte de un proyecto mayor que incluyó el túnel al puerto y la conexión con el Subte A debajo de los jardines de la estación Once.

En las estaciones del tendido original implicó la elevación de los andenes, ya que los servicios a vapor utilizaban andenes bajos pero los nuevos coches eléctricos tenían puertas y sistemas más altos. Los andenes se elevaron más de un metro a requerimiento de las nuevas máquinas.

Las primeras locomotoras utilizadas eran de marca Baldwin y para su correcto funcionamiento, ya que eran cortas en comparación con las vaporeras, se le adicionaron dos vagones de piso bajo, uno delante y otro detrás, que le brindaban conexión con el tercer riel cuando atravesaban un paso a nivel. Esos vagones necesitaban peso por lo que se los cargó con piedras que al poco tiempo acumuló tierra, pasto y yuyos, por lo que cada locomotora trasladaba también su propio jardín.

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