sábado, 18 de diciembre de 2021

Una Joya mecanica

Los mecánicos de La Trochita: «Es nuestra joya, nuestro orgullo»

INGENIERO JACOBACCI 17 Dic(Rio Negro).-La pasión y el compromiso movilizan los trabajos que diariamente se realizan en el taller ferroviario de Jacobacci.

"Los mecánicos de La Trochita", un grupo de jóvenes que cuida, quiere y mantiene a la histórica formación ferroviaria. Un grupo de jóvenes mecánicos mantienen en perfectas condiciones a la formación de La Trochita. Foto: Alejandro Carnevale.

«Tratamos de mantenerla de la mejor manera. Es nuestra joya, nuestro orgullo” señala Jeremías Aguilera, al referirse a la formación de La Trochita.

Desde hace doce años, el hombre trabaja en los talleres ferroviarios de Jacobacci y, junto a un equipo de jóvenes y, la supervisión de Gabriel Asenjo, tiene a su cargo el mantenimiento de la histórica formación ferroviaria que, en pocos días más, va a cumplir 100 años.

Cada mañana, muy temprano, los grandes portones de chapa negra se abren para que ingresen los primeros rayos de sol al taller y le den más luminosidad y calidez a este museo estático que guarda una gran riqueza histórica nutrida de miles de anécdotas y horas de un trabajo artesanal, forjada por varias generaciones de trabajadores del riel.

Todas las mañanas, «los mecánicos de La Trochita» llegan al taller para poder trabajar en el mantenimiento de la formación ferroviaria. Foto: Alejandro Carnevale.

También ingresan “los mecánicos de La Trochita”. Este grupo de jóvenes jacobaccinos encabezado por Aguilera, que se completa con Nicolás Laurín, Carlos Campos, Diego Arrix, Edinson Araneda y Ambrocio Painefil, -le faltan dos años para jubilarse-, hace mucho más que los típicos trabajos con llaves, mazas, autógena o el torno. Le ponen mucha pasión y, en cada tuerca que ajustan, cada madera que pintan o lustran y cada pieza que tornean, como un legado heredado de los viejos ferroviarios, le imprimen una gran dosis de amor. Esto permite que, en cada viaje, la legendaria formación ferroviaria luzca y funcione de la mejor manera.

Aguilera, admite que conocen a las locomotoras «íntegramente» y poder realizar una reparación o un trabajo de mantenimiento, “siempre es un placer”. Con conocimientos de mecánica y muchas ganas de aprender, el hombre ingreso a trabajar “por día” en los talleres ferroviarios de Jacobacci y dos años después pasó a la planta estable del personal del Tren Patagónico.

Jeremías Aguilera, está al frente de un grupo de mecánicos muy comprometido. Foto: Alejandro Carnevale.

“Tuve la suerte de encontrarme con Asenjo y aprender mucho. También mis compañeros. Además, hace unos años me fui a capacitar a Rosario en locomotoras a vapor. Desarmamos completamente la locomotora 104 -Henschel- y la 19 -Baldwin- y las armamos pieza por pieza” afirma.

Al comparar ambas máquinas, detalla que en la época de esplendor de ramal de trocha angosta, la Henschel se utilizaba para “correr” trenes de carga “porque es más lenta, pero tiene más fuerza que la Badwin, que llevaba las formaciones de pasajeros. En cuanto a mecánica son parecidas. Por ahí los ejes tienen distintas medidas, pero son prácticamente iguales”.

Durante la semana, los mecánicos realizan distintos trabajos en las locomotoras y también en los vagones. “Siempre hay algo que ajustar o arreglar. Son fierros que tienen cien años y sufren desgastes. Por eso el mantenimiento es constante. Las locomotoras tienen muchas piezas de bronce y si se romper alguna, la fabricamos. Son únicas. Nos hemos especializado y las hacemos nosotros. Se usa mucho el torno y la autógena”.

Aceite y grasa para lubricar los distintos dispositivos de la locomotora. Foto: Alejandro Carnevale.

Como parte del mantenimiento, “se revisa la estopada” -pedazos de estopa impregnados con aceite que lubrican los ejes e impide que el metal se caliente- y “los inyectores y el pistón del motor” ya que si sufre algún desperfecto la máquina pierde potencia. Además se ajustan tuercas, se lubrican piezas, y también se debe revisar y realizar recargas de arena. “En la locomotora la arena tiene dos usos. Uno para que las ruedas no patinen en una pendiente. Es por eso que, a través de un sistema, se le va echando arena a las vías. Y también se usa para limpieza de algunos conductos. Para sacar el hollín y evitar que se tapen” añadió.

La histórica formación cumple 100 años en el 2022. Foto: Alejandro Carnevale.

Desde hace cuatro años, en ésta época del año, todos los sábados la formación de La Trochita une Jacobacci con Ojos de Agua, en un viaje turístico que demanda cerca de seis horas, incluyendo paradas.

Un grupo de jóvenes mecánicos mantienen en perfectas condiciones a la formación de La Trochita. Foto: Alejandro Carnevale.

Luego la histórica formación descansa en el taller, donde recibe el mantenimiento adecuado y el amor de los mecánicos, poder continuar surcando la estepa rionegrina y maravillando a miles de turistas que cada año llegan a Jacobacci para conocer esta reliquia que genera un encanto especial en quienes viajan en ella y también en quienes tienen la responsabilidad de mantenerla y cuidarla.

Cronograma de viajes

El sábado 18 de diciembre, la formación ferroviaria volverá a Jacobacci con Ojos de Agua, partiendo desde a las 11 horas. Será el segundo viaje de una temporada turística estival que se inició el pasado sábado 11 y terminará en Semana Santa. Y regresará a cerca de las 17 horas. Cumplirá frecuencias durante todos los sábados de enero, febrero y marzo y culminará la temporada 2021/22 el sábado 16 de abril del 2022.

Tarifas y descuentos en el servicio de La Trochita para la temporada 2021-22

Para argentinos -ida y vuelta- $ 4.900

Descuentos: menores de entre 4 y 12 años, jubilados y universitarios, 30%.

Residentes en Río Negro y Cármen de Patagones 30%.

Residentes en Río Negro y Carmen de Patagones menores de 4 a 12 años, 40%.

Residentes de Jacobacci 50%

Extranjeros $ 7.350 -ida y vuelta-.

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